VALÈNCIA. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y su homólogo catalán, Pere Aragonés, celebran este miércoles en València su segundo encuentro institucional después de que el jefe del Consell acudiera a Barcelona el pasado mes de diciembre.
El propio líder de los socialistas valencianos expresó la víspera ante los medios las cuestiones que espera abordar y los objetivos del encuentro. Sin duda, para Puig resulta clave encontrar el respaldo de Cataluña en su meta de que el Gobierno de España pise el acelerador con la reforma del sistema de financiación pendiente desde 2013, dado que el actual modelo de reparto posterga a la Comunitat Valenciana al furgón de cola nacional.
En este sentido, el presidente de la Generalitat confió en que la cita sirva para "establecer estrategias comunes" sobre esta "cuestión referencial" para así provocar que "más pronto que tarde se solucione". Así, Puig recalcó que la Generalitat quiere que Cataluña "participe en ese espacio multilateral" porque es "necesario atender el máximo de voces".
Sobre esto, el jefe del Consell incidió en que existen "algunas cuestiones iniciales" que "comparten" como que el criterio "fundamental" de la reforma sea la población. "Probablemente no estaremos de acuerdo en el desarrollo, pero de lo que se trata aquí es no de crear espacios de confrontación, sino de que el Estado autonómico que garantiza el Estado del Bienestar esté financiado suficientemente y que haya justicia en la redistribución", argumentó, para añadir que Cataluña puede ser "un actor importante" que contribuya a desbloquear esta situación.
"Entendemos la singularidad de los territorios y que Cataluña pueda tener una mirada diferente, pero hay una cuestión básica, que es la igualdad de las personas vivan donde vivan", recalcó.
En esta última frase del presidente se desprende, precisamente, su conocimiento de las dificultades que vienen repitiéndose en los últimos años para lograr que Cataluña se implique en este objetivo valenciano. En primer lugar, la citada autonomía se encuentra, a diferencia de la Comunitat Valenciana, por encima de la media española en materia de financiación y, en segundo, se vienen repitiendo las reticencias del Govern de Aragonés a participar activamente en las negociaciones multilaterales del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), dado que siempre han presionado para resolver sus cuestiones en encuentros bilaterales con el Gobierno de España pese a que, cabe recordar, no disfrutan de un régimen especial como vascos y navarros por lo que se enmarcan dentro del mismo reparto que el resto de Comunidades Autónomas (CCAA).
De hecho, en el pasado encuentro de diciembre entre ambos presidentes no se abordó la infrafinanciación dentro del comunicado conjunto remitido por parte de ambos gobiernos, si bien Puig si logró el apoyo de Aragonés en su lucha contra el denominado 'dumping fiscal' -dirigido a Madrid- con el objetivo de "impedir la competencia desleal de aquellos territorios que rebajan la tributación de las grandes fortunas con tal de captarlas".
En este sentido, la posición de Cataluña no prioritaria respecto a la reforma del sistema de financiación no es nueva. De hecho, en la visita a València de 2016 realizada por el entonces presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, mostró, de forma más nítida, su nulo interés en abanderar esta cuestión.
Es decir, que todo apunta a que en esta cuestión vital para la Comunitat Valenciana Puig no encontrará el entendimiento que sí halló en su reciente cumbre en Baleares con la socialista Francina Armengol o la que se presupone que sí disfrutará con el presidente andaluz y dirigente del PP, Juanma Moreno Bonilla, en su reunión del próximo 21 de septiembre.
Se presume, eso sí, alta sintonía en otras cuestiones relevantes del encuentro, como la gestión de los fondos procedentes de la Unión Europea, actuaciones en materia de infraestructuras que afectan a la comunicación entre ambos territorios -Corredor Mediterráneo-, la reactivación económica y otros asuntos de interés relacionados con los lazos sociales y culturales que unen a los dos autonomías.