Cinco ideas alternativas para unos regalos modernos de espíritu outsider, pero sin pasarte de frenada
VALENCIA. Aquellos que hayan comprado, empaquetado y envuelto con el debido esmero la cesta de colonias no tienen remedio. Ni qué decir de quienes escogieron meticulosamente el conjunto de guantes, bufanda y gorro. Unos regalos para Reyes más originales son posibles, y así lo demuestran un buen número de comercios valencianos que albergan en sus estantes propuestas especiales para los rastreadores curiosos. Outsiders, hipsters, muppies, geeks… o simplemente personas con buen gusto. Los clásicos de nuestra modernidad pasan por juguetes que no son juguetes, libros infantiles muy adultos o tejidos nada sintéticos, sin olvidar los deslices del paladar. Solo por una vez, aléjate de los grandes almacenes y medita un poco tu adquisición. El mundo te lo agradecerá.
Dile adiós al osito Teddy, los niños ya no quieren a Dumbo. Esto va de juguetes que no son juguetes, pero al mismo tiempo pueden serlo. El estudio de creación Nituniyo presenta una estampida de figuras con forma de elefantes, jirafas, rinocerontes, felinos, gorilas e hipopótamos. Hasta un dromedario y un saltamontes. Un paseo por el Bioparc motivó su primera tirada, pero los perros y los gatos no tardaron en incorporarse a la manada, ya que cualquier petición personal puede ser tenida en cuenta. Los encargos se realizan a través de Internet o en tienda (Kubelik, Estudio 64), mientras que el precio depende del tamaño (hay tres estándares) y el material (forex, madera, metracrilato),
“Todo empezó con los niños. La hija de Carlos nació en septiembre, ahora hace tres años, y luego llegaron las guarderías, la manualidades… Ése fue nuestro pistoletazo de salida”, relata Empar Dolz. Ella y él, junto con Eva y Jesús, conforman Nituniyo, cuyo origen cabe buscar un despacho de arquitectura. Tras hacerse un hueco en la vanguardia y pasearse por numerosos mercadillos, su especialidad actualmente es el diseño, por lo que elaboran figuras, cortes, collages y otros muchos artículos de estética impecable. También en gran formato: el año pasado concibieron la Falla infantil de Castielfabib, que tenía forma de elefante y competía por Ingenio y Gracia. Repetirán esta vez con el monumento de los adultos.
Que Media Vaca mola mucho es sabido por todos los amantes de la literatura. No solo por sus más de cincuenta títulos editados, por los múltiples premios internacionales, por la vaca electrificada de su página web, por el gusto caprichoso (y certero) de sus editores, porque hacen libros ilustrados… también, y sobre todo, porque se dirigen a los niños. Una editorial en miniatura de prestigio. Al frente se encuentran Vicente Ferrer y Begoña Lobo, que mugen sin complejos en el páramo valenciano. Preguntados por el regalo perfecto, hacen una apuesta ruidosa: la colección Libros para Mañana, de temática política.
Cómo puede ser la democracia, Así es la dictadura, Hay clases sociales y Las mujeres y los hombres componen una serie de cuatro títulos pensada para los lectores más jóvenes. Fue publicada entre los años 1977 y 1978, poco después de la muerte de Franco, por la editorial barcelonesa La Gaya Ciencia. Ellos han decidido mantener intactos los textos, “porque son perfectamente vigentes hoy”, y han sustituido las ilustraciones. “Ahora que los adultos estamos escuchando tanto sobre política, es interesante que los niños también sepan de qué se habla”, destaca Ferrer, quien defiende la necesidad de que se traten temas variados para el público menudo: “Los clásicos libros infantiles existen en abundancia; estos, no”.
Cuando la PS4 y la Xbox One apenas eran chips, las máquinas de arcade ya había conseguido dominar las salas de recreativos, haciendo repicar las monedas de los gamers del momento. Ninguno sería capaz de resistirse a esta edición con la imagen del Capitán América, que no solo está completamente restaurada, sino que contiene el juego original por el que repicaban las monedas en los años 80. El sueño de los nostálgicos de la década. También uno de los tesoros más codiciados de la isla Retroriginal, en la que los bucaneros Jorge Gresa y Sergio Prieto han desembarcado piezas vintage de medio mundo.
Entre ellas, un Playmobil de 150 centímetros, que se ponía en las jugueterías de Alemania para invitar a los clientes a comprar, o el Pinball electromecánico de un solo jugador, seguramente rescatado de algún bar de toda la vida español. Prieto también destaca el cartel del nodo, “porque mucha gente asocia el noticiario únicamente al cine y la televisión, pero también se realizó en cartelería para ayuntamientos y lugares públicos”. El cartel de Iberia, propio de las agencias de viajes de los años 50, también tiene su propia historia: "Incluye la matrícula del avión siniestrado en el aeropuerto de Los Rodeos de Tenerife, en 1965, el Super Constelation EC-AIN Iberia".
¿Para qué arriesgarte a comprar un suéter desacertado cuando puedes avivar un diseño propio? De eso va el knitting, cuyas posibilidades no solo pasan por la indumentaria, sino también por las muñecas, la decoración o la joyería. Marieta Leyda, de la tienda valenciana Mikita Lapena, cuenta que estos días no solo han incorporado piezas exclusivas, sino que han incrementado el número de talleres especiales y artistas invitadas. Todo por incentivar una afición que cada día se cobra más adeptos. No obstante, los regalos más demandados siguen siendo los sets DIY (Do It Yourself) de ganchillo y de punto. Desde chales a bufandas, disponibles en varios colores. Por supuesto, es posible recoger el producto ya manufacturado, pero el verdadero espíritu 'antipenas' pasa por llevarse el kit completo, con las agujas y las instrucciones. Y coser, coser, coser...
Queda el postre. El Roscón de Reyes, que dependiendo de la tradición puede ser un presente autoimpuesto (si te atragantaste con el haba el año pasado, por ejemplo). El monarca de la mesa al que, como no podía ser de otro modo, las bakeries le han dado su enfoque. Los hay bañados de chocolate, con reducción de Pedro Ximénez, rellenos de naranja y en Dulce de Leche... sí, rellenos de dulce de leche. La pastelería argentina más famosa del barrio de Ruzafa continúa la tradición de años anteriores, manteniendo la masa original, pero innovando en la crema. "A la gente le han gustado. Llevamos haciéndolo desde los tiempos de la pastelería de Jesús y siguen demandándolo", comenta la encargada Verónica Ruiz. Los reticentes, pueden optar por nata, trufa o combinar. Por cierto, el día 6 habrá brunch en el local como cualquier domingo. La modernidad terminará por engullirnos.