Crónica de una comilona con final de escalofrío
VALÈNCIA. Que en Fierro el dulce es religión, gracias al dogma de Carito, ya lo sabíamos todos. Pero que me perdone Lourenço; esta vez tenemos otro protagonista en la ceremonia. En el marco del festival 'Comilona Pop Up', que reúne a las primeras figuras de la cocina argentina en distintas partes del mundo, el restaurante de València ha recibido la visita de Diego Grimberg, Diego Jacquet, Juliana Carrique y Marcelo Di Giacomo para elaborar un menú especial. Este último es el responsable de la cocina de Virtus, establecimiento de París que este mismo año ha sido reconocido con una estrella Michelin.
Y Giacomo hizo el plato. Una receta directamente traída de su restaurante.
Cuando parecía que el festival de los sabores tocaba su fin... sorpresa. Salvia, albaricoque glasé y pistacho en el plato. Frescura, intuición y originalidad en la mesa. Así lo describe el ideólogo: "Se trata de un postre hecho con una base de crema de limón y una capa muy fina de caramelo. Luego helado de pistacho y polvo de menta. Ganache montada de chocolate blanco infusionada con salvia y los albaricoques cocidos en manteca. Se termina con unas láminas de merengue clásico francés para darle un toque dulce al plato", concluye la explicación. Y solo nos queda dar gracias a la pastelería. Gracias por existir.
El dulce, que poco tenía de empalagoso, y mucho de impacto en boca, fue casi el último paso de un menú perfectamente ensamblado, donde cada cocinero aportó sus creaciones. Desde la famosa horchata de chirivía de los anfitriones, Germán Carrizo y Carito Lourenço; al bonito de Grimberg o el buey con berenjena negra de Jacquet; sin olvidarnos de la curiosa selección de maridaje a cargo de Carrique. 'Comilona' fue una fiesta, una reunión de amigos. En palabras de Carrizo, "un 10 de 10", y también "una experiencia hermosa". La reunión de hermanos gauchos volverá a a repetirse este verano en Corea del Sur. Luego vendrá París.