MADRID. La inflación y los bancos centrales han pasado a un segundo plano en los mercados financieros debido a la situación geopolítica, y los mercados de divisas no son una excepción. Entre las divisas del G10, el yen japonés y el franco suizo (refugios seguros de transición) subieron frente al dólar estadounidense.
Las divisas relacionadas con las materias primas, como el dólar australiano y neozelandés, se comportaron razonablemente bien, ya que los precios de las materias primas resistieron a los flujos de huida hacia la seguridad. Como era de esperar, las divisas de Europa del Este fueron las que tuvieron un peor desempeño, perjudicadas por el empeoramiento de las noticias sobre la crisis de Ucrania.
Las principales publicaciones macroeconómicas de esta semana son los índices PMI adelantados de actividad empresarial de Estados Unidos, la eurozona y Reino Unido. Sin embargo, probablemente la crisis geopolítica de Ucrania eclipse dichos datos.
Todavía no está claro qué impacto tendría un conflicto total en el tipo de cambio euro/dólar. Aunque tradicionalmente el dólar ha sido un refugio seguro durante los periodos de crisis, el repunte de los rendimientos estadounidenses que probablemente se produciría eliminaría uno de los apoyos en los que se sustenta la reciente subida del dólar.
Mientras que la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha seguido haciendo retroceder modestamente las expectativas sobre subidas de tipos en la eurozona, el economista jefe del BCE, Lane, pareció dejar atrás sus opiniones extremadamente moderadas la semana pasada, ya que finalmente reconoció la posibilidad de que el entorno deflacionista que prevalecía hace años no vuelva nunca. Los PMIs de esta semana podrían verse eclipsados por los primeros datos de inflación de febrero de Francia, que casi con total seguridad mostrarán un fuerte aumento nuevamente. Todavía existe un gran margen para que los mercados valoren un calendario de subidas de tipos más rápido por parte del BCE, y esperamos que la moneda común reciba un fuerte impulso cuando esto ocurra.
Esta semana será relativamente tranquila en cuanto a la publicación de datos en Estados Unidos, ya que solo se publicarán los índices PMI y la inflación PCE (gastos de consumo personal). La atención debería seguir centrándose por un lado en las noticias geopolíticas, y por otro lado en las comunicaciones de la Reserva Federal, ya que está previsto que cinco miembros de la Fed hablen en público a lo largo de la semana. Esperamos que la incertidumbre sobre la reacción del dólar ante un posible empeoramiento de la crisis descrita anteriormente se resuelva pronto. A diferencia de lo que ocurre en otras zonas económicas importantes, en particular en la eurozona, es difícil que los tipos de interés de EE UU coticen subidas mucho más rápidas de lo que ya están cotizadas, por lo que existe la posibilidad de que se deshaga parcialmente la subida del dólar frente al euro.
Casi todos los informes de inflación de las principales economías han superado a las expectativas, a pesar del incesante aumento de éstas. El informe de inflación de Reino Unido no fue una excepción. La tasa general subió hasta un nuevo máximo de varias décadas del 5,5%, y la tasa subyacente no se quedó atrás, aumentando un 4,4%, lo que indica que las presiones inflacionistas se están extendiendo. El informe de empleo y las ventas al por menor también sorprendieron al alza, lo que respaldó a los miembros más agresivos (hawkish) del Banco de Inglaterra, y por tanto a la libra, que se mantuvo bastante bien a pesar del deterioro geopolítico. Además de la publicación de los índices PMI de actividad empresarial, la agenda de esta semana está inusualmente ocupada, ya que nada menos que seis miembros del Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra hablarán en público.
Enrique Díaz-Álvarez es director de Riesgos de Ebury