VALÈNCIA. Visitas Canarias, paseas por la playa y casi sin quererlo, eres parte de una de las fotos más pintorescas de la monarquía española. Una composición hiperrealista que ni el republicano más vengativo hubiera ideado contra los Borbones. Un cóctel de despropósitos costumbristas tan sencillo como explosivo.
En resumen: Una señora sonriente con mascarilla integral casera y una silla plegable de playa al hombro jalea a sus majestades; abajo, en la arena, otra en pareo vislumbra desde la barandilla el posado real. A la derecha de la imagen alguien agita la bandera de España y a su vez, nos descubre la presencia de dos caballeros de bien: uno con sandalias y calcetines que pasaba por allí y otro, en bañador y chancletas de baño verificando en primera fila que sí, que esos dos que están ahí plantados son los Reyes de España. ¿alguien da más?
Por supuesto que uno se encuentra con esta imagen y lo primero que hace es coger el móvil y disparar por Twitter o Whatsapp, eso ya depende de lo monárquico que seas o te sientas ese día. Y es lo que ha pasado esta semana tras la visita de los Reyes de España a las Islas Canarias. No corren buenos tiempos para la monarquía española, las lunas de miel se convierten en hiel y en su contra, los memes sobre la Casa Real se han convertido en joyas cotizadas que han transitado velozmente de un smartphone a otro.
Esta imagen durante la semana ha tomado mil formas y contextos, inspirando gran parte de la ácida actividad tuitera. El imaginario popular ha conseguido colar en la foto al Rey emérito Juan Carlos I, a Mariano Rajoy caminando, a Bob Esponja, al archiconocido cocodrilo del Pisuerga, a Santiago Abascal, a Torrente y hasta al basto de la sota de la baraja de Heraclio Fournier, entre muchos otros.
Los reyes posan, no muy orgullosos y un poco compungidos por la situación. Gajes del oficio. Nadie dijo que ser rey fuera cuestión fácil, por mucho que nos coronaran en nuestras casas las abuelas, madres o tías. Lo que es evidente es que el orgullo de la corona esta semana ha vuelto a quedar tocado y que mejor, que dar paso a otro tipo de orgullo y satisfacción.
Hoy 28 de junio de 2020 se celebra el día internacional del Orgullo LGTBI en un contexto de ‘nueva normalidad’. Este año no habrá fiesta ni desfile, pero habrá reivindicación desde lo virtual y con las redes sociales como altavoz de la causa. #Orgullo2020 ya se ha colado como el hashtag más destacado en Twitter desde el pasado viernes y también es una tendencia destacada en otras plataformas, como Linkedin, que lleva ya unos días luciendo la bandera arcoíris en su avatar y adaptándolo con animaciones o en el caso de Facebook, que han comenzado a animar sus logos con la bandera arcoíris y a promover el hashtag #ShareWithPride. Un compromiso corporativo al que también se han sumado muchos medios de comunicación y empresas sensibilizadas por la causa.
Aquí entran los casos como la manifestación de ultraderecha convocada en València para celebrar el ‘Orgullo Hetero’ en València y cuyo cartel ha circulado de forma considerable por whatsapp o por ejemplo, otro tipo de ataques como los que han sufrido los buzones y furgonetas de Correos con la bandera del arcoíris aprovechando la renovación de su imagen, como hecho normalizador y consecuente con la sociedad actual. Aun así, más allá del hecho puntual, cabe destacar el debate que estos gestos generan en las redes sociales. Aquí un hilo que sirve de ejemplo.
No obstante, si hay un tweet que ha arrasado en las últimas horas ha sido el de la nueva foto de perfil de la Guardia Civil. Muy poco misterio pero mucho escándalo ante la publicación realizada desde el perfil oficial de la benemérita. La bandera del arcoíris y encima, el escudo de la institución que siempre vemos sobre un fondo verde. Y como muestra de su éxito, el rendimiento espectacular de la publicación: más de 12.000 comentarios, 29.000 retweets y 78.000 likes.
Algo tan sencillo y común que ha despertado miles de comentarios descarando a homófobos en la red social del pajarito y que también ha generado un debate sobre el posicionamiento de la Guardia Civil ante la celebración del día del Orgullo LGTBI, incluso algunos señalando sin tapujos al Ministro Grande Marlaska por sus movimientos en la cúpula de la institución en las últimas semanas. Un hecho carente de todo fundamento, ya que solo hay que rastrear un poco por el historial de la red, tal como ha hecho el tuitero Marcelino Madrigal, para dejar claro que en 2017, en pleno gobierno del Partido Popular, la Guardia Civil también tomó posicionamiento en favor del movimiento LGTBI desde su cuenta, como aquí se puede ver.
Pero claro, de todo hay en la viña del señor y no todo ha sido guasa esta semana. Y se acepta, se respeta, pero en ocasiones toca parar los pies al exaltado y explicar que las cosas no son como se pintan y todo tiene un porqué. Vamos, tal como se hace con los niños. En este nos hemos encontrado con el oportunismo incendiario de Vox y su diputada Macarena Olona, quien apareció en escena para escenificar un ataque a todos los postulados actuales de defensa de la mujer llevados a cabo por el Gobierno de Pedro Sánchez y sus políticas contra la violencia machista. Un discurso contundente de esta abogada del Estado que es diputada de la formación de ultraderecha y que no tardó en viralizarse por las redes sociales alentado por sus defensores, pero que brindó conversaciones interesantes en la interpretación de un tema tan delicado socialmente, como es el maltrato.
Y en estas, apareció de la nada un hashtag que nos dejó boquiabiertos, el #ConguitosliveMatter. En plena ola de revisionismo histórico, histerias colectivas y estatuas destronadas, le cae el golpe a la Chocolates Lacasa y a un producto clásico de su repertorio de dulces como son 'Los Conguitos'. Todo empezó a través de una iniciativa en Change.org, sumado a una noticia en un diario nacional y acabó en el corral de las batallas políticas, es decir, en Twitter.
Queda claro que el nombre del producto queda trasnochado para los tiempos actuales, al igual que le ocurre a muchísimas otras marcas y productos que están vigentes en nuestro día a día y cuya imagen y nombre no se ha adaptado. Aquí ya entran los criterios empresariales y el saber evolucionar el producto. Ya en su día, Lacasa 'suavizó' el estereotipo racial de la imagen del producto eliminando matices relacionados con la raza negra, como solución ante las críticas. Además, sacó su línea de 'Conguitos blancos' con el propósito de romper la percepción racista que le pudiera acompañar.
No obstante, más allá de lo que decida hacer la empresa ante esta crisis de reputación sobrevenida, la tendencia de #ConguitosLiveMatter en Twitter ha tenido tanto una vía de humor ácido como una concentración masiva de ataques hacia los postulados progresistas o a favor del revisionismo del nombre del producto; así, como una dosis de oportunismo político por parte de cargos de Vox ante la cuestión, que ha despertado alguna sospecha. Solo hay que ver el salseo de tweets entre Rocío Monasterio y Espinosa de Los Monteros con la bolsa de Conguitos en la mano. ¿Puede que haya sido un globo sonda? Probablemente. ¿Se ha colado en el debate y ha tenido su momento de gloria? También.