VALÈNCIA. (EFE) El alcalde de València, Joan Ribó, ha asegurado este lunes que prefiere esperar a "leer la letra pequeña" del acuerdo alcanzado entre la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y el Ministerio de Hacienda para la liberación de los remanentes y el uso del superávit de los ayuntamientos.
Este acuerdo establece que los consistorios que lo deseen podrán poner sus remanentes a disposición del Gobierno, que aportará 5.000 millones que no serán devueltos de forma inmediata en proporción a las cantidades entregadas. A partir de 2020, el ejecutivo central revertirá a los municipios el 100% de los remanentes recibidos en un plazo de diez años, así como intereses.
Ribó, también portavoz de Compromís per València, se ha limitado a recordar que este acuerdo todavía debe pasar por el Congreso y a destacar la opción transitoria que aprobó la semana pasada el Ayuntamiento. "Estamos en agosto y esto no se arreglaba", ha lamentado en declaraciones a los medios sobre la liberación de los remanentes.
En el pleno de julio, el Ayuntamiento de València acordó destinar el 95% de remanente a amortizar deuda, una posibilidad legal para reducir la deuda municipal que todavía no se ha ejecutado. Si hiciera falta, ha apuntado el alcalde, es un mecanismo que se podría utilizar en 2021 para pedir créditos y destinarlos a gastos de inversión.