Suscríbe al canal de whatsapp

Suscríbete al canal de Whatsapp

Siempre al día de las últimas noticias

Suscríbe nuestro newsletter

Suscríbete nuestro newsletter

Siempre al día de las últimas noticias

VALÈNCIA. El Teatro Rialto de València acoge la premiada y reconocida obra ‘L’imperatiu categòric’, escrita y dirigida por Victoria Szpunberg, Premio Nacional de Literatura Dramática 2025 por esta obra, por “la profunda y potente carga dramática y el dominio de una técnica ingeniosa con la que la autora encuentra el tono y la temperatura ideal de una pieza irónica e incisiva”, según manifestó el jurado. Se podrá ver los días 15 y 16 de noviembre.

La obra cuenta, además de este, con numerosos premios como el Premio especial del jurado Teatre Barcelona 2024, Premio Butaca 2024 al mejor texto, Premio Max 2025 a la mejor actriz o Premio de la Crítica 2024 al mejor texto, mejor actriz i mejor escenografía, entre otros.

Teatre Lliure lleva a escena este retrato social que plantea con dosis de ironía qué es éticamente adecuado cuando el sistema te ahoga. Una comedia, descarnada y tierna a la vez, sobre la precarización de la universidad, la vivienda y la soledad, interpretada por Xavi Sáez y Ágata Roca.

La soledad, la vivienda o la precariedad en la universidad son algunos de los temas de la obra, retratados en la protagonista, una mujer que pasa la cincuentena y se siente invisibilizada en muchos aspectos.

Según expresa la propia Victoria Szpunberg, “me interesa mucho este tipo de personajes que ni siquiera son antihéroes. La protagonista, Clara G, siempre ha hecho bien las cosas, nunca ha sido una persona especialmente revolucionaria, no ha intentado contradecir las normas y siempre lo ha hecho todo como le habían dicho que debía hacerse. Pero por motivos que ella no controla, o por sus valores y su honestidad, va perdiendo su puesto de trabajo, el piso y se siente cada vez más fuera del sistema”.

La protagonista es una profesora de filosofía, experta en Kant, Clara G. Pasada la cincuentena, acabada de separar, sin poder conseguir plaza en la universidad y a punto de quedarse sin casa, empieza a sufrir unos ataques extraños.

Ha formado parte del sistema, pero cada vez está más arrinconada, cada vez está más cerca del margen. Va navegando a la deriva, topándose con varios hombres, hasta que su brújula ética se endereza por un hallazgo casual: un cuchillo de cocina fabulosamente afilado. ¿Cuáles tienen que ser las pautas de su conducta en un entorno cada vez más hostil? ¿Cuáles son las fronteras éticas de un sistema que solo permite sobrevivir a expensas de la miseria de los otros?

Recibe toda la actualidad
Valencia Plaza

Recibe toda la actualidad de Valencia Plaza en tu correo