VALÈNCIA. El barómetro del Ayuntamiento de València presentado este martes por el concejal Carlos Galiana arroja unos resultados que no terminan de resultar satisfactorios para Compromís, que actualmente ostenta la alcaldía a través de Joan Ribó. La buena noticia para la coalición, es que las fuerzas de izquierda no tendrían problema para reeditar el Govern de la Nau y podrían seguir liderando un mandato más al frente del consistorio.
La mala, no obstante, es que Compromís no mejora sus resultados respecto a lo conseguido en 2015 e incluso pierde 3,7 puntos (de 15,7% a 12%) en estimación de voto directo si se compara este estudio al realizado en marzo de 2017. Unas cifras que no resultan positivas para un alcalde que está en su primer mandato, dado que la tendencia generalizada en ese periodo es la de cotizar al alza.
En cuanto a los socios en el gobierno local, PSPV y València en Comú (VALC), los resultados son dispares en cierta medida. Los socialistas que lidera Sandra Gómez se mantienen en sufragio directo en un 9% respecto al pasado barómetro pero, acogiéndose al voto más simpatía podrían tener un ascenso de entre uno y dos concejales en comparación con los resultados de 2015. En cambio, València en Comú-Podem cae 2,8 puntos respecto al voto directo respecto al barómetro de 2017, quedándose en un 7,4%, si bien podrían incluso sumar un edil.
En la otra orilla, la encuesta confirma lo que otros estudios electorales vienen apuntando al señalar un fuerte ascenso de Ciudadanos, que se eleva hasta la segunda plaza y arrebata la hegemonía del centro-derecha al PP. Así, el partido que encabeza Fernando Giner recoge un 10,5% en voto directo, cinco puntos más de lo que se le otorgaba en el barómetro del año pasado. El PP, por su parte, se convertiría en cuarta fuerza por detrás del PSPV al recoger sólo un 8,9% de voto directo respecto al 15,6% del que todavía gozaban en el sondeo de marzo de 2017.
Aplicando una simulación de voto más simpatía para calcular los concejales, Compromís sería la fuerza más respaldada aunque con el mismo número de porcentaje (23%) y ediles (9) que en 2015. La segunda fuerza sería Ciudadanos, que sacaría siete concejales con un 20,1% del apoyo mientras que el PSPV lograría el mismo número de regidores aunque con un 17,1%.
El PP sería la cuarta fuerza con seis ediles y un 16,1% mientras que València en Comú-Podem sacaría cuatro representantes con un 12,2% de los votos. Esquerra Unida se quedaría a las puertas de entrar en el consistorio con un 4,8%, si bien cabe recordar a que esta formación podría concurrir a los comicios aliada con VALC.
Uno de los datos curiosos que revela la encuesta viene a colación de la probabilidad de que el encuestado vote en el futuro a determinados partidos, sobre todo en torno a la respuesta "nunca", que indica un profundo rechazo hacia el partido que recibe esa contestación.
Así, el PP lidera esta estadística, dado que un 47,2% de los sondeados se manifiesta en esta línea. En segundo lugar, aunque a cierta distancia, se sitúa EUPV, con un 35,9%, seguida de Ciudadanos con un 37,4% y VALC con un 37,1%. Los partidos menos 'odiados' en ese sentido son el PSPV, con un 29,9% de sondeados que señalan que "nunca" lo apoyarían y Compromís, con un 26,5% en este mismo apartado.
La encuesta también invita a los ciudadanos a identificar los principales problemas de la ciudad, entre los que destacan el Empleo (20,3%); la Limpieza (15%); el Tráfico (7,3%); el Urbanismo (6,7%); la Economía Social (5,9%); el Transporte Público (4,9%), y la Convivencia (4,9%).
También se ha puntuado la gestión de los servicios municipales, entre los que el más valorado continúa siendo Bibliotecas y Museos Municipales, junto a Mercados Municipales y Fiestas Populares, todos ellos con un 6,8. Les sigue la Recogida de Basuras y el Palau de la Música, con un 6,6, y solo suspende Aparcamientos Públicos, con un 4,7.