VALÈNCIA. Existe solo una manera de llegar al mundo e infinitas de irse. Hay muertes misteriosas como las que se producen por asesinato, algunas más estúpidas como cuando alguien se ahoga con un hueso de aceituna y otras más comunes como morir atropellado. La mayoría son naturales, por suerte, pero hay otras que son accidentales e incluso provocadas.
Para descubrirlas todas -y sus motivos- la compañía valenciana Kalostro Teatro se estrena en el Teatro Círculo con Bardammour o morir sonriendo a la luna (Cap.2), un espectáculo que podrá verse del 31 de octubre (casualmente) al 17 de noviembre y en el que reflexionan sobre la “autoironía de la vida y la muerte”. Para ello se suben a escena tres actores y dos actrices: Vicente Ausina, Miguel Torrecilla, Tomás Verdú, María Covadonga y Marina Lilith, quienes a lo largo de la obra se transforman en quince personajes que pasan por todo tipo de situaciones para resolver un gran misterio: el de su propia existencia.
Con ellos imaginan eternamente el paseo entre la vida y la muerte bajo la dirección del actor y dramaturgo Marcos Sproston, que con el texto de Albert Boronat da rienda suelta a su imaginación partiendo de un detective que comienza a investigar lo que parece un asesinato. Partiendo de esta premisa, convierten el escenario en una cadena de situaciones sin resolver en los que “la verdad y los enigmas de la vida rellenan los huecos del pensamiento” mientras la historia la cuentan la doctora muerte, algunos samuráis y hasta un superhéroe.
En tan solo una hora y media hacen un juego teatral muy evidente en el que la figura de Bardammour es tan solo uno de los protagonistas de esta obra tan excéntrica: “Sabemos que es un gran reto, tanto actoral como filosófico porque es una obra que no se toma en serio a sí misma”, apunta Sproston, “es una autoironía sobre el principio y el fin que no llega a resolverse, pero que se plantea de una manera divertida aunque sin frivolizar ni convertirse en una comedia tonta”.