VALENCIA (VP/EP). La agencia internacional de riesgos Standard & Poor's (S&P) ha rebajado todavía más el rating de Cataluña dentro del ya de por sí 'bono basura' hasta una nota de 'B+' respecto a la de 'BB-' anterior y, además, con perspectiva 'negativa'.
Se trata de la misma nota que tiene adjudicada a países como Albania, El Salvador, Fiyi, Honduras, Kenia, Sri Lanka, Montenegro, Nigeria, Papúa Nueva Guinea, Ruanda y Senegal, entre otros países.
En un comunicado, la agencia ha augurado que en los próximos 12 meses "las tensiones políticas" entre el Gobierno central y la Generalitat pueden aumentar y afectar negativamente a las relaciones financieras intergubernamentales.
S&P ha tenido en cuenta la práctica de refinanciaciones de deuda de la Generalitat a corto plazo -a la espera de autorización del Gobierno central para endeudarse a largo plazo-, con una calificación del crédito a corto plazo que ha mantenido en 'B'.
La agencia ha advertido de que rebajará el rating de la autonomía "en uno o más escalones" si considera que las tensiones políticas interfieren con el funcionamiento fluido del apoyo financiero del Gobierno central a Cataluña.
Por contra, si no observa un incremento de tensiones entre ambas administraciones en los próximos 12 meses, mejorará la perspectiva a estable, para lo que también tendría en cuenta una mejora de la situación económica y presupuestaria.
La agencia considera que Cataluña tiene capacidad de pagar su deuda, pero ve mayores riesgos que los que había calculado previamente, y concreta que la calificación actual se basa en que el Gobierno central continuará proporcionando apoyo financiero a Cataluña para cubrir sus vencimientos a largo plazo a pesar de las tensiones políticas.
También constata que Cataluña tiene una débil ejecución presupuestaria, un peso muy alto de deuda y una liquidez inferior a la adecuada por su "reducida capacidad interna de generar caja, lo que se mitiga con el fuerte apoyo financiero del Gobierno central".
Explica que Cataluña tiene poca flexibilidad presupuestaria por su reducido margen de acción para recortar gasto, mientras que en el apartado positivo destaca la fortaleza de la economía catalana.
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