La protagonista de House of Cards presenta en Cannes su primer corto como directora
VALÈNCIA. Robin Wright (Dallas, 1966) sonríe, ladina, y asegura a la prensa del Festival de Cannes que Donald Trump ha robado al equipo de House Of Cards todas las ideas para su sexta temporada. Por un momento, realidad y ficción se confunden, y parece que las palabras hayan salido de la boca de su personaje de ficción en la serie de Netflix, Claire Underwood, la primera dama glacial y posible futura presidenta de EE.UU.
Los hay que todavía se refieren a Wright añadiendo a su nombre un guión y el apellido de su ex marido, pero hace más de un lustro que la actriz dejó de ser la mujer de Sean Penn, cercenó su melena de princesa prometida y dio un vuelco a su vida profesional y, por extensión, a la producción y el consumo audiovisuales. El drama político de Beau Willimon inauguró en 2013 la producción original de la plataforma de streaming.
Curiosamente, la intérprete estuvo a un paso de rechazar el papel que le supuso el Globo de Oro en 2013. Como ha compartido en Cannes, durante las jornadas de debate sobre la igualdad de género en el cine Women in Motion, no quería encarnar a una mujer florero. La intérprete arrancó su carrera en el culebrón Santa Bárbara, donde participó en 524 episodios. “Me temía que iba a repetir la jugada, actuar ante tres cámaras, como así sucede en los talk shows, y dedicarme a decir horteradas”, ha explicado.
Para más inri, era consciente de que en la serie de televisión británica en la que se iba a inspirar House of Cards, el papel de la esposa del político protagonista era menor. Sin embargo, David Fincher, que ejerce de productor, le aseguró que iban a desarrollar su personaje, y que la necesitaba para darle enjundia.
“La intención de Willimon era conseguir la mejor unión de ambos géneros. Frank (Underwood) devora, es directo, verbal, abusivo, y Claire observa, se comporta con calma y estoicismo. Ella es igual de fiera y de malvada, pero no necesita hablar tanto”, ha detallado sobre su Lady Macbeth contemporánea.
La quinta temporada se estrena el 30 de mayo.
Estos días, no obstante, visita la muestra de cine en calidad de directora debutante, con la presentación de su primer cortometraje, The Dark of Night, en la ceremonia de apertura de la sección Cannes Classics. La propuesta, de escasos 10 minutos, es un homenaje al cine negro de los años treinta, protagonizado por una mujer que se refugia de la tormenta en un diner, una camarera, un policía y un vagabundo.
“Después de 30 años como actriz, me siento mucho más a gusto al otro lado de la cámara. La interpretación es un oficio muy solitario”, argumentaba.
El guión fue escrito por Denise Meyers en un tiempo récord de una hora, como parte de un concurso. El rodaje fue igualmente rápido. Se concretó en dos días. Para documentarse, Robin repasó clásicos como Extraños en un tren (Alfred Hitchcock, 1951) y Forajidos (Robert Siodmak, 1946).
Wright ya tenía experiencia como directora. En House of Cards ha comandado cinco episodios. “Este corto ha sido un ejercicio. Me permitía salirme del estilo marcado de la serie, al que hemos de adherirnos todos los realizadores, y explorar nuevas lentes”.
La huella de la webserie se observa, de manera inevitable, en la pieza. En torno a un centenar de miembros del equipo de Netflix se involucró en The Dark of Night de manera altruista. La actriz Nini Le Huyhn, que interpretó a la asistente de Claire Underwood en varios episodios, es una de las protagonistas.
A pesar de su compromiso e implicación en la serie online, Wright defiende el visionado del cine en las salas. De hecho, tacha de “hábito “de mala educación”, ver películas en los móviles, por considerar que no es un trato justo para los directores.
Su próxima incursión en la pantalla grande será en la súper producción Wonder Woman, cuyo estreno en nuestro país está previsto el 23 de junio. En la película sobre los orígenes de la superheroína de DC Comics, Robin da vida a la tía de la protagonista, la general Antíope. En su opinión, el mensaje del filme no es sólo el empoderamiento femenino. “Los jóvenes que van a ir en masa a los cines van a recibir un mensaje de amor y justicia”, ha defendido.
Bajo su parecer, la situación de la industria en Hollywood, en términos de equidad entre hombres y mujeres, está mejorando. Todo y aunque en 2016, tan sólo un 7% de los 250 estrenos estadounidenses más taquilleros fueran dirigidos por féminas.
Uno de los hitos en este camino hacia la paridad lo marcó ella, precisamente, al reclamar idéntico sueldo que su compañero en House of Cards, Kevin Spacey.
“El feminismo se ha convertido hoy día en una palabra peyorativa o de diva, pero no significa otra cosa que igualdad. Mismo trabajo, mismo sueldo. Punto”.
La directora de Orihuela presenta en Cannes su mediometraje Las novias del sur, sobre el contraste entre la sexualidad de las generaciones actuales y la de sus madres y abuelas