VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València no eliminará el túnel de la avenida Pérez Galdós, al menos por ahora. La concejalía de Movilidad pospondrá la actuación al recabar un informe que asegura que, para llevarla a cabo, serían necesarios ensayos y estudios previos que retrasarían las obras al menos durante tres años y, por tanto, no se cumplirían los plazos exigidos para obtener financiación de los fondos europeos. Por ello, aunque el gobierno municipal no ha descartado acometer este proyecto en un futuro, al sí lo postergará, tal como explicaron este miércoles los concejales de Urbanismo y Movilidad, los 'populares' Juan Giner y Jesús Carbonell, respectivamente.
Los ediles justificaron la decisión un informe técnico encargado desde el Ayuntamiento según el cual el proyecto que tramitaba el anterior gobierno local no contaba con toda la información necesaria, por lo que no había contado con la necesidad de realizar campañas y mediciones previas, además de obras no previstas que supondrían retrasos en la ejecución del proyecto. En concreto, el informe dice que todo ello supondría un retraso total de 36 meses. De manera que estos nuevos trabajos llevarían a acabar las obras en 2028, lo cual excedería la fecha límite de diciembre de 2025 fijada por la Unión Europea para obtener los fondos Next Generation EU, solicitados para esta obra.
Según el informe, al que ha tenido acceso Valencia Plaza, "la información técnica sobre la morfología, las características constructivas y el estado actual de la estructura del paso inferior (pantallas, forjados y colector), era prácticamente inexistente" en los pliegos del concurso convocado por el anterior gobierno, por lo que "cualquier hipótesis lanzada sobre la eliminación del paso inferior se hacía sin datos previos y quedaba condicionada en fase de proyecto a un análisis exhaustivo de los elementos estructurales".
En ese sentido, prosigue el informe, para obtener "conclusiones válidas para la intervención en el conjunto de la estructura" son precisas "una serie de campañas de reconocimiento del terreno" y otras pruebas "para conocer la geometría de la parte no visible" y de auscultación para "conocer la calidad de los materiales". Unos trabajos no previstos en un principio que "implicaría unos plazos tales que, junto con el análisis y desarrollo posterior de las soluciones, se excedería del plazo disponible para la redacción del proyecto, retrasando entonces el resto de los plazos para la licitación y ejecución de las obras".
Así pues, adicionalmente a la ejecución de las obras, sería "necesario ampliar los plazos de redacción del proyecto, así como de los trámites administrativos asociados, requiriendo un plazo total adicional no inferior a 36 meses", explica el documento. Una alternativa a todo ello sería instalar una "estructura auxiliar totalmente independiente", pero su coste alcanzaría "como mínimo" los 19 millones de euros y un retraso de 24 meses, por lo que también se considera "inviable" tanto presupuestariamente como a nivel de plazos.
Por todo ello, el documento expone que "la eliminación del paso inferior y la utilización de su espacio en superficie se deberá de acometer en otra actuación futura, garantizando el tiempo adecuado para realizar su análisis y diseño, y disponiendo del presupuesto para su ejecución". Mientras, señalan, "se propone mantener el paso inferior sin cubrir y en servicio provisional" y realizar los mencionados trabajos previos a la redacción del proyecto de eliminación del túnel.
Así pues, el ejecutivo local ha descartado llevar a cabo el cubrimiento del vial subterráneo por el momento, y el proyecto definitivo propone "dejar el túnel en servicio provisional y una sección tipo para el resto de la avenida de dos carriles motorizados en cada sentido, la ampliación de las aceras arboladas y un carril bici bidireccional en uno de los lados". Una propuesta que, incide, "respondería los objetivos de accesibilidad y peatonalización para los que le fue concedida la subvención Next Ge neration UE además de cumplir en plazos y presupuesto".
"Es decir, no renunciamos a eliminarlo, pero debe enmarcarse en otro proyecto viable, al margen de la financiación de estos fondos Next Generation", apuntó Giner en este sentido, y puntualizó que el nuevo proyecto lleva algunos cambios que suponen una serie de modificaciones en la planta viaria no previstos inicialmente, por lo que aumentará el coste final de la actuación.
En un principio, el coste de las obras se había cifrado en 11,8 millones de euros, de los cuales 8,8 millones procedían de los fondos europeos Next Generation EU. Sin embargo, también el mencionado informe asegura que serán necesarios nuevos trabajos no previstos inicialmente, vinculados especialmente a la seguridad de la actuación, además de detectar una "infraestimación" de los costes de urbanización. Todo ello, sumará cerca de 9,9 millones de euros a las obras. En total, la actuación costará más de 21 millones de euros frente a los 11,8 previstos inicialmente.