VALENCIA. La fórmula de gestión del Museu de Belles Arts de València (Mubav) es uno de los grandes retos culturales a los que se enfrenta la institución autonómica, una cuenta pendiente por atacar desde hace años y todavía por solventarse. De titularidad estatal pero gestión autonómica, el museo ha demandado históricamente más independencia para mejorar y facilitar su gestión, una demanda para la que se han puesto sobre la mesa distintas opciones -como la creación de un consorcio-, aunque ninguna que haya resultado en el necesario acuerdo entre Generalitat y Ministerio de Cultura. La solución pasaría ahora por el impulso de una ley propia para el museo, fórmula que están explorando desde el gobierno autonómico y que se habría presentado al Ministerio de Cultura (que no se ha pronunciado al respecto), una fórmula que no se concretará hasta, al menos, la próxima legislatura.
Fue este viernes, durante la inauguración de la exposición de la Colección Lladró, que el President de la Generalitat, Ximo Puig, aseguró que el proyecto de crear una ley propia para el museo seguía adelante. Aunque, eso sí, "en la próxima legislatura". El jefe del Consell añadió que esta norma permitirá, entre otras cuestiones, "una institucionalización más potente del museo en todos sus aspectos y servirá para reforzar su visibilidad". Fue el pasado mes de abril cuando la directora general de Cultura y Patrimonio, Carmen Amoraga, anunciaba que el proceso para crear la ley estaba más que encaminado y, de hecho, ya contaba con la luz verde de los despachos del Ministerio de Cultura. “Hemos preparado un articulado de un anteproyecto de Ley junto con un equipo de la Universitat de València y la propia Abogacía, un texto que en el Ministerio conocen y al que han dado el visto bueno. Una vez este articulado tenga todos los vistos buenos pasará a la fase de creación de nuestra propia Ley. Cuando la legislatura acabe la Ley del Museo de Bellas Artes estará aprobada”, declaró entonces.
La ley no llegaría, pues, hasta la próxima legislatura, una fórmula anunciada hace un año pero cuyo desarrollo se ha topado con varios relatos desde la misma institución. Fue a finales de 2022 cuando, tal y como adelantó Culturplaza, el gobierno autonómico incluyó en la Ley de Acompañamiento una enmienda que fijaba como objetivo encaminar la autonomía del museo, en este apuntando que “se podrá crear una Entidad de Derecho Público del Museo de Bellas Artes de València”. El texto aprobado, sin embargo, no acabó de convencer en los despachos de Cultura, que acabaron matizando que la Entidad de Derecho Público se trataba de una de las posibilidades, no la definitiva. Si bien la enmienda no menciona ninguna otra.
El cruce de relatos, pese al anuncio de Puig, ha provocado varias líneas argumentales a lo largo del último año. Y es que, tras su inclusión en la Ley de Acompañamiento, el secretario autonómico de Cultura y Deporte, Ximo López, declaraba: “No queríamos que, si abrimos con el Ministerio negociaciones para ver una fórmula de autonomía, el problema fuera que nuestra ley no lo permita. Avanzándonos a eso, se ha añadido una fórmula que está redactada de una manera deliberadamente ambigua que plantea que el museo se convierta en entidad de derecho público”. Por su parte, el director del Museo de Bellas Artes de València, Pablo González Tornel, presenta una relato alejado del de Amoraga. “A mí no me consta. Si hay una ley redactada con articulado y se está trabajando en ello conmigo no se ha hablado”. Preguntado también por la enmienda incluida recientemente en la Ley de Acompañamiento expresó: “Sabiendo un poco de legislación, todos somos conscientes de que lo que se ha aprobado en la Ley de Acompañamiento no es nada”.
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