La mejor alternativa para frenar dicha ingesta sería una disminución progresiva de los niveles de azúcar durante cinco años
VALENCIA (EP). Dos estudios publicados en Reino Unido y México sugieren que reducir los niveles de azúcar de las bebidas azucaradas pueden disminuir la ingesta de calorías y el riesgo de diabetes, pero los efectos individuales podrían ser menores de lo que se pensaba.
Así se desprende de dos trabajos publicados en las revistas 'British Medical Journal' y 'The Lancet Diabetes & Endocrinology' respectivamente, que muestran una reducción de entre 16 y 39 calorías diarias por persona.
La Comisión de Salud del Parlamento británico recomendó el pasado mes de noviembre que se incluyera un impuesto a las bebidas azucaradas para combatir la obesidad infantil, pero un portavoz del Gobierno de David Cameron reconoció que no estaban de acuerdo y propondrían otras medidas.
Graham MacGregor, que dirigió el estudio del Reino Unido como profesor de medicina cardiovascular y presidente del grupo Action on Sugar, reconoce el impacto positivo a nivel global de reducir la ingesta calórica pero admite que su efecto no sería tan fuerte a nivel individual.
Además, sugiere que la mejor alternativa para frenar dicha ingesta sería una disminución progresiva de los niveles de azúcar durante cinco años, sin reemplazarlos con edulcorantes artificiales.
"Nuestro estudio muestra que esta estrategia podría tener un profundo impacto en la reducción de la ingesta energética a partir de bebidas azucaradas, por lo que podría reducir el riesgo de obesidad y la diabetes tipo 2 a largo plazo", ha explicado en un comunicado.
En su trabajo utilizaron un modelo predictivo para evaluar el impacto potencial de una reducción del 40 por ciento de los azúcares añadidos de las bebidas en 5 años, y vieron que provocaría una caída del consumo energético de 38,4 calorías diarias al final del quinto año, con una reducción media de peso de 1,2 kilos en adultos.
Esto, según el estudio, se traduciría en unos 500.000 adultos con sobrepeso y un millón menos de obesos, lo que a su vez evitaría entre 274.000 y 309.000 casos de diabetes tipo 2 relacionados con el exceso de peso en los próximos 20 años.
El investigador Stephen O'Rahilly, de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), que no participó en este estudio, admite que se trata de una investigación "puramente teórica" que se basa en "muchos supuestos" que tendrían que cumplirse para que estos beneficios se hagan realidad.
Aunque es una intervención poco invasiva, requiere la experiencia de un médico especializado para evitar complicaciones