El líder del PP, que ha perdido casi cuatro millones de votos, tiene muy poco margen de maniobra para construir alianzas en el Congreso y debería obtener el respaldo de los nacionalistas al mismo tiempo que de Ciudadanos, algo que choca frontalmente con lo prometido por Albert Rivera
VALENCIA. El PP de Mariano Rajoy ha ganado las elecciones generales al conseguir 123 escaños, al 99% del escrutinio, aunque tendrá prácticamente imposible volver a ser presidente a no ser que se produzca una improbable grosse koalition: es decir, que el PSOE le permitiera seguir en La Moncloa, una posibilidad que el líder socialista, Pedro Sánchez, ha rechazado reiteradamente durante la campaña.
La formación popular ha perdido 64 escaños respecto a 2011, la friolera de casi cuatro millones de votos: de 10,8 millones a 6,9. De una cómoda mayoría absoluta, el PP ha pasado a situarse a 54 diputados de poder gobernar el país sin socios. Sus posibles y casi únicos aliados, Ciudadanos (C's), se quedan con 40 escaños, por lo que un posible pacto tampoco sería suficiente para alcanzar los 176 diputados donde se sitúa la mayoría absoluta.
En segunda vuelta, tampoco conseguirían una mayoría simple, dado que fuerzas a la izquierda como Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), con nueve escaños, o Unidad Popular (dos diputados), votaría en contra del líder del PP.
En cambio, y pese a que Pedro Sánchez ha conseguido un resultado 19 escaños por debajo de lo logrado en 2011, 90 en total, tiene mejores bazas para ser el próximo presidente del Gobierno. Así, la suma con Podemos, que ha sacado 69 parlamentarios, aportaría una suma total de 159 escaños, a 17 de la mayoría absoluta. La sintonía con otras fuerzas de izquierdas con representación en el Parlamento parece más factible, lo que podría permitirle conseguir, a través de algún voto a favor y abstenciones, llegar a ser presidente del Gobierno.
Entre esas fuerzas minoritarias destaca el poder que las urnas han otorgado a Esquerra Republicana de Catalunya, que con sus 9 escaños tiene en su mano bloquear la posible elección de Sánchez en una votación por mayoría simple -más votos a favor que en contra-, lo que abocaría a España a unas nuevas elecciones si a mediados de marzo no se ha logrado elegir a un presidente. Ahora bien, habrá que esperar si Ciudadanos podría abstenerse en una votación de estas características, lo que allanaría el camino a Pedro Sánchez quien, no obstante, tendrá el problema de que posiblemente necesitará el respaldo o al menos el consentimiento de alguno de los partidos que reivindican el proceso independentista en Cataluña.
El líder de Podemos rechaza "por activa o por pasiva" cualquier posibilidad de que Rajoy sea presidente y califica de "urgente" la necesidad de una ley de emergencia social