MADRID (EP). Bankia registró un beneficio neto de 142 millones de euros durante el primer semestre de este año, un 64% inferior al obtenido hace un año, debido a las provisiones para hacer frente a posibles contingencias como consecuencia de la situación generada por el coronavirus.
En concreto, la entidad ha efectuado una dotación de provisiones de carácter extraordinario de 185 millones de euros que, sumados a los 125 millones del primer trimestre, alcanzan los 310 millones. Además, en el segundo trimestre del ejercicio la entidad ha realizado la aportación anual al Fondo Único de Resolución (FUR) por valor de unos 60 millones de euros. El objetivo de estas dotaciones es reforzar "todavía más" el balance y contar así con la "máxima flexibilidad" para atender las necesidades financieras futuras de los clientes, según ha subrayado la entidad.
El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha reconocido que el segundo trimestre de 2020 ha sido "uno de los más complejos" a los que se ha tenido que enfrentar la entidad en su historia. En este sentido, Goirigolzarri ha subrayado que el confinamiento obligó a cambiar completamente el catálogo de productos de la entidad "de un día para otro", un reto que logró gracias a la flexibilidad de sus sistemas y al "tremendo esfuerzo" llevado a cabo por todos los profesionales de Bankia.
"Por supuesto, la pandemia también ha tenido un impacto en nuestros resultados", ha explicado Goirigolzarri, tras poner en valor que Bankia ha sido capaz de aumentar de nuevo su solvencia en un trimestre "tan complejo" y ya roza el 14% de ratio de capital, con lo que se mantiene "como líder destacado de la gran banca española". En concreto, teniendo en cuenta las medidas de flexibilización de capital adoptadas por los reguladores, la ratio de capital CET1 'fully loaded' ha sido del 13,95%, lo que supone una generación de capital de 100 puntos básicos sobre el primer trimestre de 2020.
Sin incluir este efecto, la ratio de capital CET1 FL a cierre de junio ha sido del 13,27%, lo que supone una generación orgánica de capital de 32 puntos básicos. Por su parte, el CET1 'phase in' ha finalizado el semestre en el 14,32%, lo que significa un colchón de 594 puntos básicos sobre las exigencias regulatorias. Asimismo, la gestión del riesgo ha permitido rebajar la tasa de mora al 4,86%, 18 puntos básicos menos que a cierre de 2019 y 88 puntos básicos menos que un año antes. Además, la tasa de cobertura alcanza el 55,6%, es decir, 1,6 puntos porcentuales por encima del cierre del año pasado.
Los activos improductivos netos (NPAs), que unen los créditos dudosos y los activos adjudicados, han descendido en el trimestre y su tasa ha bajado hasta el 3,1% de los riesgos totales, muy cerca del objetivo del 3% establecido en el Plan Estratégico 2018-2020.
El margen de intereses acumulado en el semestre sumó 922 millones de euros, un 9,4% menos que en el mismo periodo de 2019 a causa del impacto de la curva de tipos en el rendimiento de la cartera crediticia y a la menor contribución de intereses de la cartera de renta fija y los dudosos. No obstante, el margen creció un 1,3% respecto al primer trimestre de 2020 impactado positivamente por el incremento de la financiación del BCE remunerada a tipos positivos y por el ahorro en costes financieros.
A cierre de junio, los gastos de explotación alcanzaron los 890 millones de euros y descendieron un 2,4% sobre el primer semestre de 2019, mientras que en la comparativa del segundo trimestre respecto al primero la caída es del 7,1%.
Por el lado de los ingresos, las comisiones netas registraron un avance del 9,5% interanual en el semestre (+5,8% frente al primer trimestre de 2020) gracias al buen comportamiento de las relativas al negocio bancario más recurrente con clientes y de las generadas por el negocio mayorista. Con respecto al segundo trimestre del ejercicio 2019, el crecimiento es del 10%. El resultado 'core' (margen de intereses y comisiones, menos gastos de explotación) se situó en los 335 millones de euros en el segundo trimestre, lo que supone un crecimiento del 19,6% respecto al trimestre anterior.
Por su parte, el consejero delegado de Bankia, José Sevilla, ha afirmado que "ha sido un trimestre de fuerte expansión del crédito a empresas, muy apoyado en las líneas de avales ICO", mientras que en el negocio de particulares se ha visto "una sólida recuperación de la actividad a lo largo del trimestre que ha sido especialmente positiva en hipotecas y fondos de inversión".
Desde el inicio de la crisis, Bankia ha concedido cerca de 4.080 millones de euros en moratorias hipotecarias (tanto las recogidas en el real decreto, como las soluciones propias puestas en marcha por la entidad) a través de más de 40.200 operaciones. Por el lado del consumo, las moratorias alcanzan los 330 millones de euros y 51.500 operaciones.
Sevilla ha indicado que el avance en el segundo trimestre de los ingresos recurrentes, margen de intereses y comisiones, a pesar del entorno económico, "supone empezar la segunda mitad del año con una cuenta de resultados con ingresos en crecimiento, con unas ratios de dudosos mejores y con un importante aumento de la solvencia, lo que permite ser optimistas sobre la evolución de Bankia en el conjunto del año 2020".
Sevilla ha destacado que, en paralelo, la calidad del balance "ha continuado mejorando con una reducción de la ratio de activos improductivos y una mejora de la cobertura", apoyada "en la positiva evolución de la ratio de capital". Asimismo, el saldo de crédito no dudoso (vivienda, consumo, empresas y promotor) alcanzó los 110.400 millones de euros, registrando un crecimiento del 3,5% desde el cierre de 2019 (+3,3% respecto al primer trimestre de 2020).
Por su parte, la formalización de hipotecas ha llegado hasta los 1.461 millones de euros en el semestre y se sitúa por encima de la cifra alcanzada en el mismo periodo del ejercicio anterior (+0,1%). Además, junio ha sido, según la entidad, el mejor mes en formalizaciones (308 millones de euros) en lo que va de ejercicio, mientras que la cuota de nueva producción a cierre de mayo era del 8,16% (6,63% en mayo de 2019).
Asimismo, el crédito a la clientela bruto ha cerrado junio en 125.603 millones de euros, un 4,1% más que en diciembre de 2019 y los recursos de clientes minoristas se incrementan un 2,3% debido al crecimiento de los depósitos estrictos (+3,3%) por el repunte del ahorro durante el Covid-19.
Por otro lado, la entidad sumó en el primer semestre más de 187.500 clientes digitales y alcanza los cuatro millones, lo que supone el 57,1% del total, frente al 49,7% de junio de 2019. Por su parte, las ventas digitales representan ya el 39,9% de todas las realizadas por el banco, desde el 24,4% de hace un año. Además, durante los meses del confinamiento por el Covid-19 hubo picos en los que las ventas representaron más del 58% del total.