ALICANTE. Las coreógrafas granadinas Lara Misó y Wilma Puentes, afincadas en València, plantean acercarse a las sevillanas de una forma novedosa. Estas dos artistas, un par, crearon en 2019 la plataforma cultural Colectivo Sin Par, desde donde proponen una deconstrucción de este baile que recorre la idiosincrasia y la tradición popular de España de norte a sur y de este a oeste. Mírala cara a cara es su innovadora propuesta, con la que buscan que el público se aproxime a esta arraigada disciplina artística. Eso sí, sin la menor intención de profundizar ni de investigar la técnica; solo aportando una nueva perspectiva circunstancial y compositiva. Una obra que representarán este sábado, 26 de abril, en el Teatro Arniches, en el marco del festival Abril en Danza.
— ¿Esta deconstrucción de las sevillanas también es apta para puristas? ¿Hay debate?
— Lara Misó: Es apta para todo el mundo. Es inclusiva y se abordada desde el cariño y la tradición que nos corresponde. No obstante, es importante tener en cuenta que nuestro lenguaje principal es la danza contemporánea. Por ello, el purista deberá observarla, si se presta, teniendo en cuenta la intención de las creadoras.
Basándonos en la coreografía original de las sevillanas de feria y de sus elementos clave, existen modificaciones y reinterpretaciones obvias que nos alejan de las originarias, pero de eso va nuestro trabajo. Siempre intentamos ser muy francas cuando hablamos de nuestro acercamiento a las sevillanas, que al final forma parte del flamenco, y reafirmamos que no pretendemos ahondar en el vocabulario de este palo, sino inspirarnos tanto de sus símbolos coreográficos (espaciales y rítmicos) como de lo que representa, siendo parte de nuestra cultura y tradición.
— El flamenco y las sevillanas a veces son algo casi innato o, al menos, muy enraizado familiarmente ¿Qué recuerdos tenéis vosotras desde la infancia sobre la disciplina?
— Lara Misó: Los recuerdos están muy vinculados desde una infancia muy prematura y alusión a ello hacemos en el diálogo con el que iniciamos la pieza. La familia, los volantes, mamá cogiéndote de la mano en la feria para no perderte. Son imágenes que se difuminan entre nuestros recuerdos.
Por otra parte, ambas comenzamos nuestros estudios reglados de danza muy pequeñitas y, desde el principio, en la asignatura de Danza Española, te enseñaban las sevillanas. Fue la primera coreografía preconcebida que nuestros cuerpos interpretaron. Todo esto, sumado a la reinterpretación medio inventada que nuestros cuerpos improvisaban en la feria desde niñas, son factores claves para rendir este pequeño homenaje a estas cuatro coplas en tres cuartos.
— ¿Qué os ofrecía la sevillana del grupo Requiebros para que la hayáis llevado al título de vuestra propuesta escénica?
— Lara Misó: El título nos fascinaba y, además, de manera intuitiva, si nos preguntaban por cantar una sevillana, nos salía esa sin pensarla. Supongo que la habremos escuchado mucho a lo largo de los años. Además, el hecho de "mirarse a la cara" cobra un relevante significado en nuestra propuesta. Tras un trabajo de dúo donde las limitaciones corporales nos impiden mirarnos a la cara para contarnos un secreto, conseguimos encontrar nuestros ojos para, así, abordar finalmente la sevillana, en la cual la mirada entre la pareja es constante.
Rizando el rizo, para nosotras también era importante lanzar una crítica ante la dificultad de prestarse atención en los tiempos que corren. Mirarse a los ojos y dedicarse una conversación cara a cara. Así, el título de la canción de Requiebros acogía perfectamente nuestra idea.

- Lara Misó y Wilma Puentes
— Cada sevillana consta de cuatro partes muy precisas: pasada, paseíllo, careo y remate ¿Qué novedades introducís vosotras en esta deconstrucción?
— Wilma Puentes: Wilma Puentes: Efectivamente, esas son las cuatro partes de las sevillanas y eso mismo justifica tanto la estructura de la pieza como las cuatro partes deconstruidas de la sevillana inventada.
Por un lado, la estructura de la pieza en cuatro partes intenta respetar una especie de ciclo vital que nos remonta a nuestra infancia y a ese primer contacto con las sevillanas (primer cuadro donde ocurre ese diálogo en movimiento), la maternidad (segundo cuadro con el juego de texturas d los plásticos y la iluminación), el recuerdo de la adolescencia, la rebeldía y nuestros primeros éxitos (tercer cuadro del aplauso deconstruido y la sevillana inventada) y por último el momento presente que nos acerca cada vez más a nuestras raíces y nuestro folclore aunque no lo tengamos cerca (cuarto cuadro, el de la sevillana acelerada).
Por otro lado, en relación a la deconstrucción de la sevillana hemos usado los principios de la danza contemporánea como los cambios de nivel llevando la segunda sevillana al suelo, las dinámicas con cambios de ritmo, el uso del espacio con cambios de frente e incluso a través de la relación entre nuestros cuerpos que no se miran, pero se tocan (al revés que en las sevillanas originales).
— ¿Con qué variantes de las sevillanas os habéis sentido más libres?
— Wilma Puentes: En principio, aprendimos las sevillanas de feria, por ser las que recordábamos de cuando éramos pequeñas, pero para su transformación, las sevillanas corraleras son las que más libertad nos han dado por ser las más flexibles dentro de los tipos de sevillanas que hay. De hecho, también es por eso la elección del tema de La liebre, de Las Corraleras de Lebrija.
— También habéis querido innovar con el vestuario introduciendo pantalones…
— Wilma Puentes: Sí, en nuestras creaciones siempre tenemos muy en cuenta la colaboración artística entre distintas disciplinas: vestuario, iluminación, música, escenografía, etcétera. Todo es original y creado a propósito para la obra. En concreto, el vestuario diseñado por Rocío Juárez llama mucho la atención, tanto por su combinación de colores como por el volumen que le dan los flecos. Buscamos imitar la vivacidad del vestido de flamenca usando en vez de volantes los flecos típicos del mantón. Además, al bailar también en el suelo, un pantalón nos resultaba mucho más cómodo y eficaz para todas las combinaciones coreográficas.