VALÈNCIA. El Ateneo Mercantil de Valencia ha dado a conocer este jueves por la noche sus premios literarios en la V gala de la Noche Valenciana de las Letras. El VI Premio Nacional de Novela ha recaído en ‘A las plataneras no les gusta el frío’ de Inma Pellicer; el VII Certamen de Poesía se ha otorgado a ‘Todos los días del fin del mundo’ de Teresa Guzmán, mientras que el IX Concurso Nacional de Relato se lo adjudicó ‘Esto es vida’ de Miguel Ángel Muñoz.
La gala de la ‘V Noche Valenciana de las Letras’ ha tenido lugar en el Salón Stolz del Ateneo. Una velada donde el escritor valenciano Santiago Posteguillo recibió el Premio de las Letras del Ateneo 2023 por su trayectoria literaria de manos del Director General de Cultura, Sergio Arlandis, y de la presidenta de la institución, Carmen de Rosa. También estuvo presente la primera teniente de alcalde, María José Ferrer San Segundo, en representación de la alcaldesa de Valencia, que entregó el VI Premio Nacional de Novela del Ateneo. Toni Alcolea, de la editorial OléLibros, entregó el premio de Relato y Vicente Barberá, miembro del jurado, el premio de Poesía.
Santiago Posteguillo, cuya obra ‘Roma soy yo’ ya ha superado los 300.000 ejemplares vendidos, valoró doblemente el premio concedido ya que, por un lado, “supone que una entidad privada se preocupa, dedica tiempo y recursos a fomentar la literatura” y, por otro, lo recibe en Valencia. "¿A quién no le gusta ser reconocido en su propia tierra? Me considero afortunado porque en mi trayectoria he tenido varios reconocimientos en mi ciudad, de los cuales este es particularmente grato porque con el Ateneo he desarrollado una relación a base de impartir conferencias o acudir a eventos”, recalcó.
El autor valenciano admitió que pasa por uno de los momentos más importantes de su carrera. “Estoy en un momento de madurez y, por ese motivo, es cuando me consideré con la energía y capacidad suficiente para acometer el relato de Julio césar. Sabía que para mí, en la forma que me gusta relatar, iba a requerir diez o doce años de esfuerzo para una saga de novelas, seis en este caso”, apuntó. Su próximo desafío será el desembarco literario en el mercado anglosajón en la primavera de 2024, que augura será “complicado”. “Hay todavía un salto que intento y sé que es complicado conseguir. Tenemos una apuesta muy importante, donde saldrá publicado en inglés ‘Roma soy yo’. No quiere decir que esa obra vaya a tener impacto. Habrá que verlo, pero los partidos hay que jugarlos y vamos a saltar al campo en Estados Unidos”, recalcó el valenciano.
No se olvidó de su legión de lectores, a quien dedicó unas agradecidas palabras “Me gustaría decirles que me tomo cualquier reconocimiento, como el que me da el Ateneo, como estímulo para seguir de una forma responsable redactando, narrando estas novelas históricas que hago con la misma dedicación a documentación, que es igual de importante de cómo lo voy a contar para que resulte entretenido. Me sigo exigiendo que cada novela esté al máximo de lo que yo pueda hacer en cada momento. Se lo debo a los lectores”, concluyó.
Por su parte, la presidenta de la institución cultural, Carmen de Rosa, subrayó que uno de los objetivos de los Premios Literarios del Ateneo “es visibilizar y poner en valor la creatividad y el esfuerzo de todos los aspirantes para hacerse un hueco en el mundo de las letras”. De ahí que destacara la figura del premiado Santiago Posteguillo como uno de los mejores escritores de la literatura española. “Autores como tú son necesarios para las nuevas generaciones de escritores y escritoras y para los amantes de la lectura”, dijo.
Los premios de los certámenes literarios del Ateneo Mercantil, coordinados por Melania Vázquez, conllevan un premio en metálico de 8.000 euros en el caso de la Novela y de 1.000 para cada uno de los galardonados en Relato y Poesía, así como la publicación de la Novela por la Editorial OléLibros, que colabora en estos concursos.
‘A las plataneras no les gusta el frío’ (Novela), de Inma Pellicer, conjuga la ficción con la narración de las experiencias reales de personas de su entorno. La ordenada vida de Claudia, una joven científica residente en Valencia, cambia radicalmente cuando alguien entra a robar en su apartamento. No se llevan nada y no sabe qué pueden buscar, pero cuando unos días después le quitan el bolso violentamente comprende que algo grave sucede. Su legado llevará a Claudia a Salamanca, a San Francisco y a Cuba, en su intento de desentrañar la difícil verdad que rodea la historia de su familia.
‘Todos los días del fin del mundo’ (Poesía), de Teresa Guzmán, es el viaje fotográfico de todo lo que vamos dejando atrás, las puertas que vamos cerrando, los caminos que quedan vacíos, el ADN que nos une al tiempo que nos hace únicos... Es un poemario escrito en una primera persona que hace uso del “nosotros” como forma de compartirnos. Es un trabajo que trata la espera como un modo de exilio, y la pérdida como una señal marcada por el destino. Está la casa como el lugar de refugio, pero también el recuerdo y el sueño de lo que esa casa representa. Está basado en la realidad que no es propia, sino también ajena. Se trata en ocasiones de dar nombre a lo que no lo tiene, de retratar unas imágenes para las que estábamos ciegos. Hay que decir lo inefable, aunque sea doloroso o difícil.
‘Esto es vida’ (Relato), de Miguel Ángel Muñoz, es la fábula de dos parejas maduras heterosexuales, la una de moscas, la otra de humanos. Ellas quieren ver mundo, viajar, salir de la rutina. Ellos, en cambio, aseguran que han muerto, no pueden acompañarlas. Ante esa disyuntiva, el final será trágico e idílico.