Fernando Medina (en el centro de la imagen), representante de Requena en el Consejo Regulador de la DO Cava. Foto: VPVALÈNCIA. Desde principios de julio, Requena forma parte del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Cava, hasta entonces copado por el sector en Cataluña. Tal como fue informando Valencia Plaza durante la campaña y votación, Fernando Medina, consejero delegado de la bodega Dominio de la Vega, se ha convertido en el primer miembro no catalán de esta entidad. Su portavocía representa a la producción valenciana y también la extremeña, agrupada en Almendralejo, además de a la de otras zonas elaboradoras de fuera de Cataluña.
El nuevo consejo se constituyó en julio y, posteriormente, ha celebrado un segundo pleno, a finales de octubre, para adoptar la importante decisión de restringir la ampliación de la superficie cultivable en el próximo trienio, con revisión anual. El objetivo consiste en asegurar la viabilidad de la actual producción.
"Se ha crecido en los últimos años y esto puede provocar que no quede garantizada una rentabilidad mínima para los agricultores, ya que el nivel de ventas no ha aumentado al mismo ritmo", explica Medina, quien matiza que "en estos últimos años se ha producido replantación de viñedos que no eran de cava" para su reemplazo por los de este vino espumoso.
Requena, precisamente, constituye una de las zonas con más capacidad de expansión, ya que, como apunta elocuentemente el nuevo consejero de la DO Cava, "es el término municipal más grande de los agrupados en la denominación -unos 800 kilómetros cuadrados- y únicamente tiene cubierto el 15% de la superficie potencial, mientras que en zonas de Cataluña otros municipios llegan al 80%".
En concreto, abarca algo más de 4.500 hectáreas en terreno requenense. "La intención consiste en que se produzca un crecimiento ordenado que no perjudique a los agricultores y que, eso sí, se lleve a cabo en igualdad de condiciones en todas las zonas elaboradoras", ahonda Medina, quien matiza que aunque el consumo de espumosos aumenta en el mercado mundial, y con él el referente en particular a cava, no lo hace en los mismos parámetros que la producción como para asegurar la rentabilidad a todo el sector.
En cualquier caso, la decisión adoptada de controlar ese crecimiento, con revisiones anuales, dependerá en gran medida de lo que ocurra con la cercana campaña navideña, la que aglutina la principal porción de la venta de cava. A ella llegará el sector con "una subida de precios en el campo respecto a otros años porque se ha producido una merma debido a la meteorología. Lo ideal sería mantener ese nivel en el futuro".
La panorámica navideña condicionará el porvenir. "No hemos salido de la crisis, con pandemia, inflación, guerra de Ucrania... y venimos de una campaña de 2021 en la que se suspendieron muchas cenas en diciembre por la expansión de la variante de covid ómicron. La próxima Navidad resultará muy significativa para sacar conclusiones sobre el futuro del cava", apunta el consejero valenciano en la DO Cava, quien insiste en que "ahora es el momento de esperar a ver cómo evoluciona el consumo", con el deseo de que "vivamos una campaña tranquila, sin los contratiempos de 2021".
En los cuatro meses que lleva en la DO, a pesar de que únicamente haya celebrado dos reuniones su nuevo consejo compuesto de 12 miembros, Medina ha respaldado esa importante decisión de limitar la ampliación de superficie y ha insistido en dos factores clave: marketing y comunicación. De hecho, forma parte de la comisión que los orquestará.
"Tenemos que modernizarnos mucho e ´italianizarnos´ en lo que a capacidad vendedora y comunicativa se refiere, no a calidad, ya que la nuestra es elevada", sostiene, para anunciar que "voy a pedir una ampliación del presupuesto destinado a este fin (1,3 millones). O se invierte más dinero o alguna de las actuaciones que se está llevando a cabo es mejor no hacerla y sustituirla por otra más efectiva".
