Standard & Poor's certifica que la socimi Merlin goza de buena salud

MADRID (EP). Merlin Properties ha obtenido calificación crediticia de Standard & Poor's, que le ha otorgado una nota de 'BBB', con lo que la socimi logra contar con 'investment grade', según informó la empresa.

La agencia de calificación ha otorgado esta nota a la socimi con perspectiva estable, pero de forma provisional, con el fin de confirmarla en próximas fechas.

La compañía que preside Ismael Clemente se convierte así en la segunda del sector tras Colonial en obtener 'rating' financiero y lo logra apenas dos meses después de convertirse en la primera socimi en cotizar en el Ibex 35 de la Bolsa de Madrid.

Merlin Properties pretendía obtener calificación crediticia de cara a su previsto próximo estreno en el mercado de capitales con una emisión de bonos de unos 800 millones de euros.

La socimi enmarca esta operación en la estrategia de reducir deuda que mantiene tras cerrar a finales de 2015 la refinanciación de la correspondiente a Testa, la compañía patrimonialista adquirida a Sacyr.

En concreto, la socimi firmó entonces un préstamo de 1.700 millones de euros con diez bancos extranjeros, que estructuró en dos tramos de 850 millones de euros cada uno, uno de los cuales, con vencimiento en diciembre de 2017 se amortizará con la emisión de bonos.

Beneficio de 49,1 millones

Por otro lado, la empresa obtuvo un beneficio neto de 49,1 millones de euros en 2015, su primer ejercicio completo y en el que se hizo con el control de Testa, según informó la socimi.

Merlin Properties ingresó 214 millones de euros con el alquiler de su cartera de inmuebles, importe que casi cuadruplica el de 2014 por la incorporación de los activos de la inmobiliaria adquirida a Sacyr. El beneficio bruto de explotación (Ebitda), de su lado, también se multiplicó por cuatro y cerró el año en 161,2 millones de euros.

A la conclusión de 2015, la cartera patrimonial de la socimi que cotiza en el Ibex 35 presentaba un valor de 6.053 millones de euros, según el informe de un tasador independiente, lo que arroja una revalorización del 8% sobre un año antes y en términos comparables.