VALÈNCIA. En el año 2003 nace la librería Ramon Llull, un espacio dedicado a las letras y los lectores que se ubica desde hace siete años en la calle Corona, en el barrio del Carmen. Desde ese entonces todos los años sus propietarios, Francisco Benedito y Almudena Amador, celebran en navidades el llamado “Corona Day” con motivo de su primera mudanza, pero este año se soplan las velas de algo mucho más especial: la librería cumple veinte años. Amador explica que querían desmascarse y hacer algo “diferente y memorable”, para ello bajan a tierra una de sus ideas “más fantasiosas” que era hacer una fiesta de disfraces literarios que tendrá lugar el próximo viernes 15 de diciembre. Habrá picoteo, photocall y muchos libros para celebrar los veinte años de una librería que se debe al barrio y que lo celebra con sus lectores.
Las reglas son sencillas: cada asistente debe acudir disfrazado de un autor, autora o personaje de un libro. También debe llevar el libro en la mano y avisar con anterioridad a los anfitriones, para evitar repeticiones: “Es una manera de homenajear la literatura de forma festiva, lo que hacemos es que los personajes se van reservando aunque seguro que tendremos repeticiones. Lo más normal es que haya más de una Sylvia Plath o un par de “Harry Potters", fuera de eso esperamos que vengan desde “victorianas” a todo tipo de personajes”, explica Amador. Este año, además, celebran que recibieron el premio Boixareu Ginestá a librero del año, un galardón que les vino totalmente de sorpresa y que les hizo muchísima ilusión: “No nos lo esperábamos, no es un premio al que te presentes por lo que nos vino de la nada. Fue un momento de subidón total y de mucha energía, pero hemos seguido trabajando como hacíamos antes”, explica la librera.
En veinte años les ha dado tiempo a atesorar todo tipo de historias, desde clubes de lectura que han terminado siendo como una familia hasta ver como decenas de personas se han reencontrado sin quererlo en la librería. Amador recuerda en concreto una de sus historias favoritas en este momento de aniversario, una de amor como las de las novelas: “Hay una pareja que se conoció aquí. Venían por separado a la librería y una vez coincidieron y surgió el amor, por lo que la librería es un lugar de referencia para ambos. Hace un tiempo nos pidieron que si se podían casar aquí, a lo que por supuesto les dijimos que sí [ríe], estaba previsto para el verano pasado pero ella se quedó embarazada, así que de momento queda previsto para el julio que viene. El bebé es como nuestro sobrino, lo traen siempre a la librería y nos hace mucha ilusión verle”, añade sobre este encuentro romántico del que Benedito y ella salen siendo padrinos.
Finalmente la guinda de la fiesta son los lectores, sin los que no habrían llegado donde están y con los que quieren celebrar sus éxitos. Cuando recibieron el premio a mejor librería también hicieron una fiesta en la que permitieron que los lectores se hicieran una foto con la estatuilla que era tan suya como de los libreros. En la fiesta literaria, depende de la embriaguez por letras y palabras, se verá si la estatuilla sale a pasear… lo que sí que habrá son algunas velas para soplar por ese veinte aniversario, con cuidado de la mezcla del fuego contra los libros altamente inflamables. Siempre con cuidado y buena letra.
Foto: EVA MÁÑEZ
