VALÈNCIA. Sindicatos en la firma de figuras de porcelana Lladró encaran el periodo de negociaciones del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) a 81 trabajadores de las cuatro empresas que conforman el grupo empresarial con "escepticismo" y la vista puesta en "minimizar al máximo las consecuencias de esta decisión empresarial" y conseguir que las salidas sean "lo menos traumáticas posibles".
Este mismo martes, Lladró anunciaba el inicio del periodo de negociación para la aplicación del ERE a 81 empleados, una decisión que, según apuntaron, respondía a "causas tanto económicas como productivas" para "garantizar su viabilidad"."La sostenibilidad a largo plazo de la compañía exige ajustar los recursos a su tamaño de negocio actual y esperado para los próximos años, con el objetivo de garantizar la viabilidad futura de la empresa", indicó la firma en un comunicado.
En concreto, las reducciones de plantilla que ha puesto encima de la mesa el grupo empresarial, que en 2017 fue adquirido por el grupo inversor PHI Industrial, fue de 34 empleos en Porsa, 32 en Lladró SA, 10 en Daisa y 5 en Arte y Porcelanas, S.A. Y es que desde la compañía indicaron que la actual organización está "sobredimensionada" y es "demasiado compleja para el tamaño actual del negocio".
Ante este escenario, desde CSIF, sindicato mayoritario, han puesto en valor la importancia del equipo humano, como "parte valiosa del tejido industrial valenciano" y, por tanto, remarcan que un ERE "no es una buena noticia". De este modo, explican que estudiarán el documento que la dirección les ha trasladado para "estudiarla detalladamente" e intentar, en lo posible, "minimizar al máximo las consecuencias de esta decisión empresarial".
"Los trabajadores del Grupo Lladró llevan muchos años realizando sacrificios para la supervivencia de estas empresas y creemos, desde una posición de responsabilidad y coherencia, que debemos buscar las mejores vías y soluciones para que unas empresas como el Grupo Lladró, no solo tengan asegurada su supervivencia si no que sea posible una reversión de esta senda que solo conduce a la destrucción de empleos", subrayan.
Asimismo, fuentes sindicales de UGT explican a Valencia Plaza que también están analizando la documentación para intentar "minimizar" el impacto del ERE en la plantilla que, admiten, esperaban que tuviera más alcance. Su principal objetivo es conseguir que las salidas sean "lo menos traumáticas posibles" y, para ello, propondrán que los afectados sean las personas que estén "más próximas a su jubilación", aunque no descartan buscar otras alternativas.
Según UGT, la noticia ha sido un jarro de agua fría para los trabajadores que están "temerosos" ante el incierto escenario. "Estas cosas se digieren mal", admiten desde el sindicato que avanza que encaran el proceso de negociación con "escepticismo" y "cautela".
Este no es el primer ajuste en el empleo al que ha tenido que hacer frente la mercantil que en la última década se ha enfrentado a una delicada situación para ajustar su producción a la demanda actual.
Ya el 19 de octubre del año pasado, Lladró aplicó un ERTE de 123 días hasta marzo de 2020 para 270 trabajadores de las empresas Arte y Porcelanosa, Daisa y Porsa. Además, este pasado mes de enero, la empresa retomó el plan de prejubilaciones, iniciado en 2016, para 28 trabajadores.