VALENCIA. El pasado 28 de agosto José Ignacio Casar Pinazo recibió la llamada desde la Dirección General de Cultura y Patrimonio: era el elegido para dirigir el San Pío V. Sólo de forma provisional, hasta la celebración del concurso internacional y de pública concurrencia que se espera para el verano de 2016. Diez días antes de que sonara su teléfono, 'la segunda pinacoteca de España' había sufrido un robo: la sustracción de 50 pequeñas piezas y materiales de obra sin distinción concentró en un solo titular el lamentable estado de abandono en la gestión del museo.
Arquitecto tras proyectos de restauración como el de San Vicent de la Roqueta, el Museu Hisòric de Sagunt o Santa Catalina, entre otros, su carrera como funcionario de la Conselleria de Cultura se interrumpió en enero de 2008 y se reactivó en mayo de 2015. Un periodo -casual o no- que comprende desde el inicio de la crisis económica hasta el cambio de Gobierno en la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Valencia, aunque en ningún caso con la variable de tomar las riendas del Museo de Bellas Artes de la ciudad como objetivo, asegura a Valencia Plaza.
En su primera semana en el cargo, el biznieto de Ignacio Pinazo y responsable de la Casa Pinazo de Godella, recibió el rechazo del centenar de miembros de la Societat Valenciana d'Historiadors de l'Art, que exigía que su nombramiento fuese aprobado por el patronato del centro. La Conselleria de Cultura justificó que el nombramiento era "urgente" y provisional, acuciado por la falta de gobierno en el centro tras la fulminante destitución de Paz Olmos. Finalmente, tal y como puede avanzar este diario, el próximo 22 de diciembre se reunirá el demandado patronato y, encabezando un extenuante 'orden del día', aprobará el nombramiento de Casar Pinazo como director temporal del San Pío V.
El acta del último pleno del patronato tiene fecha del 29 de septiembre de 2003 y firma de su desaparecido director Fernando Benito. "Lo que hemos hecho durante este trimestre ha sido regularizar la situación administrativa del museo para poder convocar el patronato 12 años después". Un patronato compuesto por un presidente (el conseller de Cultura, Vicent Marzà), tres vicepresidentes (el director general de Bellas Artes y Bienes Culturales y Archivos y Bibliotecas, Miguel Ángel Recio; el presidente de la Real Academia de Bellas Artes, Manuel Muñoz Ibáñez y la directora general de Cultura y Patrimonio, Carmen Amoraga), cuatro vocales natos (uno de la Academia, otro de la Diputación de Valencia, otro del Ministerio del Cultura y el director del museo) y 12 vocales más (ocho a propuesta libre del conseller de Cultura, dos a propuesta de la Academia y dos más a propuesta del Ministerio).
Casar Pinazo destaca que, en "el extenso y diverso patronato" de diciembre, "el principal objetivo es encauzar a la institución para la presentación del plan museológico". Ese plan está anunciado por el propio director y la Conselleria para el primer trimestre del próximo año y "no es solo un discurso expositivo. El plan abarca el planteamiento de la institución a nivel de seguridad, arquitectónico, administrativo, de gestión pura, etcétera, y, también, en lo referente al discurso expositivo ya que vehicula los espacios".
-¿Encuentra contradicción en que su cargo sea provisional y, a su vez, afecte al plan para los próximos años del museo?
-"Se decide cómo mostrar la colección del museo y se trabaja pensando en los años 2016 y 2017, así como en las remodelaciones del centro que puedan realizarse en la cuarta -anterior- y quinta fase -actual-. Nada más".
Aun así, Casar Pinazo sentencia: "el San Pío V se ha divorciado de la ciudad. Hay que hacerse algunas preguntas para enfocar su futuro: ¿los bienes artísticos que se enseñan en este museo, son comprensibles? ¿necesitan una intermediación que expliquen sus significados? ¿es un museo para especialistas?". Para el director temporal del centro museístico "se ha fomentado un contacto directo a partir de la excelencia de los contenidos y bienes, y no discuto que el contacto presencial es muy importante, pero esa labor de análisis y estudio en gran medida ya se puede hacer a través de Internet, desde casa". La intención es la de reorientar el museo para que "pueda ser interpretado y disfrutado por un público". público general aceptación.
-¿Cree que el San Pío V tiene un exceso de obra expuesta?
-"Sí. Si, por decir una cifra de referencia, se exponen un 50% de los fondos, lo ideal es que estuviera expuesto un 30%. La clave es que si el visitante le dedica dos horas, y ya hablamos de una visita de larga duración, se marche a casa con algunas ideas claras acerca del sentido de la exposición que ha disfrutado. No obstante, en ese sentido son los técnicos los que han de elaborar ese aspecto. Están trabajando y avanzamos en esta idea.
-¿Carece el San Pío V de suficiente espacio para exposiciones temporales?
-"En este momento el museo tiene dos salas de exposiciones temporales, pero una de ellas está ocupada de manera transitoria por las oficinas de la Academia. Cuando se recupere ese espacio, que supone aproximadamente, un tercio del disponible, para un museo 'de colección' es suficiente".
-¿Y cuál es su intención en cuanto a las dinámicas de las exposiciones permanentes?
-"Algunos enclaves de las salas permanentes pueden renovarse más a menudo, a través de los estudios de los conservadores. Cada seis meses, por ejemplo, esas zonas de exposición más estables pueden tener una mayor flexibilidad con respecto a la propuesta actual".
-¿Ha existido un plan museológico anterior en el centro al que acogerse?
-Hasta ahora había dicho que no, pero me retracto: hemos encontrado un plan museológico de inicios de los 90, de Ximo Company que reconozco es el director que menos analizado tenía hasta el momento. Pese a la distancia en el tiempo, es interesante".
A Casar Pinazo le preocupa el citado "divorcio con la ciudad", pero todavía más con aquellos "colectivos generadores de contenido para el museo". En la conversación con Valencia Plaza hace alusión a las Facultades tanto de Bellas Artes (Universitat Politècnica de València) como la de Historia del Arte (Universitat de València). Y es especialmente a estos colectivos a los que, en gran medida, pretende acercarse con urgencia: "abrir el museo, sí, pero hay que andar con pies de plomo. El San Pío V no es un centro cultural, es un Museo de Bellas Artes. Es posible que en un primer momento y con criterio podamos tener una cercanía más acusada hacia la sociedad, pero es un museo".
-¿Qué opinión le merece la idea repetida hasta la saciedad de que el San Pío V es 'la segunda pinacoteca de España'?
-Si hablamos del Gótico, directamente el museo es el primero de España. Al nivel del Museo del Prado, es posible, pero no por debajo. Es algo arbitrario en tanto en cuanto la institución no existe, eso es lo relevante. Tiene una colección única, la más importante del esplendor gótico y también del Siglo XIX valenciano, que es otro momento muy importante para la pintura en la Historia de España. Son nuestros dos soportes ineludibles, pero a partir de aquí... Cuando alguien piensa en museos de bellas artes en el país piensa en Madrid, piensa el Bilbao, piensa en Sevilla.
-¿Cuál es la diferencia?
-"El museo necesita un presupuesto propio, pero también autonomía y visibilidad; no es sólo una cuestión de dinero. Los museos con las competencias transferidas tienen esa situación complicada, porque su presupuesto está diluido en el apartado de Gestión de Cultura y Patrimonio del Ministerio. La gestión y las competencias se reordenaron hace 30 años, pero sin un presupuesto y autonomía no podemos operar. Es importante que esto se resuelva con el Estado, al menos con una actualización del museo en su libertad y hegemonía para tener recursos propios".
-¿Y cómo es actualmente la relación con el Ministerio?
-"Razonablemente buena. Es fluida y ha respondido positivamente a la convocatoria del patronato. Están comprometidos a continuar con la inversión y se mantienen los plazos para que la remodelación se finalice (verano de 2016)".
-Dentro de la remodelación del museo en la que se trabaja, lejos de la ampliación que un día se previó desde el Ministerio, ¿considera importante el acceso al San Pío V desde los Jardines del Real? ¿Y el restaurante que le acompañaba?
-"Lo verdaderamente importante es tener una acceso desde la calle San Pío. Lo que no puede ser es que miremos a una carretera con tráfico, cuando debemos ser una fachada a la zona norte de la ciudad. Con respecto al restaurante, llegado el caso, lo importante es analizar con el sector hostelero si tiene cabida, si generaría negocio. Habría que pulsar esa realidad".
-¿Es cierto que durante las últimas semanas se están retirando Sorollas del museo?
-Sí. Son obras de comodatos que tenían un compromiso de permanencia. Sencillamente, se acaba el acuerdo y no se renueva.
-¿Se han intentado renovar los acuerdos desde el museo? ¿Hay obras especialmente relevantes?
-Sí, pero el museo está en obras y estas inhabilitan una de las escaleras de la sala, hay que habilitar una nueva salida de evacuación... Todo esto hace algo particular y complicado el momento para renovar estos acuerdos. Por otro lado, nos referimos a obras que, en el menor de los acuerdos, ya llevaban tres años en el museo y es natural que regresen, aunque, sí, hay alguna obra relevante entre las que acaban su periplo de comodato.