Retórica, dícese del arte de utilizar la palabra para convencer o seducir. Maestría, en el lenguaje coloquial, es el talento o la capacidad que tiene una persona, que le permite sobresalir del resto en un contexto específico. Toca olvidarse de la primera y considerar seriamente la segunda. No hay tiempo para preámbulos, lo hemos acabado de agotar del todo estos meses de forzada y oscura inactividad.
Esta crisis ha empujado el cambio sobre el que llevamos tiempo teorizando, creo que era Einstein el que decía que un práctico es un teórico sin ninguna teoría para poner en práctica. El tiempo es la mejor moneda de cambio ahora, aprendamos a utilizarlo, investiguemos a nuestros compañeros de juego, enseñemos nuestras cartas con convicción y claridad, y si ganamos, estupendo, y si no, sigamos jugando, aprendamos de nuestro éxito y de nuestro fracaso, y juguemos sin parar.
Y si el juego que hemos escogido no nos resulta, cambiemos rápido, porque necesitamos encontrar nuestra maestría, esa que surge cuando depuramos nuestra propuesta de valor con nuestro equipo. Recordemos que la verdad que está ahí fuera ha cambiado, y que es posible que ahora sea el bosque el que no nos deje ver los árboles, porque ¿de que nos sirve estar motivados si no identificamos correctamente el nuevo escenario?
Hemos cambiado la acción por el conocimiento de cliente, un PC nos basta para movernos, si no estamos digitalizados, no estamos, nuestros líderes no deben mandar, deben empoderar, la madurez era un estatus ayer, hoy la creatividad es progreso, la capacitación era un gasto, hoy es una inversión, y el análisis de los datos se ha vuelto imprescindible.
¿Y que me dicen del famoso entorno VUCA?, materializado por los USA después de la guerra fría, allá por los 90, que tan bien nos define ahora, VOLATILIDAD, INCERTIDUMBRE, COMPLEJIDAD, AMBIGÜEDAD, ese que si conseguimos integrar nos ayudará a anticiparnos y a comprender cuál es la causa y cuál el efecto, y en dónde están las oportunidades.
Todo parece indicar que hoy más que nunca quién tire del carro no será el caballo ni el conductor, será la avena.
Juan Miguel Gaspar Vives es adjunto a la dirección de Desarrolla