VALÈNCIA. (EP) El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha apostado por alcanzar un acuerdo entre las comunidades y el Gobierno en el Consejo Interterritorial para limitar la movilidad en Pascua porque "va a ser un momento muy complejo" en el que incluso se podría "perder la trazabilidad" del virus que se va a recuperar con la caída de casos actual.
Así lo ha expresado Puig este viernes en una entrevista concedida a Europa Press, en la que ha defendido este acuerdo a nivel estatal para este periodo festivo. "Pensamos que debe haber una posición del conjunto del sistema, porque es muy importante consolidar ahora. Si consolidamos, probablemente los próximos meses tendremos más oportunidades de ir hacia la normalización con mayor vacunación y mayor capacidad de contención de la pandemia", ha explicado.
Respecto a la flexibilización de las restricciones a partir de marzo, ha incidido en que no se puede "malgastar" el esfuerzo realizado en "unos pocos días", y ha reiterado que la situación todavía es "muy difícil".
De hecho, respecto al aligeramiento de estas medidas, ha apuntado que se tomarán las decisiones la próxima semana, cuando se convocará una Comisión Interdepartamental, que tendrá en cuenta el "semáforo" que establece el Consejo Interterritorial de Sanidad. Así, prevé que en los próximos días "se vayan consolidando" los datos y espera una mayor "constatación de la bajada" de la incidencia. No obstante, ha recordado que "estamos aún en un riesgo alto".
Puig ha insistido que "nadie quiere restricciones", pero que se hacen "para intentar evitar contagios y muertes, pero no porque a nadie le produzca ningún tipo de satisfacción". Por ello, ha apostado por "flexibilizar, pero al mismo tiempo mantener con toda determinación la posición"
Preguntado por los ámbitos en que comenzarán a levantarse las medidas, ha indicado que hay "una voluntad de actuar en función de lo que ya se sabe que genera mayor sociabilidad". "No es lo mismo un comercio que un bar o un restaurante, entre otras cosas porque se está más tiempo juntos en un bar y un restaurante y se quita la mascarilla", ha apuntado.
"Tenemos que insistir y aunque haya alguna flexibilización, que la va a haber si todo continúa igual, tenemos que continuar insistiendo en aquello que ya sabemos que es positivo para superar la pandemia, que es, desde luego, el uso permanente de la mascarilla, la limpieza y la higiene de manos y la ventilación", ha apuntado. De hecho, ha incidido en esta última cuestión, que "ahora va a ser más fácil porque vamos hacia un tiempo más favorable".
En este sentido, ha defendido que "nunca nos podemos olvidar" que estamos "en el medio" de la pandemia aunque "tenemos que respirar un poco", algo que considera "necesario" por las consecuencias "económicas, sociales y también psicológicas".
Respecto a esta última cuestión, ha remarcado que este virus ha afectado a "todo aquello que tiene que ver con nuestra manera de ser" ya que ha atacado "fundamentalmente la sociabilidad, el contacto, nuestra manera de ser mediterráneo". De hecho, ha considerado, ahora que se acerca el aniversario del primer estado de alarma, que ha sido un año "realmente duro", y lo ha calificado de "annus horribilis".
Si las flexibilizaciones se producen a partir de marzo, coincidirán con el periodo festivo por las Fallas o la Magdalena, sobre las que Puig ha zanjado: "No hay Fallas ni Magdalena y tenemos que tener la conciencia de que no hay espacio de sociabilidad asociado a la fiesta, porque no hay fiesta". "Ya habrá fiesta cuando podamos", ha agregado.
De hecho, le gustaría que "pudieran celebrarse alguna de estas fiestas" incluso este año, pero "a día de hoy" no. No obstante, ha defendido el "derecho al descanso" aunque "es y debe ser un descanso diferente al que hemos planteado en otras ocasiones".
"Aunque ahora haya una cierta flexibilización, no pueden hacerse fiestas ni particulares ni fiestas en ámbitos más allá de los lugares de ocio. Tenemos que ser conscientes de la situación: Estamos mejor, pero aun estamos mal", ha agregado.
Esto, afirma Puig, "cuesta mucho", y ha agradecido "sobre todo a los jóvenes". "Hay jóvenes que han pasado sus 18, 19 o 20 años encerrados en casa todo un año", algo que es "muy duro".
Por lo que respecta a la vacunación masiva, que prevén que comience a final de marzo, Puig ha adelantado que se prevé un gran centro de vacunación en cada capital de provincia y Elche y, por lo menos, se habilitará un espacio para inocular dosis en cada capital de comarca.
En este sentido, ha indicado que este sábado se reunirá la comisión de vacunación para tratar en qué lugares se establecerán estos centros. Además, ha indicado que los hospitales de campaña son tres espacios que "seguro que se van a utilizar".
El president ha defendido que la vacunación es el "gran activo" actualmente contra la pandemia, aunque se ha mostrado concernido por las incógnitas que plantean las nuevas cepas o la posibilidad de que haya que vacunar anualmente.
Sin embargo, ha defendido la respuesta de la ciencia ante la pandemia, y ha apuntado que, hasta ahora, apenas había "no llega a tres decenas de vacunas" para todas las enfermedades, y "en un año, la ciencia ha conseguido que haya un conjunto" de inyecciones para este coronavirus.
En este sentido, ha esperado que la vacuna de Janssen se apruebe a principios de marzo. Respecto a las actuales, ha lamentado la "insuficiencia de dosis", y ha remarcado la complejidad logística de las actuales, debido a la doble dosis, la refrigeración o el transporte.
Pese a ello, ha argumentado que "hay casi 100.000 valencianos que están inmunizados", lo que "ha tenido un resultado positivo ya en la bajada de contagios en las residencias".