Jesús María Herrera, consejero delegado de CIE Automotive MADRID (EFE). La empresa vasca de componentes de automoción CIE Automotive obtuvo en 2020 un beneficio neto de 185,2 millones, un 35 por ciento menos que en el ejercicio anterior, ha informado la compañía a la CNMV. El EBITDA, resultado bruto de explotación, fue de 431,2 millones, un 27 por ciento menos, y la facturación alcanzó los 2.882 millones, con una bajada del 21 por ciento.
El grupo ha destacado la "rápida recuperación" que ha conseguido tras el confinamiento, con un cuarto trimestre con producción en niveles normalizados, que se ha reflejado en las cuentas. Así, en el cuarto trimestre del año el beneficio fue de 67,4 millones, un 6,6 por ciento más que en el mismo trimestre del 2019. Todas las zonas geográficas mejoraron sus márgenes en este cuarto trimestre de 2020.
CIE ha cerrado el año con una deuda financiera neta de 1.594 millones, un 4,7 por ciento más que los 1.522 millones de 2019, con un pico de deuda alcanzado en el mes de mayo, reducido por el efecto de la gran generación de caja del segundo semestre del año de 175 millones. También cuenta con una reserva de liquidez de 1.497 millones.
De cara al 2021, las perspectivas de CIE son que el Ebitda -que ha sido de los citados 431 millones este año- crezca un 17 por ciento, y que la generación de caja sea un 60 por ciento del Ebitda. Por último, el grupo considera que el precio de la acción, que se revalorizó el año pasado un 5 por ciento interanual, "no ha reflejado íntegramente factores como la reducción de capital del 5 % o el hecho de que hemos batido significativamente a nuestros competidores". Este jueves, tras anunciar estos resultados, subía un 3 por ciento a las once y cuarto de la mañana.
