VALÈNCIA. Hace pocos días, el alcalde de Sagunt, Darío Moreno, hizo un llamamiento a la Generalitat Valenciana para agilizar los trámites del servicio de autobús interurbano que une el municipio con València, que mejorará sus servicios durante la época estival. La solicitud se centra principalmente en la Autoritat de Transport Metropolità de València (ATMV), entidad encargada de gestionar esta importante conexión para la región. El edil del municipio de la comarca de Camp de Morvedre mostró su malestar por la demora en la mejora de la línea Puerto de Sagunto-Sagunt-València, una mejora que considera "imprescindible" y que dará servicio también a Canet.
Sin embargo, las voces de preocupación resuenan más fuerte en la Almardà, donde sus residentes se sienten excluidos del nuevo itinerario. Desde la Asociación Vecinal de las playas de Almardà, Corinto y Malvarrosa, demandan explicaciones no solo por el retraso en la implementación de este servicio, sino también por la exclusión de la Almardà en el trayecto.
A pesar de aplaudir la llegada del servicio de autobús a Canet, el descontento de los habitantes de la Almardà es palpable al compararse con la localidad vecina, con servicios más amplios. "Lo que no logramos entender es por qué la Autoridad de Transporte Metropolitano de València (ATMV) no ha previsto que el autobús de Valencia continúe su trayecto unos pocos metros más, después de Canet playa, para depositar también a los viajeros residentes en el núcleo urbano de Almardà", lamentan desde la asociación.
La comparación entre Canet playa y la Almardà es inevitable. Mientras Canet cuenta con tres trayectos directos a Valencia en días laborables, Almardà solo dispone de uno, lo que limita las opciones de movilidad para los residentes que trabajan o estudian en la capital. Algo que se agrava teniendo en cuenta que el último trayecto directo en la dirección opuesta -de Valencia a la Almardà- es a las 17:20 y los buses posteriores terminan su recorrido en la playa de Canet. Incluso los fines de semana, la Almardà se queda sin conexión directa, mientras que Canet sigue recibiendo servicio de autobús.
"Es una situación desastrosa", declara con firmeza la asociación , que exige que todos los autobuses que llegan a Canet playa sean extendidos hasta Almardà, y viceversa. Desde la organización vecinal argumentan que esta igualdad en el servicio no solo beneficiaría la calidad de vida de los residentes de la Almardà, sino que también fomentaría el uso del transporte público y podría atraer más familias a establecerse permanentemente en esta zona costera.
La asociación también destaca que, a pesar de que el nivel de utilización de la línea por los vecinos de Almardà podría ser bajo, la inversión necesaria para esta mejora sería mínima en comparación con los beneficios que aportaría. Además, señalan que el acceso equitativo al transporte es un derecho fundamental, especialmente en áreas donde la movilidad puede ser un factor determinante para la calidad de vida de sus habitantes.
Desde la Almardà se demandan una respuesta concreta a esta situación, que va más allá de la simple gestión de horarios y rutas de autobús. Se trata de un llamado a la igualdad en el acceso a los servicios básicos, una necesidad que, según la asociación vecinal, no puede seguir siendo ignorada.