VALÈNCIA. Ni en las series más atrevidas habíamos visto un giro como el ocurrido el sábado en Andalucía. La extrema derecha entraba en el Parlamento Andaluz con un programa involucionista: ni ley de violencia de género, ni de Memoria Histórica, ni Comunidades Autónomas; centralización del Estado, toros, rechazo al aborto, al feminismo y apoyo únicamente a las familias hombre-mujer, mejor si son numerosas. De golpe y porrazo ha vuelto a la primera plana una ideología que parecía obsoleta o, como mucho, marginal. Algunos creíamos que estas teorías eran territorio ya únicamente de la ficción de corte histórico o distópico. Estábamos equivocados. Aquellas series que planteaban preguntas incómodas sobre los temas antes citados, se convierten ahora en absolutamente premonitorias. Recomendamos verlas en su conjunto… para sobrevivir a Vox.
Tachen la ley de violencia de género, la ley del aborto y el reconocimiento de la igualdad de derechos de hombres y mujeres en un supuesto futuro gobernado por Vox. Un panorama que podemos identificar en El cuento de la criada, la distopía de Hulu donde se suprimen los derechos de las mujeres. Además de la ausencia de igualdad, en el país de Gilead se ejerce una constante violencia contra ellas por parte del sistema. Las mujeres fértiles son capturadas como esclavas para ser violadas, con el objetivo “social” (sic) de suplir los problemas de infertilidad de las esposas de los poderosos.
Sobre cuestiones de violencia de género, tal y como avanzan en su programa, Vox pondría en cuarentena el caso de Celeste (Nicole Kidman), la protagonista de la serie Big Little Lies. La perfecta esposa y madre sufre un brutal maltrato físico de su marido, Perry (Alexander Skarsgård). El nuevo partido de extrema derecha plantea otorgar al acosador protección ante las posibles denuncias falsas.
Los asuntos de familia son otro de los temas predilectos del grupo político que ha alcanzado doce escaños en la Junta de Andalucía, cuya máxima es “proteger a la familia” en su estructura, según dicen, “natural”. El partido ultraconservador pretende proteger “el derecho de los niños a tener un padre y una madre”. Poca cabida tendrían, por tanto, los planteamientos familiares de la sitcom norteamericana Modern Family, donde Mitchell (Jessse Tyler Ferguson) y su pareja del mismo sexo, Cameron (Eric Stonestreet), son padres adoptivos de una niña vietnamita.
Más difícil todavía sería el reconocimiento como familia “natural” para el protagonista de Transparent junto con su exmujer y sus hijos, cuando este decide confesar a los suyos que se siente una mujer, Maura, y que es así como quiere vivir. Según Vox, además, Maura no podría celebrar la fiesta del Orgullo, por “vulnerar los derechos de los vecinos, normativas municipales” y “malversar dinero de titularidad pública”. Tampoco podrían disfrutar del gran día del Orgullo los personajes de otras series como Queer As Folk, Orange Is The New Black o algunos de Vis a vis, entre otros.
Con respecto al bloque de medidas sociales, en Vox encontrarán un buen puñado de ayudas del Estado para favorecer a las familias numerosas: descuentos en transporte, bonificación en el IBI, rebaja del IVA y de impuestos en la compra de viviendas. La familia que sin duda aplaudiría estas medidas, y que probablemente más encaja en el programa de Vox, aunque con cuatro décadas de diferencia, sería la de Con 8 basta, la serie de finales de los 70 y principios de los 80 que siempre tuvo cierto tufillo a Opus Dei.
Con un gobierno del partido ultraconservador, el relato oficial del pasado volvería a ser el que mostró el bando franquista tras la guerra civil. Los desaparecidos en las cunetas y fosas comunes regresarían a la nube del olvido para mantener viva únicamente la historia sobre los “caídos por Dios y por España”. Al igual que en el mundo distópico de la serie The Man in the High Castle, donde se borró el pasado de los Estados Unidos antes de que los nazis conquistaran medio mundo. En la primera temporada una mujer descubre un lote de películas que muestran una historia diferente a la que se vive en 1962.
La importancia de recuperar la memoria histórica se valora de forma exquisita en la serie alemana Heimat, un retrato de la Alemania del siglo XX a través de las diferentes generaciones de la familia Simon durante las consecutivas etapas políticas, con sus luces y sus sombras. Una serie impensable para la ideología de Vox, donde solo tiene cabida una visión de la historia.
Más de un personaje en Juego de Tronos quiere acabar con los Siete Reinos de Poniente, como así ocurre con el partido de extrema derecha, que propone la eliminación de las Comunidades Autónomas. Juego de Tronos es un excelente escaparate para reflejar otras teorías ultraconservadoras, como la de la construcción del muro de Ceuta y Melilla para frenar la inmigración. La muralla de hielo en la historia creada R. R. Martin separa los Siete Reinos de las tierras salvajes. En la cuarta temporada, la Guardia de la Noche intenta evitar la entrada de los salvajes en la Batalla del Castillo Negro, al estilo del futuro ejército de Santi Jon Snow Abascal.
En su segunda temporada, Black Mirror nos recordaba que hasta un personaje de animación, grosero y faltón, podía vencer en unas elecciones si se gana el favor del público. El desencanto de los votantes es el terreno idóneo para que emerjan partidos que regalan los oídos a quienes se sienten huérfanos en otros espacios ideológicos con mensajes tan simplistas como ‘fuera el Estado autonómico’ y ‘viva la bandera de España’. Vox es en cierta forma como el muñeco Waldo, al menos sus votantes se asemejan, al haberse dejado seducir con escenas del nuevo partido en contra el status quo actual.
En la serie de los ochenta V, unos pacíficos extraterrestres con aspecto humano aterrizaban en la tierra solicitando colaboración para obtener ciertas materias primas. Las aparentes buenas intenciones de estos visitantes no eran más que una fachada. Tras el disfraz se escondían unos malévolos reptiles cuya intención era encontrar alimento en la humanidad. ¿Peligra, con estos reptiles, la supervivencia de los seres humanos? ¿Cuáles serán las verdaderas intenciones de Vox cuando ejerzan de partido político en el parlamento? Solo queda esperar y, por si acaso, ver muchas series para prepararse ante lo que pueda llegar.
Fue una serie británica de humor corrosivo y sin tabúes, se hablaba de sexo abiertamente y presentaba a unos personajes que no podían con la vida en plena crisis de los cuarenta. Lo gracioso es que diez años después sigue siendo perfectamente válida, porque las cosas no es que no hayan cambiado mucho, es que seguramente han empeorado