VALÈNCIA (EFE). El análisis lofoscópico de los conocidos como "papeles del sirio" realizado por el Servicio de Criminalística de la Guardia Civil y que la Sección Cuarta de la Audiencia de Valencia había "desviado", según ha admitido este jueves su presidente, Pedro Castellano, confirma que no hay huellas de Eduardo Zaplana en ellos. Tampoco del exgerente de Imelsa Marcos Benavent, a los que fueron entregados según figura en la causa.
El resultado de este análisis, que Castellano ha leído y comunicado a las partes en la decimoséptima sesión del juicio, concluye que los especialistas han hallado dieciocho huellas dactilares y una palmar en dichos documentos, pero ninguna del exministro y expresident de la Generalitat con el PP.
Los conocidos como "papeles del sirio" son varios documentos en los que se vislumbraba, según los investigadores, una posible connivencia en la adjudicación de determinadas concesiones públicas del Plan eólico y las ITV a favor de sociedades ligadas al grupo Sedesa, del clan familiar de los Cotino (encabezado por el fallecido ex director general de la Policía, exvicepresidente de la Generalitat y expresidente de Les Corts Valencianes, Juan Cotino), por las que se abonaron, según la UCO de la Guardia Civil, unas comisiones ilícitas de 6,4 millones.
Los documentos, según han confirmado en este juicio varios testigos, estaban en poder del abogado del exgerente de la empresa pública Imelsa Marcos Benavent (el autodenominado 'yonqui del dinero') porque se los había entregado en 2012 una persona de origen sirio llamada Imad, que dijo haberlos encontrado "abandonados" dentro de un sobre alrededor de 2007 en una vivienda en la que residió en régimen de alquiler, cuyos propietarios fueron entre 1998 y diciembre de 2006 Zaplana y su esposa.
Tras registrar el despacho del primer abogado de Benavent, el 11 de noviembre de 2015 la UCO informó al juez sobre el "hallazgo casual de unos documentos relevantes", y un día después el fiscal anticorrupción pedía la apertura de una pieza separada.
El Servicio de Criminalística ya informó sobre la ausencia de ADN (ni de Zaplana ni de nadie) en estos papeles, y este miércoles la defensa de Zaplana reclamó la segunda parte del examen, es decir, la posible presencia de huellas dactilares que puedan determinar si esos papeles pasaron por las manos del exministro.
Al inicio de la sesión de este jueves, el presidente del tribunal ha informado a las partes de que "el resultado de la prueba lofoscópica que solicitó el letrado de Zaplana, que efectivamente se había practicado y que había llegado, pero que en secretaría tenían un poco desviada, es negativa".
Las diecinueve huellas halladas se han cotejado con las de Zaplana y con "candidatos aportados por el sistema automático", de modo que no se identifica a ninguna persona.