restorá de la semana

Pura Tapa VLC

Un paseo por el Jardín Botánico. Una cerveza y un calamar a la plancha en la terraza de este bar en una calurosa tarde de julio. Hay placeres sencillos que regeneran. 

| 15/07/2022 | 2 min, 0 seg

Que la belleza está en el interior, unos lo tienen muy claro y otros –bastantes en el negocio de la hostelería– no tanto. Que todo entra mejor con un envoltorio brillante… sí, estamos de acuerdo. Que estoy un poco harta de locales donde el diseño y el interiorismo devoran a lo que hay sobre el plato… afirmativo. Probablemente nunca hubiese entrado en Pura Tapa al pasar por la puerta si no hubiese escuchado campanas y supiese que lo sustentan dos tipos que saben un rato de esto. Son Víctor López (padre de aquel Casa Mario en la calle Roteros cuando Roteros molaba –honrosa excepción con Gallina Negra que sigue molando infinito–) y Jesús Ribes. El primero montó este bar poco antes de que estallase la pandemia y lío a su amigo de siempre para que le echase un cable.  Y allí están ambos, sin hacer demasiado ruido, pero con una propuesta que cada vez atrae a más clientela porque es honesta y tiene la calidad como bandera.


Es un bar sencillo. Con una carta discreta, y un producto excepcional que Víctor trae cada día del mercado y que Ribes borda en una pequeña cocina.  Una ensaladilla rusa notable, unas bravas magníficas, una fritura de pescado de boquerones, salmonetes y bacalao, con el punto perfecto y rebozado delicado. Ese calamar…  Hay clotxinas, quisquillas, cigalitas, conejo al ajillo y alguna cosa interesante fuera de carta. No querer complicarse mucho la vida no es señal de ser menos, probablemente es haber alcanzado un estadio superior y haber comprendido que esto de la hostelería, cuando le quitas todos los lazos y el papel de regalo, va simplemente de que en plena ola de calor y después de una semana de trabajo infernal, te den de cenar y vuelvas a casa sintiéndote mejor.  

PD: A ser posible, evite ir acompañado de sus hijos si son unos salvajes (como es el caso). Pero si no encuentra canguro, nadie le va a mirar mal. Cosa que se agradece bastante.

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