Sento Llobell sella la nueva Mostra Viva del Mediterrani: sin cine pero con danza

VALÈNCIA. La Mostra Viva del Mediterrani no es la Mostra de València. Este es un mensaje que a unos y a otros les tocará repetir en más de una ocasión. Es normal. La primera nació hace seis años “como respuesta al cierre del festival de cine”, certamen que este mismo año recupera el Ayuntamiento de València con Rosa Roig, directora técnica, y Eduardo Guillot, director artístico, a la cabeza. Con esto, la sexta edición de la Mostra Viva supone un punto de inflexión en el que, como punto de partida, se están repartiendo de nuevo los pesos de las áreas que trabajan. Multidisciplinar desde su nacimiento, este año la gran novedad viene vinculada a la vuelta de la (otra) Mostra, la de cine. Así, la Viva no contará con sección audiovisual (el año pasado contaron con 80 proyecciones cinematográficas) pero, como novedad, incluye la danza en una programación que busca potenciar el resto de pilares que la configuran.

Así lo explicaron ayer la presidenta de la Mostra Viva del Mediterrani y codirectora del festival Dona i cinema, Giovanna Ribes; la vicepresidenta, Maite Ibáñez, y el presidente de honor, Vicent Garcés, durante la presentación de la nueva imagen del festival, realizada por el celebrado autor Sento Llobell. El acto se celebró en el Centre del Carme, que se convertirá en una de las sedes de la sexta edición, edición que aterriza con ‘Un mar de culturas’ como lema. Exposiciones, narración oral, arte en la calle, música, actividades escolares y familiares, circo, y l'Encontre d'escriptors, además del nuevo ciclo de danza, darán forma a una programación que se concretará en los próximos meses pero que mantiene intacta su filosofía. El objetivo: fortalecer la colaboración entre artistas mediterráneos así como una red de entidades valencianas que tengan como eje común la difusión de valores como la igualdad y la diversidad, la libertad de expresión, la tolerancia y la paz.

El festival, que se celebrará entre el 3 y el 21 de octubre, coincidirá durante al menos un par de días con la Mostra de València, convirtiendo así octubre en el “mes de la cultura mediterránea", incidió Vicent Garcés durante su intervención. “En esta edición se ha reforzado el trabajo de colaboración con entidades y asociaciones culturales valencianas, que poco a poco están haciendo suya la Mostra Viva”, añadió el coordinador del festival, Vicent Gregori. Si la –amable- convivencia con la Mostra de València supone un claro punto de inflexión para el festival (pues su desaparición provocó la creación del primero), este no ha sido el único punto clave en su pequeña historia. Nacidos fuera del paraguas institucional, como una iniciativa surgida de la sociedad civil, fue con la llegada del nuevo gobierno que la suerte cambió para el evento, pues tanto la Generalitat Valenciana como el Ayuntamiento de València han apoyado económicamente al festival. "La colaboración institucional ha permitido convertir a Valencia durante el mes de octubre en un referente de la cultura mediterránea", recalcó Ribes. 

‘Socarrats’ ilustrados

 Licenciado en la facultad de Belles Arts de València, de la que ha sido profesor de anatomía, Santo Llobell se ha convertido en uno de las grandes figuras del cómic valenciano, no solo por su producción personal sino, también, como parte del movimiento ‘línea clara’, dentro de la llamada ‘Nueva escuela valenciana’ de los años 80. Romance, El laboratorio del Dr.Arnau o Ruinas son algunos de los títulos que llevan su huella, habiendo publicado en cabeceras tan míticas como Bésame mucho, TBO o El Víbora. Con una trayectoria que habla por si sola, Llobell se suma ahora a la lista de autores que han puesto imagen a la Mostra Viva, un listado que cuenta con nombres como el de Javier Mariscal.

“Que el cartel vaya a favor del lector”. Este es el primero de los objetivos del autor, que busca primar la comunicación del evento en una nueva campaña en la que quiere poner el acento en el carácter multidisciplinar del festival. Para ello dibuja en diferentes escenas a creadores representando el mundo de la música, el circo o, siendo la novedad en la programación de este año, la danza. Para ello hace un homenaje a los tradicionales ‘socarrats’, apostando por el “dibujo sintético” y los tonos rojizos y negruzcos típicos de estas piezas.