VALÈNCIA. (EP) Repsol ha alcanzado un acuerdo con Sinopec por el que pone fin a la batalla legal que mantenía abierta con la china, con el que se hará con la participación del 49% de ésta en la sociedad conjunta -Repsol Sinopec Resources UK (RSRUK)- que tienen en Reino Unido por un importe de unos 1.903 millones de euros, lo que permitirá además al grupo presidido por Antonio Brufau fortalecer su presencia en este país.
Según informó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), una vez completada la adquisición, Repsol se convertirá en el propietario del 100% de RSRUK. En concreto, el importe total del acuerdo asciende a 2.100 de millones de dólares (unos 1.903 millones de euros).
No obstante, Repsol señaló que la transacción no tendrá un impacto significativo en sus resultados, ya que dotó una provisión en sus cuentas para el arbitraje -cercana a los 800 millones de euros- y, además, una vez consolidada la tesorería disponible en RSRUK por la participación del 49%, el impacto neto de flujo de caja para la compañía será de 1.100 miles de millones de dólares (unos 997 millones de euros).
Así, ambas compañías suspenderán inmediatamente y, al cierre de la operación, resolverán el largo procedimiento arbitral en relación con la adquisición por Sinopec de su participación en RSRUK al grupo canadiense Talisman, que fue adquirido posteriormente por Repsol.
El acuerdo es estratégico para Repsol, ya que le permite dar por cerrado los frentes legales que mantenía abiertos con Sinopec, una vez que se cierre la operación, previsto para antes de finales de este 2023.
El asunto se remontaba a 2015, cuando Sinopec presentó una demanda relativa a la compra del 49% de las acciones de Sinopec Resources UK Limited en el año 2012 por parte de Addax y la china, y los compromisos de inversión que adquirieron junto a entonces Talisman, empresa que posteriormente fue comprada por Repsol.
Desde entonces, ambas compañías mantenían la disputa abierta, con demandas y contrademandas, con la petición por parte de Sinopec de una indemnización de 5.500 millones de dólares (unos 5.100 millones de euros) por los daños de la inversión comprometida en la sociedad conjunta en Reino Unido que tenía entonces con la canadiense Talisman.
De esta manera, Repsol zanja este enfrentamiento con Sinopec, un socio tradicional para la energética española, con la que mantiene una fuerte alianza en Brasil, y cierra también uno de los grandes frentes judiciales que mantenía abiertos.
Este jueves, con motivo de una conferencia con analistas por los resultados del primer trimestre del año, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ya tendió la mano a "un diálogo abierto" con Sinopec, con el objetivo "de lograr lo que podría ser un acuerdo justo a este conflicto".
El directivo recordó que se habían dado tres laudos parciales en este arbitraje, uno favorable a Repsol, otro desfavorable y un tercero de cinco partes, "muchas de ellas favorables".
En este sentido, recordó que Repsol es socio de Sinopec en Reino Unido y Brasil, por lo que insistió en que el objetivo era "encontrar juntos una solución razonable a esta disputa legal".
Repsol Sinopec Resources UK con base en Aberdeen, Escocia, cuenta con 11 instalaciones de producción de crudo en el mar conectadas a 48 campos en el Mar del Norte, 38 de ellos operados. Además, controla dos terminales en tierra. Su producción actual es de aproximadamente 40.000 barriles equivalente de petróleo diarios, de la cual el 40% es gas.
Con la adquisición de estos activos la compañía dirigida por Josu Jon Imaz avanza en su estrategia de 'upstream' (exploración y producción), centrada en consolidación y crecimiento de su cartera de producción en países OCDE.
Además, al tener el control total de la sociedad, acelerará la creación de valor en estos activos, al permitir una mayor eficiencia en la toma de decisiones, mayores sinergias con otras áreas de Repsol, y el desarrollo de proyectos tanto de producción como de descarbonización y transición energética, un eje clave de futuro de la compañía y la unidad de 'upstream'.
Igualmente, RSRUK cuenta con proyectos para el desarrollo de nueva producción en Claymore, Piper, Shaw y Montrose. Esta producción de petróleo y gas permite abastecer a la Unión Europea, cuyo déficit de hidrocarburos se ha visto agravado por la guerra de Ucrania.
Esta compañía también desarrolla uno de los primeros proyectos de hidrógeno verde en Reino Unido en la terminal de Flotta (Escocia), las instalaciones e infraestructura de RSRUK presentan unas condiciones atractivas para el desarrollo de proyectos de almacenamiento de C02 en línea con el impulso que el gobierno del Reino Unido pretende dar a esta actividad para convertir al país en un líder tecnológico en este espacio.
Además, la compañía estudia el uso de sus instalaciones marítimas para desarrollar proyectos de electrificación de plataformas productoras propias y de terceros, lo que contribuirá a la reducción de la huella de carbono en las actividades de producción de hidrocarburos.