VALÈNCIA. Hace años que Sole Giménez (París, 1963) acompaña con voz y letra a la vida de aquellos que se cruzan con su música, que no son pocos, una banda sonora que parte de lo íntimo. Sin embargo, ahora tiene un objetivo mayor, el de revisar aquella banda sonora global, esos listados que conforman la historia de la música, en clave femenina, rescatando a aquellas autoras que han sido invisibilizadas, mujeres cuyo nombre ha quedado muchas veces en el olvido y a las que Giménez quiere rendir homenaje. Cómo hemos cambiado, sí, pero cuánto nos queda por cambiar. El objetivo, ambicioso, empezó en 2019 con el primer volumen de ‘Mujeres de música’, una tarea que sigue ahora con un segundo volumen, una nueva colección de canciones firmadas por compositoras como María Grever, Carolina de Juan o Gabriela Mistral.
-Llevamos un año de ‘nueva normalidad’, un año en el que la música ha tenido que cesar en tantos lugares, ¿cómo lo ha vivido?
-No me gusta mirar atrás. No quiero tener esa sensación de agobio, no me quiero recrear. La vida continúa, es diferente, pero continúa y debemos darle la oportunidad para que lo haga. Por eso yo me embarqué a finales del año pasado en este disco, creía que teníamos que salir adelante. Es cierto que no sabemos muy bien a qué atenernos, pero hay que seguir adelante y no dejarse llevar por miedos o nostalgias.
-Hablando de futuro, la música en directo precisamente ha vivido hace unos día un hito con el concierto masivo de Love of Lesbian en Barcelona, ¿qué sintió al ver las imágenes?
-Me hizo sentir esperanzada. No me cabe la menor duda de que ese tipo de conciertos van a volver, lo que no sé es cuándo. Este tipo de experimentos ayudan a demostrar que dentro del ámbito de la cultura se están tomando todas las medidas y se está haciendo una gran apuesta por encontrar otras fórmulas.
-La cultura es segura y, en estos meses, ¿también un refugio?
-Más que un refugio, un desahogo. Compuse una canción en plena pandemia que se lama 'Todo pasará' y fue ese sitio donde volcar las inquietudes y, también, la esperanza. Me ha servido mucho para estar activa. No hay que dejarse llevar por la inercia de la paralización que estábamos viviendo. En esta vida tienes que hacer el esfuerzo de andar y de seguir adelante, pase lo que pase.
-En esta segunda parte de ‘Mujeres de música’ vuelve a reivindicar a esas autoras no siempre reconocidas, todavía seguimos reparando la lacra del ‘anónimo’.
-Absolutamente. Peggy Lee, por ejemplo, era una cantante maravillosa, pero también una gran autora y nunca se reivindica. Queda en un segundo plano, parece que no interesa o no importa. Hay que poner el acento ahí. Por esa razón quise hacer este disco. Lo he encontrado demasiadas veces en los 35 años de carrera que llevo, empezando por mí. La gente me conoce como cantante pero no como autora, sin embargo han podido cantar algunas de mis canciones. Si estás con un chico al lado parece que solo te dediques a cantar [...] En la música la estética que rodea a la mujer siempre tiene un enfoque muy frívolo. Eso afecta a cómo se toma en serio o no la música que hacen estas mujeres. Hay un filtro que no nos deja que las mujeres destaquemos por el hecho de ser profesionales.
-En este viaje te acompañan creadoras como Rozalén o Bely Basarte.
-En esta segunda parte quería sumar colaboraciones femeninas con las que extender este homenaje a las autoras. Con María [Rozalén] fue muy fácil, muy bonito. Quería cantar 'Honrar la vida', de Eladía Blázquez, es un texto que hoy resulta urgente y necesario. Además con María, que tiene un posicionamiento en la vida muy honesto, muy de verdad. Era la canción que teníamos que compartir. Con Bely Basarte igual, entendió perfectamente dónde quería llevar 'Muñequita linda', que es una canción que tiene una intrahistoria muy triste, porque María Grever la compuso a una niña que perdió con solo unos meses.
-También canta con su hija, Alba Engel.
-Además elegimos la canción entre las dos. Nos gusta mucho Morgan y Carolina de Juan es una de las grandes autoras que tenemos ahora mismo.
-Hablamos de ese homenaje a otras autoras, pero, ¿se ha dado ese homenaje a Sole Giménez?
-En alguna ocasión, aunque no he sido demasiado consciente. En los karaokes sé que cantan mis canciones [ríe] Me encanta cuando veo que la gente disfruta de mis canciones, eso es lo que al final uno quiere que pase.
-En el listado de homenajeadas, hay una excepción: Miguel Hernández.
-Yo tenía esa canción ('Tus cartas son un vino') de un disco que hizo en homenaje a Miguel Hernández. Me apetecía retomarla, es especialmente hermosa. En este caso, la mujer soy yo, la que compone la música para este texto. Es un privilegio poder musicar poemas de Hernández o de Gabriela Mistral.
-Es interesante este ejercicio también visto en su contexto, en un momento en el que las artes y la industria cultural se está revisando a sí misma en cuestión de género, desde la representación en museos al movimiento MeToo que inició el cine.
-Es un intento de equilibrar las cosas, este proyecto se enmarca en esa necesidad de visibilizar a la mujer creadora. Hay que empujar para que se ajusten las cosas. Una sociedad donde la mujer es el 50 por ciento no podemos obviar a las que han estado. Debemos contar la historia desde otra perspectiva, bascular hacia la visión femenina, que ha estado desaparecida.
-La industria musical no visible, además, ha sido muy masculina.
-Y sigue siéndolo. En el escaparate hay muchas mujeres, pero en la trastienda no. Músicos, ingenieros, productores, directivos... Las grandes multinacionales las dirigen hombres, las grandes radios musicales están dirigidas por hombres, los programadores son hombres. Todos los puestos de poder en la música están ocupados por hombres. Eso es así. La posición de la música que hacen las mujeres está dirigida por hombres, el enfoque que se da a las artistas en un enfoque masculino. Esto habrá que ir consiguiendo que no esté tan desequilibrado. En todos los ámbitos, también en la música clásica, donde hay que hacer un gran movimiento. No se estrenan obras de mujeres. Aunque hay más instrumentistas todavía queda mucho camino por recorrer. Hay excepciones, pero son contadas.
-¿Cuáles son las autoras que han sido clave en su formación musical?
-Tengo muchas cantante que han sido clave pero como autoras faltan referentes. Las estoy descubriendo con los años. Esto nos pasa mucho, estamos faltas de referentes, especialmente en mi generación. Con el tiempo, por suerte, descubres a Joni Mitchell, a Peggy Lee, a María Grever... pero como no escarbes no encuentras. Autores como Serrat no las tienes aquí. Fíjate, en el volumen uno de 'Mujeres de música' visitamos a Mari Trini, es la autora más importante que hemos tenido en este país por cantidad de obra y se está olvidando, siendo una voz tan importante para nuestra música.
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