CASTELLÓN (EFE/EP). El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha apuntado este lunes su deseo de pasar "de las palabras a los hechos" en materia de financiación y ha resaltado que "es urgente y necesario" que se cumpla el acuerdo de la Conferencia de Presidentes que comportaba la aprobación del nuevo modelo "porque el compromiso existente para que se produjera en 2017 no se ha alcanzado y cada día que transcurre supone un desgaste de la credibilidad y la cooperación entre las administraciones públicas".
Puig se ha expresado así aprovechando la visita que ha realizado este lunes el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a Castellón para inaugurar el nuevo tramo del AVE. Según ha señalado el jefe del Consell, "cada día que transcurre sin cumplir lo acordado es una herida que amplía la desigualdad entre los españoles en servicios fundamentales como la sanidad, la educación, los servicios sociales o la lucha contra le paro".
Por ello, ha planteado a Rajoy que se supere la concepción radial de las infraestructuras, pero también de la política, y se recupere "la senda de la lealtad institucional que sostiene siempre el acuerdo como el mejor instrumento" porque, ha dicho, "sólo existe una vía de futuro: la singularidad entre los territorios y la igualdad entre españoles".
"Jamás se debe castigar la lealtad, que es como el AVE, de ida y vuelta, y estoy convencido que así va a ser", ha concluido.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha inaugurado hoy el AVE entre Madrid y Castellón con un mensaje de apelación a la unidad llamando a los españoles a viajar "en el mismo tren" por el bien del país.
Rajoy no ha hecho referencia explícita en ningún momento a la situación en Cataluña ni a la carta que el presidente del Parlament, Roger Torrent, ha anunciado que le ha enviado.
Su intervención en el acto inaugural, en el que ha estado acompañado por el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, se ha centrado en destacar la trascendencia de las infraestructuras para la vertebración territorial de España.
Antes de ofrecer detalles en torno a esa reflexión es cuando ha hecho su llamada a trabajar juntos.
"A los españoles nos va bien cuando viajamos juntos en el mismo tren. Nos va mejor porque llegamos más lejos", ha subrayado.
Se ha referido en concreto al AVE Madrid-Castellón para considerar que es un hito en el desarrollo del Corredor del Mediterráneo y un paso más en la vertebración del país.
"Apostar por el Mediterráneo es apostar por España, y conectar territorios contribuye a la vertebración de nuestro país", ha añadido antes de informar de que las actuaciones en este Corredor suponen una inversión de 22.000 millones de euros de los que ya se han ejecutado el 62 por ciento.
Rajoy ha considerado que la modernización de España tiene en el tren de alta velocidad una referencia mundial y ha destacado que esta infraestructura mejora la competitividad y facilita también la vertebración territorial y la cohesión social.
El jefe del Gobierno se ha referido a unas palabras previas del presidente de la Comunidad Valenciana en las que había defendido un gran acuerdo en materia de infraestructuras estratégicas.
"Estoy de acuerdo. Las carreteras no son de derechas, ni de izquierdas, ni mediopensionistas. Son carreteras, instrumentos de competitividad y que al mismo tiempo sirven para hacer más grata la vida de la gente", ha recalcado.
También ha contestado a otra demanda previa de Puig, quien ha considerado que el "motor público" de la Comunidad Valenciana está "gripado" a causa de la infrafinanciación y por eso le ha demandado "actualizar el camino para avanzar juntos".
Rajoy le ha garantizado que hará todo lo que esté en sus manos por lograr un acuerdo sobre el nuevo sistema de financiación autonómica, pero le ha pedido que él y el PSOE también colaboren porque lo ve "inexcusable y absolutamente imprescindible".
El nuevo servicio AVE entre Madrid y Castellón, que estará operativo a partir de mañana, reducirá el tiempo de viaje entre ambas ciudades en 37 minutos y tardará poco más de dos horas y media.
Militantes de Madrid, Aragón, Castilla La Mancha, Castilla y León, Galicia y Extremadura reclaman un sistema justo y multilateral