Máxima tensión en el debate por la UPV: "Tenga cuidado con lo que están haciendo"

VALÈNCIA. Este miércoles por la tarde se celebró el esperado encuentro entre los dos candidatos a rector de la Universitat Politècnica de València (UPV). José Manuel Barat y Pepe Capilla se enfrentaron en un cara a cara definitivo cargado de reproches y momentos de tensión en los que el moderador Luis Zurano se vio en la responsabilidad de intervenir. Ambos candidatos defendieron su postura en favor del cambio, con el objetivo de obtener el apoyo del electorado en la segunda cita con las urnas que tendrá lugar el próximo 18 de mayo.

La dinámica del debate incorporó novedades con respecto al de la primera vuelta, pues se dividió en dos bloques de tres cuartos de hora cada uno. En el primero, cada aspirante tuvo ocasión de formular cuatro preguntas a su oponente sobre aspectos concretos de los programas, con una limitación de tres minutos en el tiempo de respuesta, mientras que en la segunda mitad rindieron cuentas ante las cuestiones planteadas por la comunidad universitaria, concluyendo su intervención con el minuto de oro.

Así, tras someter a sorteo la toma de palabra, fue Capilla quien arrancó con la ronda de preguntas aludiendo a la "falta de transparencia" presente tanto en el programa de su rival como en su gestión como vicerrector. Ante esta afirmación Barat adoptó una postura defensiva que mantuvo a lo largo del debate, acusando a su adversario de estar "mintiendo", al mismo tiempo que le reprochaba la falta de "capacidad para el cambio" en sus ocho años de mandato.

De este modo, la crispación fue in crescendo. El enfrentamiento alcanzó un punto en el que Capilla se disculpó por el "tono" empleado tras mostrar una gráfica en la que sacó a relucir "el fracaso de la modernización de las herramientas de la universidad" implantadas por un miembro del equipo de Barat, quien aprovechó para cuestionar el lema de su contrincante como "rector de personas", recriminándole el usar "hijos propios y ajenos" inscritos en la Escola d’Estiu de la UPV para que pidieran "el voto de sus padres a través de Twitter".

"Esa acusación queda grabada, tenga usted mucho cuidado con lo que están haciendo", replicó Capilla. Una vez transcurrió este punto álgido del encuentro, el aludido puso sobre la mesa las medidas planteadas por Barat sobre la inversión en nuevas infraestructuras y aseguró que no serían necesarias, dado que los campus ya cuentan con "edificios con necesidades de regeneración y mejoras". 

Otra punta de lanza en la contienda fue la posibilidad de reducir la carga docente del personal mayor de 60 años, algo que la normativa en la Comunitat Valenciana no lo contempla pero que ocurre "en muchos sitios en España", por lo que Capilla aseguró que "se puede hablar". En este sentido, Barat puso en duda la viabilidad de la medida, pues planteó que liberación de volumen de trabajo en una plantilla envejecida conllevaría a una mayor carga para el resto de docentes.

Así pues, la primera parte finalizó con el uso del comodín estrella de ambas candidaturas desde que Ángel Ortiz quedó eliminado: la apuesta por la renovación en detrimento de la experiencia. Bajo esta premisa, Barat se dirigió a su contrincante: "Usted es el regreso al pasado" y Capilla le respondió: "Usted lleva un equipo que acumula 42 años de vicerrectorado". 

En el punto de mira de la comunidad universitaria

En la recta final se respiró un ambiente más calmado, ya que los candidatos respondieron a una selección de las 68 preguntas enviadas por el alumnado, el personal docente e investigador (PDI) y los empleados de administración y servicios (PAS). En este aspecto, ambos coincidieron en llevar a cabo la mayor parte de las propuestas planteadas, aunque no establecieron pautas concretas para materializarlas. 

Entre las solicitudes de los estudiantes destacó la legalización de los sindicatos en la universidad, una demanda que ya estaba latente durante el mandato de Francisco Mora y que Capilla calificó como "algo sano", que según Barat "tiene que caber dentro de la UPV". Asimismo, el alumnado también solicitó la compatibilización de los horarios de los doble grados, con la finalidad de que no coincidan "las asignaturas y los exámenes".

En cuanto al PDI, situó el foco de atención en la conciliación del trabajo y la vida familiar, por lo que sacó a relucir el retraso en la implantación del plan Concilia, aprobado en el consejo del gobierno en 2013 y todavía pendiente de actualización. Ante esto, Capilla habló del "estado avanzado de la negociación" y se comprometió con "cerrarla en doce meses". En este ámbito, Barat garantizó la organización de l’Escola d’Estiu este año "con limitaciones sanitarias".

Respecto al PAS, se interesó por el reemplazo de vacantes de personal jubilado, cuyo procedimiento "lleva más de un año", según indicó uno de sus miembros. Siguiendo la tónica general, Barat se mostró comprometido con la gestión de los recursos humanos y determinó que tiene que ser "una prioridad". Otra de las reivindicaciones de este colectivo que quedó en el aire fue el incremento de la ponderación de su voto en las elecciones, una propuesta que Capilla accedió a negociar. 

Antes de proceder al minuto de oro, uno de los integrantes de este grupo pidió a los aspirantes la justificación ante la falta de cambios durante sus años en la administración. "Tampoco he estado tanto tiempo dentro del equipo rectoral", afirmó Capilla, que cuenta con ocho años de experiencia. Así, aludió a la limitación de medios en su cargo, mientras que Barat sostuvo su argumento con la escasez de tiempo: "llevamos cuatro años de una actividad frenética" y "en el vicerrectorado éramos tres profesores y una secretaria", explicó. 

Al cierre del debate, los catedráticos sintetizaron su mensaje en sesenta segundos tras un igualado encuentro plagado de recriminaciones mutuas, que Capilla finalizó con una excesiva dependencia del papel y Barat aprovechó para lanzar las últimas críticas.