VALÈNCIA. Más de un centenar de personas asistieron a la interesante charla que impartió anoche Sebastián Albella, presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en un acto organizado por el Club de Encuentro Manuel Broseta (CEMB). Presentaron el evento Salvador Vives, vicepresidente del CEMB, y Alfonso Pascual, miembro de la junta directiva del CEMB, que desglosaron el vasto currículum del castellonense.
Albella comenzó su alocución agradeciendo lo que "es un gran honor y un gran prestigio estar aquí por dos motivos: por ser valenciano y por lo mucho que significa este club como foro de encuentro en unos tiempos tan inciertos como los de la España de hoy". Y a continuación analizó el presente y futuro Unión de los Mercados de Capitales (CMU, según sus siglas en inglés) aunque el prefiero referirse como "Unión para la Inversión y el Ahorro". Se trata de "un ambicioso proyecto que se encuentra en un mercado clave por el Brexit, por lo que es el momento de repensar y lanzar el mercado único de capitales".
El presidente del organismo supervisor recordó que el CMU es "el proyecto estrella del mandato del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, que tomó forma en 2015, para aproximar la realidad de los mercados europeos con los de Estados Unidos". Y para ello puso sobre la mesa el elevado peso de la financiación bancaria en Europa (75%) frente al de EE UU (25%), mientras que el porcentaje en los mercados financieros es el contrario donde en Europa solo llega al 25% y en Estados Unidos al 75%.
A su juicio es necesario de relanzar este proyecto de unificación de los mercados europeos de capitales por el Brexit -y también por la MiFID II- porque "independientemente de lo que pase con Reino Unido es evidente que si sale de la Unión Europea (UE) obliga a Estados Unidos y a la UE para competir con un mercado único de capitales y nos enfrentamos a un riesgo de competencia regulatoria a la baja de Reino Unido. Algo que choca porque han sido los grandes valedores".
Sebastián Albella se refería al temor a que si finalmente hay un 'Brexit duro' los británicos atraigan empresas y capitales con una menor regulación. Conviene recordar que en abril de 2017 ya recordó que la CNMV estaba trabajando en atraer empresas hacia España. La competencia es muy dura porque luchamos contra Francfort y París". manifestó entonces; mientras reconocía que la salida de Reino Unido de la Unión Europea no va a afectar sustancialmente a Londres como plaza financiera aunque cree que se verá "debilitada". De esta posición se beneficiarán tanto Europa como otras plazas financieras internacionales.
Asimismo expresó su preocupación por tener un centro único financiero o dominante. "Una supervisión integrada de los mercados de capitales en Europa, no necesariamente necesita más centralización. Es importante que países como España sigan contando con un supervisor robusto y con competencias locales", manifestó.
Asimismo también recordó que este proyecto -ya casi realidad- tiene que abordar también el área fiscal. "Si queremos unos mercados realmente interconectados e integrados, hay que atacar el ángulo fiscal. Es necesaria armonización fiscal en el ámbito de los productos y servicios financieros y en general en la tributación del ahorro. Se trata de asegurar un nivel de supervisión adecuado", señaló.
El presidente de la CNMV tiene claro que "la regulación europea vigente atribuye en exclusiva la competencia para supervisar a la autoridad del país de origen, que está afectada por un claro problema de incentivos cuando supervisa la actividad de sus firmas fuera de su territorio y que muchas veces no cuenta siquiera con la capacidad adecuada para ello",
A continuación volvió a reclamar a las empresas que se animen a cotizar en bolsa "porque entre otros factores implica transparencia y un factor de profesionalización de la gestión". Eso sí reconoció la escasez de salidas a bolsa de un tiempo a esta parte por dos motivos: la situación de los mercados por las incertidumbres existentes -Brexit, 'guerra comercial', factores geopolíticos, ambiente de fin de ciclo económico-, y, por otro lado, por la competencia del capital riesgo y el capital privado en precio.
"Los procesos de salidas a bolsa, sobre todo los que se refieren a compañías de cierto tamaño, son demasiado complejos y duran demasiado, lo que es una gran desventaja competitiva frente al capital privado especialmente en un contexto de mercados afectados por grandes incertidumbres como el actual". Para terminar diciendo que "el Brexit supone un gran desafío pero hay que hacer de la necesidad virtud".