VALÈNCIA. El alcalde de València, Joan Ribó, ha obviado las peticiones realizadas por las empresas tecnológicas de la Marina de València que, hace casi año y medio, le hicieron llegar un escrito mostrando su disconformidad con la gestión del espacio dirigido por el Consorcio Valencia 2007, en estos momentos en liquidación.
De hecho, fue la condonación de la deuda de la Marina de València por parte del Estado lo que propició esta situación, al no saber quién realmente se encontraba al frente del espacio. Un momento en el que se hablaba de "incerteza" e "inseguridad jurídica" y que, a día de hoy, sigue manteniéndose y ha derivado en la solicitud de estar bajo el paraguas de la Autoridad Portuaria de València.
Sin embargo, que algunos de los proyectos vayan cambiando de casero no significa que el espacio vaya solucionando los problemas del entorno. Más allá de desatascar finalmente la adjudicación de la Estación Marítima a Valencia Innovation District, lo cierto es que el espacio no ha sufrido prácticamente mejoras y, algunos proyectos, hablan de "abandono total". Entre los firmantes de dicha carta hace año y medio estaban Marina de Empresas, Innsomnia, Biohub, Zeus y Startup Valencia.
Desde entonces, tras dos reuniones con alcaldía, los avances no han llegado pero sí los conflictos, como el de Marina de Empresas con el Tinglado 4. Unas críticas generadas por la tardanza del consistorio para resolver la ampliación del centro emprendedor, entorpecida por confusiones en la documentación dada del espacio, que se encontraban desactualizadas. "Ni más buses, ni más, luz, ni ordenar los viales, ni repintar suelo para quitar lo de la formula 1, ni apertura de los diques para paso publico", señalan desde una de las firmantes.
En la petición realizada hace año y medio, estas compañías solicitaban al alcalde de València la ampliación de la concesión de las bases a 25 años, para poder atraer empresas y acometer las inversiones de adecuación del espacio con garantías y soluciones duraderas, dado que son instalaciones previstas para ser provisionales. De hecho, en ese camino, también se pedía legalizar las bases antes de la licitación, cambiando su uso industrial a un uso administrativo antes de sacarlas.
En la vía de encontrar más espacios, también se solicitaba una parcelación de los tinglados que permita la instalación de empresas de manera modular, una cuestión que tampoco se ha llevado adelante. Respecto a la organización del espacio, demandaban una ordenación viaria de la entrada de Valencia por el mar y de acceso a la Marina de València desde la ciudad, especialmente desde la zona sur, que es la puerta de entrada a la ciudad para quienes atracan en cruceros.
Otra de las peticiones era la necesidad de mejorar la iluminación, aumentar el transporte público con una parada de bus en los tinglados y una conexión con patinetes o Valenbisi para unir la zona norte y sur. Por último, pedían hacer oficial el nombre de la Calle Travessia, en la Marina Sur, además de tener un evento propio al menos una vez al año, que convierta a la Marina de València y a la ciudad en un referente internacional.
Sin embargo, la zona de la Marina Sur sigue sin prácticamente servicios ni acondicionamiento. Si hablamos de eventos, podría señalarse el The Next Web Valencia, aunque no se trata de un evento propio, tal y como solicitaban las compañías.
La pasada semana, los empresarios agrupados en la asociación Marina Premium cuyos negocios están situados en terreno municipal solicitaban desvincularse del Consorcio València 2007 y pasar a depender de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV). Una solicitud realizada por el "el clima de inseguridad jurídica que cada día les amenaza y la falta de sintonía con el actual Consorcio en liquidación".
Los desencuentros con el organismo que dirige Vicent Llorens, añaden, provienen principalmente de "la reducción de los horarios en verano, multas y exigencias técnicas desproporcionadas, ascensores y servicios públicos cerrados, falta de limpieza general, etc., llegando incluso a denegar injustificadamente las prorrogas por los cierres de actividad durante la covid, lo que ya es motivo de proceso judicial ante un juzgado civil de València".