MADRID (EP). Siemens Gamesa Renewable Energy contabiliza como activos financieros disponibles para la venta sus participaciones en al menos seis empresas chinas, que presentan un valor conjunto de 27,56 millones de euros. A 30 de junio, la empresa que preside Rosa García mantenía participaciones en varias empresas chinas (parques eólicos) que oscilaban entre el 25% y el 40%.
A pesar de que su participación supera el 20%, la dirección de Siemens Gamesa considera que no existe influencia significativa en estas sociedades, ya que no hay capacidad de participación en la toma de decisiones sobre políticas financieras u operativas de las empresas, según explica en sus estados financieros.
Se trata de Wendeng Zhangjiachan Wind Power, Jianping Shiyingzi Wind Power, Beipiao CGN Changgao Wind Power, CGN Anqiu Wind Power, Beipiao Yangshugou Wind Power, Datang (Jianping) New Energy y otras. En la primera es donde mayor participación ostenta, del 40%, valorada en 7,6 millones de euros. En el resto, la participación ronda el 25%. En general, Siemens Gamesa participa en el capital de estas sociedades con el único objetivo de favorecer la concesión de los permisos pertinentes para el desarrollo de las plantas y la construcción y venta de aerogeneradores en esos parques.
Con el fin de determinar que el valor recuperable de esas participaciones no sea inferior al valor contable al que están resgistradas, la compañía encarga la realización de revisiones de resultados y de la situación patrimonial a un auditor externo. En las revisiones, que se realizan anualmente, no se han identificado deterioros significativos del valor contable de dichas participaciones. Durante el periodo de 2017 la compañía no ha obtenido ingresos por dividendos de las citadas inversiones en empresas chinas o plusvalías por venta.
Por otro lado, respecto al efecto que puede la salida del Reino Unido de la Unión Europea, Siemens indica que "desencadena un periodo prolongado de incertidumbre que afecta negativamente a las inversiones futuras en el mercado energético británico, y añade incertidumbre al desarrollo del negocio de la empresa en el país.
No obstante, la compañía estima que podrá cubrir esas incertidumbres mediante varias medidas de reducción del riesgo y, por tanto, no aprecia riesgo inmediato para sus cuentas en lo relativo a la recuperabilidad de los activos resultantes de inversiones pasadas en el Reino Unido.