Una guía breve sobre qué hacer de cara a la cancelación abrupta de un festival, como ha sucedido recientemente con el Diversity en València, que tendría que estar celebrándose este fin de semana y anunció su cancelación a menos de 10 días del evento
VALÈNCIA. Las cancelaciones ponen todo patas arriba, y generan una gran desconfianza entre los asistentes a un evento. Más allá de esto genera enfado, momento en el que la denuncia social se leva a cabo. El pasado 11 de julio Culturplaza informaba en primicia de la cancelación del Diversity València Festival, que tenía previsto celebrar su primera edición del 21 al 23 de julio en les Arts i les Ciències. Su cartel apuntaba muy alto: Måneskin, Black Eyed Peas, Christina Aguilera… e incluso el único concierto en Europa de Karol G. También apuntaban alto sus precios: 187€ por un abono general de 3 días y hasta 1.296€ por un abono premium.
Debido a la abrupta cancelación cientos de personas han pedido un reembolso de sus tiques, que de momento no llega. La organización expuso el pasado 11 de julio un comunicado en el que aseguraba que “en breve se comunicaría el procedimiento para la devolución íntegra de las entradas”, tanto desde el canal propio como desde diferentes plataformas de venta, tales como El Corte Inglés, Ticketmaster o See Tickets. Debido al anuncio de cancelación a diez días de fecha para la celebración del festival el tiempo es oro y el enfado de los asistentes magnánimo, tanto es así que cientos de ellos han pedido un reembolso de sus tiques, y se han organizado a través de un grupo de Facebook para realizar una denuncia colectiva.
Realizar una denuncia colectiva parece (al menos de primeras) una buena opción, aunque no es la primera delantera que se debe tomar. Desde asociaciones como AVACU (Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios) aseguran que lo más útil es recurrir de forma individual al propio correo de contacto del festival: "Se debe exponer por escrito todo lo referido con la compra de las entradas, tanto los nombres de los asistentes como el tipo de abonos adquiridos, además del intermediario", comentan desde la asociación, "esto ayuda a que quede una constancia por escrito de la compra, y todos sus complementos si los hubiera". Otro de los consejos es esperar, de 15 a 20 días desde el anuncio de la cancelación y, en todo caso, contactar con las asociaciones para que estas hagan de intermediario: "Desde la asociación podemos generar una queja colectiva con conocimientos legales para defender a los usuarios. Pocas veces solemos ir a juicio, aunque si fuera necesario lo haríamos".
El problema con el caso concreto del Diversity València Festival es que al anunciar la cancelación con tan poco tiempo de respuesta (poco más de una semana) el tema de "esperar" resulta un tanto molesto. Cientos de personas se han agrupado en redes por su descontento con este anuncio, y entre los comentarios abundan las historias de personas que tenían sus vacaciones estivales planeadas entorno al festival: "No pueden avisar con tan poco tiempo, teniendo todos los vuelos comprados y con las reservas de hotel hechas", comenta una usuaria a través de Instagram. Desde Facua (Consumidores en acción) aseguran que las cancelaciones con tan poca antelación suponen un problema muy grave para los consumidores, así lo explica Pau Bernat, presidente de Facua de la Comunitat Valenciana: "Generalmente con más de 15 días de antelación se puede devolver el importe de algunos vuelos y se permiten las cancelaciones gratuitas en ciertos hoteles, pero así es imposible".
En el caso concreto de este festival al contar con un cartel tan internacional y atractivo este evento supuso un reclamo para muchos españoles y europeos, porque no es un line up que se suela ver en otros festivales españoles. Es por ello que muchos de los afectados deberían añadir en su reclamación el importe de sus vuelos y la reserva del hotel si fuera necesario: "Al final el festival es el motivo de tu viaje, pero el hotel o la aerolínea argumentará que el servicio se va a hacer igual", explica Bernat, "es crucial que junto a la entrada se justifique que había un vuelo y un hotel reservado, hay que dejar constancia de estas cosas por escrito".
De cara a la devolución si el motivo del viaje es el propio festival se puede intentar reclamar a la organización, a no ser que se haya realizado finalmente el viaje. Esta situación de devolución se facilita con los "packs de festivales", en los que muchas veces se incluye el traslado al recinto o el alojamiento dentro de este (en un camping, por ejemplo): "Es más difícil hacer esta reclamación si no existe una contratación conjunta, pero se debe argumentar igualmente en un mensaje a los organizadores", argumenta Bernat.
Son muchas las personas que recurren a comprar la entrada de un festival a través de páginas oficiales intermediarias. De cara al tema de la devolución según la magnitud de estas empresas las mismas pueden alegar no tener el dinero para la devolución del coste de las entradas. El jueves 21 de julio la plataforma See Tickets publicaba el siguiente comunicado sobre las entradas del Diversity: "MERCI ENTERTAINMENT ESPAÑA, S.L.U. (organizador y promotor del Diversity) no nos ha entregado los fondos necesarios para realizar la devolución del importe de las entradas que os vendió a través de nuestra plataforma tecnológica, y, por tanto, no podemos ni somos los responsables de proceder a dicha devolución".
Según lo explican desde AVACU la responsabilidad económica es del festival, pero los intermediarios pueden intentar "suplir la devolución si está en sus manos, al menos momentáneamente". En el caso de grandes empresas, como El Corte Inglés, Bernat alega que estas deberían de responsabilizarse al menos de una parte del importe: "Cada intermediario cuenta con sus políticas de compra propias, que cabría revisar, pero si adquieres una entrada a través de una grande empresa lo de no tener dinero no vale como excusa", explica indignado, "al final para este tipo de intermediarios as sanciones finales son ridículas, o a veces ni existen".
A modo de conclusión: exponer los hechos sucedidos en redes sociales puede ser una buena forma de generar presión, aunque en según que casos puede ser poco efectiva. Lo más útil es ir de forma individual al canal de reclamaciones del festival exponiendo (con todos los detalles y añadidos) el "pack" adquirido para ir al evento: tanto tipo de entrada, como número de asistentes, recibo de la compra, transporte y alojamiento. Una vez enviado este mensaje lo que se debe hacer es acudir a las asociaciones como AVACU o Facua, quienes darán el enfoque legal a la protesta y trabajarán en lograr que se resuelva de forma rápida y efectiva.
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