Revista Plaza Principal

Director general de Afín SGR de la Comunitat Valenciana

José María Badía: «Es bonito ver hacer realidad los proyectos que se avalan»

José María Badía encuentra satisfacción en ayudar a proyectos empresariales que se encuentran en un momento de necesidad financiera. Tras cinco años dirigiendo Afín SGR, Badía no ha perdido el ímpetu que le llevó hace más de veinte años a sumergirse en el arte de reflotar compañías en situaciones complejas

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José María Badía (València, 1975) vive rodeado de cifras. Está constantemente vinculado a ellas por su ocupación: dirigir la Sociedad de Garantía Recíproca de la Comunitat Valenciana, Afín AGR. Pero, además, admite que le gusta entretenerse con ellas y con la tecnología, por lo que las pantallas perviven en su tiempo libre después de la jornada laboral. «Yo me manejo bastante bien con estructuras de bases de datos y con temas de programación», cuenta Badía, a quien la pasión por su profesión le sale a borbotones con facilidad en el primer intercambio de palabras.

Aunque su modestia le hace optar por un perfil bajo, lo cierto es que su carrera profesional destaca por haber conseguido reflotar empresas que se encontraban al borde del colapso financiero. Con esos logros a sus espaldas aterrizó en la dirección general de Afín SGR, dedicada a facilitar el acceso a financiación a pymes y autónomos.

Recuerda sus inicios profesionales en València, cuando comenzó con trabajos técnicos, en empresas del sector tecnológico. «Luego cambié y trabajé en varias compañías del sector de la alimentación. que no tenían nada que ver con lo que había hecho», comenta. Al poco tiempo de esos inicios, una circunstancia personal le llevó a restringir su movilidad profesional, por lo que se centró en desarrollar su carrera en Valencia. «No podía moverme geográficamente, pero podía llegar a determinados acuerdos con auditoras, consultoras y entidades financieras con las que había trabajado en proyectos anteriores», explica. Esa estrategia le permitió involucrarse en proyectos complejos que, gracias a su experiencia, lograron salir adelante. En algunos casos, Badía entraba en la compañía, tomaba el control financiero para resolver una determinada situación y, una vez resuelta, salía de la misma. Además, tuvo una etapa en la que combinó su trabajo con la docencia como profesor asociado en la Universitat de València. «Fue una experiencia que me gustó mucho».

Dos décadas de experiencia

Su trayectoria le ha permitido adquirir una visión transversal del mundo empresarial y afrontar procesos de reestructuración complejos con una mirada estratégica. Una de las mayores satisfacciones que Badía experimenta con su trabajo es ver cómo afloran con éxito proyectos empresariales que acudieron a la sociedad que dirige para reflotar el negocio. Para ello, no escatima tiempo en analizar mil y una maneras y métodos, si es menester, para dar con la solución más eficiente. «Es muy bonito ver cómo se hacen realidad los proyectos que se avalan y ver la alegría del propio receptor del aval», explica Badía, quien no esconde su obstinación por medir cada método de trabajo y cada paso en las operaciones que aborda la entidad.

Más allá de los números, los balances y la gestión financiera, Badía se define también por sus intereses personales, que revelan un perfil curioso y cercano. El director de Afín SGR combina sus más de dos décadas de experiencia con una vida marcada por la curiosidad tecnológica, la pasión por la música y el gusto por las novelas negras. A su afición por la tecnología es a la que más tiempo dedica; empezó desde joven como una manera de entretenimiento y se ha convertido en una herramienta con aplicación profesional, ya que le facilita analizar datos y comprender mejor los procesos internos. No oculta que, incluso después de una jornada intensa, no le cuesta sentarse frente al ordenador y experimentar con nuevas soluciones. Lo hace, asegura, porque le gusta y le resulta útil en su día a día.

No obstante, en su tiempo libre, también hay espacio para otros intereses, como la música, que ocupa un lugar especial. Reconoce que el blues es su elección cuando busca un fondo relajado, aunque sus gustos son amplios y viajan de la música clásica al rock sin problemas. También la lectura es un refugio, especialmente en verano, cuando el ritmo de trabajo le concede algo más de espacio. Se inclina por la novela negra, un género que valora por su concreción y agilidad narrativa.«Soy una persona práctica y admito que me gustan las lecturas que van al grano y que no se enredan en descripciones muy largas y eso es algo que encuentro en la novela negra», confiesa. Entre sus lecturas más recordadas están las primeras obras de Carlos Ruiz Zafón  y los libros de autores como Fred Vargas, que lo acompañan en sus descansos estivales.

El cine es otra de sus aficiones, aunque admite que cada vez lo disfruta más en casa que en una sala. Para él, reflexiona, «la inmediatez de las plataformas digitales ha restado parte de la magia» de estrenar película en pantalla grande. Eso, no obstante, no ha hecho que pierda el gusto por dejarse atrapar por una buena historia.

Casado y padre de dos hijos, José María Badía reside en el centro de València y cuenta con una segunda vivienda en La Ribera, donde dispone de un espacio para desconectar sin alejarse demasiado de su vivienda habitual y su trabajo, al que incluso le dedica tiempo casi sin pretenderlo fuera de la oficina. «Aprender a desconectar más es una de mis asignaturas pendientes», confiesa el director general de Afín SGR, quien ha convertido su obsesión por hacer siempre las cosas mejor en su impronta personal.

 

Formación & hobbies

Estudios: Administración y Dirección de Empresas. 

Máster y cursos: Dirección estratégica por la Universitat de València y certificado en el Programa de Desarrollo Directivo del IESE.

Hobbies: La tecnología es su otra pasión. Dedica tiempo a bucear en estructuras de bases de datos y coquetea con la programación, lo que también aplica a nivel profesional. El cine, la lectura y la música componen el resto de sus intereses fuera del ámbito laboral. En concreto, la novela negra es su género favorito debido a su intriga y prosa más directa y ágil, mientras que sus gustos musicales abarcan desde el blues al rock, pasando por piezas más clásicas que elige según el ambiente en el que desea sumergirse.

* Este artículo se publicó originalmente en el número 129 (septiembre 2025) de la revista Plaza

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