en la música no alcanzan una representación del 10%

Radiografía de las mujeres en las artes valencianas: largo camino hasta la igualdad

9/05/2016 - 

VALENCIA. El pasado 25 de abril el presidente de la Federación de Sociedades Musicales de la Comunidad Valenciana (FSMCV), Pedro Rodríguez, firmaba la Carta de Igualdad Mujer/Hombre en las Artes Escénicas, un proyecto coordinado por la Asociación para la Igualdad de Género en la Cultura, Clásicas y Modernas.

Con esta firma, la FSMCV se compromete a que en la programación de la siguiente temporada, 2017-2018, la representación de la mujer no sea menor del 40%. Este compromiso alcanza todos los niveles: músicos y músicas, composición, dirección y jurados. Así, la FSMCV pasa a ser la primera institución en sumarse a esta campaña de paridad en toda la Comunidad Valenciana, y la cuarta a nivel español.

¿Es necesaria esta adhesión? ¿Hace falta que se ponga por escrito que hay intención de igualar la representación de hombres y mujeres en las artes? ¿Hay que pactar que la representación de la mujer se moverá en el arco entre el 40 y el 60%? 

Música

Laura Capsir, forma parte de la asociación Clásicas y Modernas además es coordinadora en el área de música del Grupo Promotor de las Temporadas de Igualdad de la Comunitat Valenciana.  Se dedica a la investigación de la paridad en la música, especialmente en Valencia y es muy directa: “creación femenina hay mucha, pero son ocultadas u olvidadas, como prefieras llamarlo”. Capsir realizó un estudio en el que cifraba la participación de mujeres en la última edición del Feslloch en un 8% (en 2014 fue un 7%) y afirma que en cuanto a la música clásica la representación sigue estando a años luz del arco deseable: “en compositoras o directoras de orquesta nos situamos debajo del 10%, y muy a menudo solo se tiene en cuenta el sXXI, pero las mujeres han formado siempre parte de la música”.

Este año ella misma participará en una mesa redonda en el Feslloch sobre música y mujeres. “La mujer tiene una mayor representación en circuitos más libres y las redes hacen mucha presión, las cosas están moviéndose mucho”. En cuanto a la Carta de Igualdad Mujer/Hombre en las Artes Escénicas, confirma que “en el terreno musical está siendo más complicado, en otros, como el teatro, ha sido mucho más sencillo. Si no se tiene una buena acogida es por el desconocimiento”. ¿Qué supone exactamente la firma de este documento? “La firma compromete a un diagnóstico, una autoevaluación del último año, para que las organizaciones se den cuenta de la realidad. Una vez se realiza, la SGAE publicará un folleto con todos los datos. Es un punto de partido muy visual, que saca los colores. El problema no es que no haya mujeres, es que se ocultan”.

Teatro

Patricia Pardo, dramaturga valenciana, estudió a fondo la representación de las mujeres en las artes de la Comunitat a partir de los datos oficiales de los años 2003 hasta 2011. Las cifras generales son rotundas: en el año 2014 de 41 espectáculos, 32% tenían una mujer como directora mientras que en el 68% de los casos este puesto estaba ocupado por un hombre. Un 29% de autoras frente a un 71% de autores y un 41% de mujeres que participaban en la dirección creativa frente a un 59% de hombres. ¿Y en cuanto a los actores? Aquí sí que encontramos un arco igualitario a lo largo de los años, en este caso, un 46% de mujeres y un 54% de hombres.

Danza

En este mismo estudio también está reflejada la danza y ofrece una cifra redonda 50%-50% para el oficio de coreógrafa. La participación creativa supone un 61% de mujeres frente al 39% de hombres y en cuanto a la autoría de la coreografía la cifra es de 57% de mujeres y un 36% de hombres. En los 12 espectáculos subvencionados en 2014, un 64% eran bailarinas y un 36% bailarines.

Trini Moreno, también forma parte de la asociación de Clásicas y Modernas y ha estudiado la igualdad en las artes valencianas a lo largo de un largo periodo de tiempo. Nos ofrece un resumen de los datos de Patricia Pardo de 2003 a 2011: todos los festivales escénicos de la Comunitat estuvieron dirigidos por un hombre, a excepción de Sagunt a Escena. En todos estos años, CulturArts solo ha producido una obra con una autora en el equipo y los teatros públicos tuvieron un 9% de autoras programadas. Trini lo resume: “la cultura está perdiendo la mitad del talento humano”.

Lucha por la igualdad

El compromiso de la FMSCV y la posterior impresión de un folleto con los primeros resultados sigue el modelo de Francia, donde desde 2011 catorce asociaciones Mouvement H/F por la igualdad en las artes escénicas y la cultura han conseguido grandes avances en la representación de las mujeres. Capsir comenta que desde el primer momento se encontraron con una gestión muy concienciada con la FMSCV y actualmente tienes citas presentes con la concejala de cultura y el Patronato de Actividades Musicales de la Universitat de València, pero no hay intención firme de sumarse de ninguna institución más.

La lucha por la igualdad en la representación en las artes viene de lejos. El colectivo Guerrilla Girls apareció en Nueva York en 1985 y desde entonces reivindican la obra de mujeres artistas. En el año que comenzaron sus reivindicaciones lograron captar la atención de medio mundo con un cartel que preguntaba si las mujeres tienen que estar desnudas para formar parte del Metropolitan Museum, ya que solo había un 5% de cuadros de mujeres artistas mientras que el 85% de los desnudos del museo son femeninos. Actualizaron su cartel en 2011 y la cosa fue a peor: solo el 4% de cuadros eran de mujeres artistas. En España, la representación de las mujeres en el arte contemporáneo es algo mayor; según un estudio de 2011 de la Asociación de Mujeres en las Artes Visuales (MAV) la cifra alcanza al 11%.

Tras todos estos datos, tener por escrito que la mujer debe suponer al menos un 40% de la programación de las futuras temporadas organizadas por la Federación de Sociedades Musicales de la Comunidad Valenciana supone un gran avance. Para empezar se firma que la mujer no formará parte de algo solo el 8 de marzo. En segundo lugar, supone un compromiso firme que reconoce que hasta ahora la situación está muy lejos de la paridad, pese a que la Ley Orgánica 3/2007 para la igualdad efectiva de mujeres y hombres lleve con nosotros casi diez años. Cuando las leyes no se cumplen solo queda la intención de los colectivos de hacerse oír y de los que están en disposición de escuchar, hacerlo.

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