VALÈNCIA. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, dio este lunes un paso adelante en la reestructuración sanitaria que venía estudiándose desde Presidencia tal y como había informado Valencia Plaza.
Así, el jefe del Consell anunció durante su intervención en el Debate de Política General diversas medidas dirigidas a hacer "más eficiente la gestión cotidiana de los centros y los servicios sanitarios" de la Comunitat Valenciana. Una iniciativa que, de entrada, ya evidencia que para Puig y su entorno el departamento de Sanidad no está funcionando de la forma más idónea posible en el marco de esta pandemia.
Un pensamiento que, incluso en algunos sectores socialistas, se ha extendido en los últimos meses, pero que lejos de provocar un cambio en los mandos de la conselleria dirigida por Ana Barceló, se ha traducido en otro tipo de medidas en el departamento.
De esta manera, Puig anunció este lunes la creación de un nuevo Servicio Valenciano de Salud (SVS), resucitando así el órgano que posteriormente se denominó Agencia Valenciana de Salud (AVS) extinguida en 2013 con el PP al frente del Consell. Este órgano público con autonomía, introducido con la intención de acometer una "profunda reforma de la arquitectura institucional", tiene como objetivo por hacer "más eficiente la gestión cotidiana de los centros y los servicios sanitarios".
Las funciones, según detalló el propio Puig, consistirán en "dirigir la prestación de la asistencia sanitaria, distribuir los recursos económicos, coordinar y gestionar los recursos humanos y desarrollar la docencia y la investigación". Unas competencias de envergadura que pone en entredicho arroja dudas sobre el margen para liderar la gestión de la que dispondrá la propia consellera.
Más aún con otro de los anuncios del presidente. La creación de un puesto de Comisionada para la Transformación de la Atención Primaria con la misión de "promover los cambios que requiere la red de salud". Un nombramiento que viene precedido del realizado en los inicios de la pandemia, cuando la secretaria autonómica de Hacienda, Mako Mira, fue designada Comisionada de la Presidencia de la Generalitat para la coordinación de los suministros sanitarios.
Una iniciativa que permitió a Presidencia de la Generalitat supervisar la compra de material en los momentos críticos, pero que ahora parece ampliarse a la organización de la Atención Primaria con este puesto de nueva creación, que pocos dudan estará dirigido y controlado desde el Palau, lo que indica que la gestión de Barceló estará en buena parte intervenida desde el 'búnker' del presidente Puig.
Una maniobra que, por otro lado, también ha despertado ciertos recelos en Compromís -el socio con el que el PSPV cohabita en esa conselleria-, dado que aunque le fue comunicada la existencia de cambios horas antes del debate, ésta podrían implicar, a su juicio alguna compensación para la coalición valencianista debido a los equilibrios propios del Botànic.
Por otro lado, el presidente de la Generalitat evitó en su discurso -y también en las réplicas- mencionar o anunciar alguna postura respecto a las reversiones sanitarias pendientes, otrora uno de los temas estrellas en el Debate de Política General. Por ejemplo, en la misma jornada de 2018 anunciaba por cuarta vez -no sería la última- la reversión del Hospital de Dénia que, todavía no se ha culminado.
Así, y pese a que tanto la portavoz del PP, Isabel Bonig, como el de Ciudadanos, Toni Cantó, sí preguntaron por ello -el líder naranja ya ha anunciado una propuesta de resolución para prorrogar la concesión de Torrevieja-, Puig prefirió desmarcarse de la cuestión.