Vamos, que el morado impera.

Tariq es un hindú-pakistaní ubicado en Godella —su curry bien vale cruzar los muros del cap i casal— considerado como de los mejores restaurantes de esta categoría en la provincia de Valencia. Tiene todo lo que te esperas de un pakistaní: platos al centro, montañas de naan para sucar la salsa y un gradiente de picantes adaptados al tímido paladar mediterráneo.

Afzal es su dueño y responsable de frotar una lamparita de la que surgen recetas como las berenjenas Biajan Bhaji, un plato que hace de este vegetal el paradigma de la cremosidad. Además de este entrante, está toda la batería de los consabidos pequeños bocados indo-pakistaníes: samosas, pakoras, pinchos de pollo especiado, nimki con salsas —los tequeños de Nueva Delhi— y croquetas, que aunque suenen muy patrias o afrancesadas, las hay en todas partes del mundo. La fritura es un lenguaje universal y humilde.