VALÈNCIA. En el barrio de la Zaidia, donde se encontraba el estudio de Paco Bascuñán, ahora hay dos adultos, una niña pequeña, un par de gatos naranjas y los cimientos de un taller de serigrafía manual. Se trata de Barba Screen Atelier, una de las principales patas del trabajo conjunto que hacen los diseñadores Bea Bascuñán y Albert Jornet. La coincidencia del apellido de Bea no es casual.
“Barcelona está muy guay pero es muy cara”, apunta Bea. Hace unos meses, Bea y Albert se mudaron a València y con ellos, Barba, nombre bajo el que se encuentra su proyecto especializado en serigrafía. Lo económico es uno de los factores que les ha traído a la ciudad, otro es su hija —”Para Hanna València es más amigable que Barcelona” y lo otro era la recuperación del estudio de Paco Bascuñán. “Siempre habíamos pensado en venir a València, estaba la posibilidad de convertir este espacio en casa y taller. Si hubiera estado en Barcelona sería genial, pero estaba aquí. Con la pandemia parecía el momento, a ver qué tal nos va”.
La serigrafía y el diseño aplicada a ella ganan adeptos. En València hay otras iniciativas como LANEVERA, el proyecto en Ruzafa formado por Rafa Mölck y Jussi Folch y un creciente interés por esta técnica de estampación. ¿Hay un boom? “Siempre hay un sube y baja de lo digital y lo manual,. La gente se cansa de una u otra fórmula. Hubo un regreso de todas las técnicas manuales: riso, cerámica, etcétera”. Como reza la explicación de la falla de su web “La finalidad de nuestro taller es tener un espacio donde poder crear y experimentar con la técnica a partir de proyectos personales y realizando proyectos comerciales para marcas, estudios de diseño, pequeños proyectos o ilustradores”. Barba ha realizado encargos para la marca Laser Barcelona, Domestika —donde imparten un curso online— o la asociación AFAD, entre otros.
“Es una serigrafía muy concreta, para trabajos de gráfico. No realizamos una serigrafía masiva para cosas que nos hacen perder el tiempo o no nos llenan”. Bea y Albert montaron el taller sin premeditarlo. “Empezamos en un piso muy muy pequeño, fue paulatino. Todo casero, sin expectativas de que fuera un trabajo. Luego nos surgió la oportunidad de estar en un espacio de coworking orientado a la serigrafía. Fue el paso para ver si podía funcionar como un trabajo a tiempo completo. Pero si te quieres profesionalizar, necesitas maquinaria que cuesta espacio y dinero. Se nos quedó pequeño el coworking. Nos arriesgamos y poco a poco fue. A veces estamos en el taller y pensamos: ¿Qué hacemos? ¿En serio nos dedicamos a esto? A día de hoy no entendemos cómo nos ha llevado la vida por aquí”.
Del mismo modo que llegaron a la técnica, llegaron al nombre: sin proponérselo. “Barba no tiene ninguna explicación. Ni siquiera nos acordamos de cuándo surgió, simplemente nos gustó. Se quedó más por la sonoridad”.
¿Es viable un proyecto como este? “Tiene muchos gastos, muchas horas de trabajo. En realidad si nos ponemos a hacer cuentas, los números no dan para vivir. Dan algo pero no para vivir. Por eso lo complementamos con otras cosas. Nos lo tomamos entre un trabajo y un juego. Aunque poder se puede, porque otros talleres viven de esto. Nosotros no hemos querido dedicarnos al 100% a la serigrafía. Creo que si le metes caña sí que es posible”.
Otra de las ramas del trabajo de Bascuñán y Jornet es Publications for Pleasure, un marca independiente de autoedición y diseño creada en 2012. Bajo ese paraguas, han creado las revistas SOLO Magazine o Bee Project. El hilo conductor de sus proyectos es la pura apetencia. “En general el proyecto de Publications todo lo que hemos editado ha sido sin premeditarlo. Somos autodidactas, todo lo que sabemos es por un aprendizaje contínuo”.
Bee Project fue una revista sobre las abejas, en genérico. Al igual que con SOLO, se acercaron desde distintas perspectivas no técnicas a una materia concreta. Como todos los productos de la marca, en el peso recae gran parte del atractivo de la pieza. “El papel tiene el tacto. Poder sentir la revista. Plegados, formatos,su propio peso, cómo la puedes manejar… En la pantalla no se tiene la posibilidad de jugar, es más distante. La pantalla es un formato que te hace disfrutar menos de la pieza”.
SOLO es una de las grandes alegrías de la pareja. Esta revista impresa sobre buen café que tiene como misión aproximarse a la escena del café de especialidad y su cultura se concibió como algo más informal de lo que es ahora. Un solo número y un formato menos ambicioso. “Gustó o dimos en el clavo. La gente pidió más, pero decíamos que no, que solo queríamos hacer un número. Nos vimos obligados, pero teníamos ganas de seguir, y mira, llevamos seis números. Hicimos un primer número, luego un segundo y no pensábamos que iba a ver un tercero. Tampoco es un gran compromiso sacar uno al año. Se ha ido consolidando, decidimos apostar y convertirlo en algo regular”. Además, el magazín ejerce de plataforma colaborativa para unir marcas y personas próximas al proyecto.
Este caso se puede leer como una apetencia creciente hacia las revistas especializadas que apuestan por el papel para transmitir su contenido. La pausa, la lectura atenta y el diseño editorial son constantes en el discurso de los diseñadores. “Hay un montón de títulos nuevos, de oferta. Hay un público por pequeño que sea. Si una revista no se vende no pasa nada, porque lo hacemos todo nosotros. Al final es tiempo y pagar a los colaboradores e imprimir. ¡Resulta que luego las revistas se venden! Si hacemos una tirada de 2000 o 3000, 3000 personas de todas las que hay en el mundo… no son tantas, se venden las revistas”.
¿Cómo se ve València desde la perspectiva de acabar de regresar de Barcelona? Entre la pregunta y la respusta de Bascuñán, transcurren unos segundo. “La vemos muy cambiada. Cuando me fui a Barcelona juré y perjuré que no iba a volver a València, y aquí estoy. Era otro escenario, sobre todo a nivel político, no me atraía nada la ciudad. Pero los objetivos personales cambian, y lo ves todo diferente”. Respecto a la forma de trabajar en ambas ciudades, destacan las diferencias a la hora de abordar los proyectos. “Aquí como que tienes que esforzarte para que acaben de arrancar. Es diferente la aceptación y cómo se entienden los proyectos. Ante una ciudad tan grande como Barcelona, al final siempre vas a tener un público. València es muy pequeña, según para qué cosas. Pero la gente tiene ganas”.
Además de las iniciativas mencionadas, Bea y Albert van a regentar una sucursal de News & Coffee, el proyecto híbrido entre tienda de revistas y cafetería take away que recupera antiguos quioscos de prensa para darles una nueva vida basada en el diseño y el café de especialidad. Será el primer News & Coffee de València y el cuarto de España.