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AL OTRO LADO DE LA COLINa / OPINIÓN

¡¡¡Sectarios del mundo, uníos!!!

Termina el verano y parece que el nuevo curso político, tanto nacional como internacional, no va a dejar de tensionarse.

5/09/2020 - 

Con permiso de Federico Engels y Carlos Marx, he retocado su famoso y nada inclusivo lema de Proletarier aller Länder, vereinigt euch! - ¡Proletarios de todos los países, uníos!, para llamar la atención, de como continuamos deslizándonos por la pendiente irracional del sectarismo, que no puede llevar a ningún buen puerto, pero que tranquilos, algún día tendrá su final, aunque sea con gran y peligrosa pirotecnia, pues como dice el refrán, no hay mal que cien años dure.

Lo anterior lo comento, a raíz de la noticia de la semana pasada, de como la estulticia y cobardía humana ha florecido, esta vez en Inglaterra, en una entidad como el British Museum, donde en teoría reina el amor y la búsqueda por el conocimiento y la verdad. Y es que este gran museo británico, dirigido por un alemán (pueblo repleto de complejos por su pasado belicoso), ha decidido retirar la estatua de su fundador, Sir Hans Sloane, por tener un pasado esclavista.

El hecho sorprendente de este repudio, es que la fundación de esta entidad científica se produjo en ¡¡ 1753 !!, a mitad de un más que lejano siglo XVIII, y cuando el aristócrata había nacido en 1660, siendo los modos y costumbres de aquella época bien distintos a los de ahora. Porque claro, si quieren reparar su pasado de traficante de seres humanos, lo que podía hacer esa institución inglesa era dar todos (o parte) de los fondos que tienen en sus vitrinas al pueblo jamaicano, pues el negocio que realizó el Sir británico, y con lo que compro sus colecciones allí depositadas, lo hizo a costa de esclavos jamaicanos. Y digo en parte, porque otro buen número de piezas las deberían devolver a sus legítimos propietarios, pues son muchas fruto del expolio, y devolver al pueblo griego los mármoles y esculturas del Partenón, al pueblo egipcio la Piedra Rosseta, o por ejemplo al pueblo iraquí partes del Palacio Neoasirio de Nínive.

Y digo sorprendente, lo del repudio, pues hoy en día donde se vive con plenitud los derechos humanos, o bastante plenitud al menos en los países occidentales, donde las personas cuando cumplen sus condenas judiciales tras un juicio justo con un juez imparcial, deben ser reinsertadas en la sociedad, aunque hayan matado, violado o robado, pudiendo alcanzar cualquier tipo de magistratura, muchos de ustedes pensaran en algún terrorista metido a político, es una contradictio in terminis, el querer realizar un acto de justicia y de reparación mediante la condena al ostracismo a un individuo de hace 300 años aplicándole normas de la actualidad, acto claramente injusto. Cualquier día, un “tonto contemporáneo” (con permiso de Luis del Val), pedirá la inhabilitación y rechazo a las carreteras que siguen el trazado y se basan en las antiguas Vías Romanas, por ser aquel un sistema basado en la mano de obra esclava, cosa que aquí ya casi ocurrió con los pantanos construidos en la época del General Francisco Franco (llamado por ello, satíricamente por la oposición, Paco el rana) pero planificados durante el gobierno del General Miguel Primo de Rivera y de la República con su Plan de 1933; en fin cosas de la desmemoria histórica nacional e internacional.

Donald Trump. Foto: Jason Moore /ZUMA Wire/Dpa

Pero no se preocupen ustedes, claro está, si no es que tienen un antecesor victorioso en alguna hazaña o guerra de antaño, cuyos perdedores de entonces son ahora triunfantes en la paz conseguida por los tuyos, porque estamos donde estamos, en un momento de cambio, de crisis, donde lo emocional se impone y las luces de aquel lejano siglo se apagan. Ya saben que, en muchas ocasiones, con las crisis y las guerras el Estado (el Leviathan de Thomas Hobbes) crece, crece sin parar, como defiende el economista de la Escuela Austriaca, Robert Higgs, en su obra sobre todo en su Crisis and Leviathan: Critical Episodes in the Growth of American Government (Crisis y Leviatan, episodios críticos en el crecimiento del gobierno americano), aunque, yo añadiría, hasta que llega una crisis disruptiva que se lleva por delante al Estado y a casi cualquier estructura socioeconómica y política.

Dentro de ese crecimiento juega un gran papel el miedo, pues el Leviatan lo usa como un gran aglutinador que une a la débil y en proceso de descomposición sociedad que dirige. Y como todos ustedes habrán podido comprobar con la crisis pandémica, se ha usado mucho de ese pegamento, y no solo por los gobiernos, sino como dice mi amigo el Marqués de Foyos, los medios también han participado en esa campaña de crear miedo, lo que les va a generar más rechazo todavía, por lo que la influencia de las redes en los individuos se incrementará. Y es tal la sensación de miedo que algunos ya recuerdan y rememoran la broma (de mal gusto) entre la tropa del III Reich Alemán que en el declinar de la II Guerra Mundial decía, Geniese den Krieg, denn der Frieden wird furchtbar sein, ”Disfruta de la guerra, pues la paz será terrible”,

Un buen ejemplo de caos y sectarismo (ya citado en otras ocasiones), es el que se está produciendo en los USA, con motivo de la contienda electoral de noviembre entre Joe Biden y Donald Trump, y la excusa de los tristes, manipulados e individuales (no es ni un grupo organizado, ni una conspiración) casos de presunta violencia policial, que degeneran en disturbios callejeros. Complicada opción están tomando esos políticos que buscan en el extremismo, y en que “haya tensión” como le decía hace años ZP a Iñaki Gabilondo, su victoria electoral, pues después es muy difícil desmovilizar a los seguidores fanáticos.

Foto: Michael Kappeler/dpa-Pool/dpa

Y puestos a tensionar el ambiente, también internacional, el Departamento de Estado norteamericano anunció esta semana como iba a aplicar sanciones a dos altos funcionarios de la Corte Penal Internacional (CPI), en concreto al fiscal de la Corte Fatou Bensouda y el jefe de la División de Jurisdicción, Complementariedad y Cooperación, Phakiso Mochochoko, por una  “investigación injusta e ilegítima” de presuntos crímenes de guerra realizados por soldados estadounidenses. Dato nada baladí pues para diciembre se elegirá al nuevo fiscal jefe del CPI, y la política exterior norteamericana, tanto demócrata como republicana, ha sido contraría a esa Corte, y forma parte de la estrategia USA actual de socavar las instituciones que han permitido la globalización, y que provenientes de la Guerra Fría, cada vez están más dominadas por China. Por cierto, y hablando del gigante asiático, de lo que no se comenta nada, nada, será que el miedo lo tiene ahora los medios y ONGs para no incomodar al régimen de la más grande dictadura que jamas ha existido, pues durante este pasado mes de julio, representantes uigures (minoría musulmana china) en el exilio, presentaron una denuncia en el CPI contra Xi Jinping (presidente comunista chino) y otros altos cargos de Pekín, por supuestos crímenes de lesa humanidad, ya veremos que pasa, si hubiera sido contra el presidente Trump, tendríamos esa noticia hasta la sopa.

Y mientras los americanos se enzarzan en cuitas políticas internas, los chinos no paran de crecer económicamente, y los europeos tiemblan porque la paz/crisis económica va ser peor que la guerra contra el coronavirus chino, Vladimir Putin sonríe hieráticamente al ver la inestabilidad en Bielorrusia, como una oportunidad para que Rusia amplíe su influencia, mientras ignora las críticas de Angela Merkel por el envenenamiento del opositor ruso Alexei Navalni; duro y eficaz contrincante tiene Occidente con el actual Zar ruso Putin.

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