VALÈNCIA. La planta valenciana de Stadler sigue sumando importantes pedidos a su cartera. La multinacional suiza ha escogido la fábrica de Albuixech para fabricar los 504 trenes del 'megacontrato' de 4.000 millones de euros, que el grupo ferroviario se adjudicó hace dos años para un consorcio de seis operadores alemanes y austriacos. No obstante, hasta ahora, la compañía no había decidido en cuál de sus plantas en Europa se iban a fabricar estas unidades. Ahora, se despeja la incógnita y será Valencia la encargada de suministrar este pedido, el más grande que ha logrado la firma ferroviaria en su historia.
"Es un hito para Valencia y nuestra Comunidad. Es un motivo de orgullo que Stadler haya apostado por tecnología valenciana", destacó este miércoles Íñigo Parra, presidente de Stadler Valencia, tras anunciar que las instalaciones valencianas son las elegidas para materializar la totalidad de este contrato. Y lo hizo junto al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, cuyo apoyo ha sido determinante para declinar la balanza a favor de la factoría.
Y es que la Administración Valenciana acompañará esta inversión con un plan plurianual de incentivos, dotado de 45 millones de euros para los próximos 10 años. Para ello, el Consell instrumentalizará a través de un decreto estas ayudas, orientadas al incremento de la capacidad de producción de Stadler, el desarrollo de nuevos productos y la mejora de los procesos. "La inversión apuesta por la Comunitat Valenciana", ha destacado Mazón.
Concretamente, el 'megacontrato', que parte de una licitación del proyecto denominado VDV-Tram-Train, establece que Stadler fabricará 246 vehículos Citylink durante los próximos diez años por un volumen aproximado de 1.700 millones de euros, y la opción de adquirir hasta 258 vehículos adicionales. El consorcio está formado por las empresas Verkehrsbetrieben Karlsruhe (VBK), Albtal-Verkehrs-Gesellschaft (AVG), Saarbahn Netz, Schiene Oberösterreich, el estado de Salzburgo y Zweckverband Regional-Stadtbahn Neckar-Alb y Stadler.
Lo cierto es que la posibilidad de que la fábrica valenciana recibiera parte de la carga de trabajo sonaba con fuerza desde el principio. Y más teniendo en cuenta que el diseño de los convoyes está basado en el modelo Citylink, desarrollado por ingenieros valencianos. De hecho, la planta valenciana fue la escogida para suministrar los primeros 18 prototipos de este pedido, cuyas primeras unidades pasarán pronto a la fase de homologación, trámite que se puede prolongar entre seis meses y hasta un año, en función de cada país.
No obstante, la producción completa estaba a la espera de que Stadler decidiera dónde se iba a fabricar. El grupo ferroviario analizaba cuestiones como los costes logísticos que ofrecían las distintas plantas del grupo en Europa para tomar una decisión, ya que existen otras fábricas más cercanas al destino final de los trenes: cuatro ciudades alemanas y doce austríacas. Pero el apoyo de la Generalitat Valenciana ha facilitado la decisión final.
Por tanto, Albuixech se queda este 'megacontrato' que, asimismo, incluye el mantenimiento de los vehículos por un período de hasta 32 años. Un importante revulsivo para una factoría que no ha dejado de crecer en los últimos años. Pero también para el mantenimiento de su empleo en un sector tan cíclico como es el ferroviario. Así, esta adjudicación garantizará estabilidad y, como mínimo, una década de carga de trabajo asegurada.
En este sentido, Parra destacó que gracias a este contrato, de los 2.500 empleos actuales se cerrará el año con cerca de 3.000 trabajadores, además de los indirectos que también se van a generar. "Nos va a dar diez años de estabilidad muy potentes", reseñó. Además de su fábrica principal en Albuixech, Stadler dispone de una nueva factoría en La Vall d’Uixó con un centenar de empleados y un nuevo centro logístico en Sagunto desde donde centraliza todas sus operaciones logísticas.
Por el momento, no existe una fecha exacta para la entrada en circulación de estos trenes, dado que todavía falta la homologación de esos primeros prototipos. Además, aunque se trata de un pedido conjunto, cada tren se equipará de forma personalizada en función de las necesidades de cada operador, por lo que podrá variar la longitud, el número de puertas, la altura de entrada, así como el diseño interior.
El modelo Citylink es un formato evolucionado de los trenes urbanos que la factoría valenciana diseñó y desarrolló y que funciona en la conexión entre Alicante con Benidorm y Dénia a lo largo de la costa. De hecho, fue un encargo del Gobierno Valenciano para el TRAM d'Alacant. Fue en 2017, cuando Stadler llegó a un acuerdo con Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) para el suministro de seis trenes bimodales de este modelo, capaces de funcionar como tren y como tranvía, y que empezaron a operar dos años después la Línea 9 del Tram de Alicante, la que une Benidorm con Dénia.
A lo largo de estos años, Stadler ha vendido más de 650 unidades de este modelo en seis países diferentes entre los que están Alemania, Reino Unido o México.
Un hito que lleva ahora a la factoría a ganar un importante peso dentro de la matriz suiza y de la industria europea. Y lo hace en uno de sus mejores momentos, ya que lleva años de crecimiento y batiendo sus propios récords. Así, Stadler Valencia cerró 2023 con una facturación de 825,67 millones de euros, un 31% más, que un año antes y con una cartera de contratos por valor de 5.575 millones de euros, un 7,4% más que hace un año.
Además, elevó su beneficio hasta los 34,9 millones frente los 28 millones de 2022 y cerró el ejercicio con un resultado de explotación de 30,3 millones y generando empleo para 2.246 trabajadores, según sus cuentas anuales depositadas en el Registro Mercantil. Un crecimiento que es consecuencia de su entrada en nuevos mercados y de la consolidación en aquellos en los que ya tiene presencia.