VALÈNCIA. Salta una notificación de YouTube en el móvil. Y de la manera más inesperada, un jarro de agua fría. Todos los días, las redes sociales de À Punt y del equipo de L’Alqueria Blanca, la serie más icónica de la historia de la televisión valenciana, reciben la misma pregunta de una legión de fans: “Quan torna L’Alqueria?”.
La incógnita la ha acabado respondiendo un desliz. La cuenta de YouTube de À Punt, con más de 50.000 seguidores, publicaba el jueves por la mañana un vídeo que luego ocultaban con la bomba: la serie acabaría con su 17º temporada, de la que quedan seis capítulos por emitirse. Aunque el equipo de redes sociales de la televisión se apresuró a esconder el vídeo, los pocos minutos que estuvo en público sirvió para que algunas personas lo vieran y se empezara a mover.
El público fiel de la serie le hizo entonces llegar el vídeo a actores y actrices de la serie para preguntarles si era cierto. No había indicios anteriores de que L’Alqueria Blanca pudiera cancelarse. Pero es que ni siquiera los implicados sabían que la producción que había marcado su carrera profesional ya había rodado su final.
À Punt confirmó esa misma tarde, ante la consulta de Culturplaza, la noticia. Minutos después, el ente público difundió la nota de prensa y el vídeo que estaba previsto para otro momento. El equipo de L’Alqueria Blanca veía ratificado así los peores augurios: la serie se había acabado sin haber sido conscientes durante la grabación.
La cancelación de la serie ha sido abrupta y deja muy tocada tanto a su audiencia fiel como al ecosistema de productoras audiovisuales. La pregunta que se repiten muchos profesionales del sector estos días es: “Si L’Alqueria Blanca no sobrevive, ¿qué queda?”.
La serie ha marcado un hito difícil de igualar. Desde su estreno en 2007, ha sido el principal revulsivo de la televisión pública valenciana en todas las franjas que ha ocupado y solo ha frenado su producción el cierre por parte de la Generalitat Valenciana de Canal 9, la cadena que lo emitía, en 2013. En cuanto À Punt empezó a funcionar, cinco años después, el público reclamó su vuelta. Y a pesar de las primeras resistencias, L’Alqueria Blanca resucitó y reafirmó su potencial, siempre por encima de la media de la cadena.
En todo caso, en esta segunda era, la serie no ha sido inmune a los vaivenes de À Punt. Primero volvió con una frecuencia semanal, más tarde se convirtió en una tira diaria, y los problemas presupuestarios del ente provocaron que se estiraran los capítulos grabados, volviendo a la frecuencia semanal. Los recurrentes problemas presupuestarios que vive la radiotelevisión son una sombra amenazante que planea sobre la parrilla en general y sobre la ficción muy en particular. Ninguna serie se ha consolidado como lo hizo L’Alqueria Blanca —ninguna fue tan bien tratada tampoco.
El final: seis capítulos desgajados de una temporada atípica
La 17º temporada de L’Alqueria Blanca se grabó entre octubre y noviembre de 2024. De hecho, el plan de rodaje se vio afectado por la Dana que azotó la provincia de Valencia aquellos meses.
El contexto de inestabilidad de À Punt hacía que, en esta segunda era, el equipo “escribiera y grabara cada nueva temporada como si fuera la última”. “Siempre empezábamos con ilusión, pero también con el miedo de lo que pudiera pasar”, confiesa un miembro del equipo a Culturplaza.
En esta ocasión, el runrún a más. Los responsables de la serie plantearon que esta temporada fuera un punto y aparte. La siguiente temporada, la 18º, empezaría con un salto temporal de una década, que implicara nuevos personajes (contando en todo caso con la mayoría del elenco actual) y un cambio de decorados.
Ese punto y aparte podía sonar, claro, a un punto y final. Varios actores y actrices preguntaron entonces alertados, pero las productoras no tenían entonces indicio alguno de que la cadena tuviera ninguna decisión tomada. El final del rodaje de la temporada 17 fue como uno más, a la espera de saber cuándo volverían a retomar las grabaciones de los nuevos capítulos.
Se entregaron entonces a À Punt 16 capítulos, que empezaron a emitirse el 24 de noviembre. Pero en febrero, el anunciado como último capítulo (televisado el 2 de febrero) no era el último grabado. La dirección de À Punt, entonces aún a cargo del anterior equipo de dirección, con Alfred Costa al frente, solo emitió diez episodios y guardó seis en la nevera.
“Cuando el nuevo equipo tomó posesión, a mediados de febrero, la serie ya no estaba programada, aunque quedaban seis capítulos por emitir. Después de analizar la situación, la cadena se ha decantado por esta fórmula de despedir la serie con todos los honores que merece, repitiendo los diez capítulos ya emitidos de esta última temporada durante el verano y enlazar, sin interrupciones, con el estreno de los seis que aún son inéditos”, explica À Punt a preguntas de este diario.
Los testimonios recogidos dan a entender que la serie tendrá un final digno por la casualidad de haber proyectado ese revolución de época en la siguiente temporada. Sin embargo, FormulaTV recoge, también de fuentes cercanas a la serie, que siendo la cancelación por motivos económicos, las productoras buscaron pasar el bache buscando financiación a través de patrocinios privados y ayudas directas de la Generalitat que pudieran liberar a À Punt de la carga de la producción.
De todo esto solo era consciente una parte pequeña del equipo. El grueso del mismo se enteró con la noticia precipitada que salió a la luz el jueves por la mañana. La sensación fue de cabreo, y mucha tristeza. El actor Nelo Gómez fue el encargado de hacer público la situación en la red social X: “17 años juntos y nos enteramos por la prensa. Ni el equipo, ni la audiencia, ni el proyecto que lo cambió todo merecían un final así. A pesar de la amargura, gracias infinitas a las productoras, las cadenas y las almas que habéis creído. Hemos sido felices”.
La cadena, sin embargo, relativiza la cancelación: “Ha pasado con L’Alqueria Blanca como también ha pasado con series que han disfrutado de buena salud y acogida durante años, como Cuéntame o Amar es para siempre. La serie ha cumplido con creces, con un éxito inédito en la Comunitat Valenciana, su ciclo y no merece acabar en un estado de languidez”, referido precisamente a la progresiva bajada de audiencias, coherente con los datos de À Punt y los continuos cambios.

¿Un nuevo comienzo?
À Punt no cierra, en todo caso, la puerta a una posible vuelta del universo de L’Alqueria Blanca: “Hemos comentado con la productora darle vueltas a un posible nuevo proyecto que recoja el espíritu de la serie con un gran salto temporal”, explican fuentes oficiales de la cadena. Es decir, que lo que estaba proyectado para una nueva temporada de la misma serie en un principio, se podría traducir en una nueva serie.
En todo caso, la situación financiera de À Punt descarta cualquier corto plazo. Varias productoras valencianas no esconden su resignación a recibir cualquier encargo por parte de la radiotelevisión lo que queda de año, más aún desde el cambio de equipo que colocó a Francisco Aura como director general y Paco Picó como director de Contenidos.
“Las series de ficción propia, aunque son producción de gran envergadura —inmensa para nuestro presupuesto—, son siempre un producto importante para una cadena, que la define, le da singularidad y fideliza la audiencia”, admite À Punt en su respuesta oficial. Y matiza: “Estudiaremos con mucho cuidado las propuestas que llegan, pero sin caer en urgencias o prisas que puedan ser contraproducentes. El proyecto de L’Alqueria Blanca, sin ir más lejos, necesitó en su día más de un año de gestación antes de ser una realidad”.
Las fuentes de L’Alqueria Blanca consultadas para este reportaje coinciden: “Solo quedábamos nosotros. Solo quedaba L’Alqueria Blanca y ha acabado así”. Y se suman a esa pregunta que recorre las conversaciones de estos días en el sector audiovisual: “¿Qué queda ahora?”.
También apuntan a que el final de la serie, aunque no frustrará al público, merecía más: “Podría haber tenido un broche de oro. Un telefilme, una nueva temporada corta que cerrara del todo las tramas… L’Alqueria Blanca no puede irse por la puerta de atrás”.
Además de dejar huérfano al público de la serie (que ahora tendrá que depositar sus esperanzas en la resurrección de una nueva producción que de continuidad a las tramas), L’Alqueria Blanca era el transatlántico de la televisión valenciana, la única ventana que ha conseguido formar algo parecido a un star-system y un trampolín para muchos profesionales que han hecho carrera en otras producciones, como Claudia Pinto, Alberto Evangelio o Nacho Ruipérez, entre otros.
“No nos resolvía la vida; tan solo era un par de meses de trabajo, pero ha sido muy importante para nuestras carreras; sobre todo por la conexión con el público, que no dejan de preguntarnos por redes sociales cuándo volverá”, se apena un actor de la serie. “La primera reacción de la noticia ha sido el shock, luego la rabia, y ahora sobre todo el orgullo por el trabajo hecho”, concluye.
La cuenta atrás ha empezado. L’Alqueria Blanca acabará, previsiblemente, en octubre.