La compañía emergente L’abocador presenta su primera producción: Sorpresa, que podrá verse los días 5 y 6 de octubre en el Teatro Círculo. La obra ha sido escrita y dirigida por la poeta valenciana Elsa Moreno y la interpretan Sara Espinar y Teresa Almenar
VALÈNCIA. Lo peor de los cumpleaños es que la gente llegue tarde, los organizadores se ponen nerviosos y nunca saben que hacer. Y si encima la que no aparece es la cumpleañera la cosa empeora, y la Sorpresa acaba destinada a una posible gran catástrofe. La poeta valenciana Elsa Moreno se atreve en Sorpresa a subir a escena la incomunicación, el reencuentro y “el lenguaje privado que se gesta en una relación, y el amor residual de una ruptura”, tal y como lo cuenta Elsa. A través de un relato que muestra las contradicciones del amor las invitadas Sara Espinar y Teresa Almenar deberán dialogar sobre el amor romántico desde la perspectiva más humana.
Pero las anfitrionas no están del todo solas, tal y como lo describe Elsa el público forma parte del relato también, puesto que “son partícipes de esa fiesta de cumpleaños donde se desarrolla la pieza”, todo ello se logra rompiendo la barrera entre el espacio de representación y de visualización, donde el público podrá situarse junto a las intérpretes. La dirección nace desde la contemplación más pura de Elsa a las actrices, en un relato en el que “señala la luz” de aquellas que se han querido embaucar con ella en este proyecto: “Es mi primera vez escribiendo y dirigiendo para otras personas, como directora lo que he hecho ha sido mirarlas y señalar ahí donde veo que brillan”.
La compañía L’abocador es producto de Sara y Elsa, quienes al terminar sus estudios decidieron seguir su línea de trabajo por dos caminos: el trabajo textual a través de la poesía escénica por parte de Elsa y Sara continúa formándose en el Conservatorio Superior de Danza de València y además trabaja como intérprete. En el proyecto Sorpresa L’abocador busca sumar las líneas de investigación para “generar relatos que cuestionen la contemporaneidad, desde un código joven y comprometido”. Tras todo este contexto se sube a escena esta obra de “cumpleaños fallido”, inspirada directamente en Esperando a Godot aunque con un toque rejuvenecido y una mirada valenciana.
