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ECUADOR DE 2017

Temporada 2017: el principio del fin de las leyendas urbanas

El ecuador de la temporada llega a Valencia con una serie protagonistas cuyas realidades chocan de frente con más de una creencia de acogida popular

15/06/2017 - 

VALÈNCIA. A sólo dos meses y medio ya del año nuevo encubierto, septiembre, es inevitable hacer resumen de todo lo más relevante de esta media parte del año. La protolista de la lista que a final de año se sumará a la colección de ídem. Razón de más cuando el verano empieza a asomar con la contundencia devastadora de un concierto de OBK; con esta exigencia térmica uno ha de estar preparado para ver pasar las diapositivas de su vida en cualquier momento. Las de 2017, por lo menos están recientes. En lo musical, el ecuador del curso en Valencia le ha quitado el polvo a una serie de leyendas urbanas y/o situaciones atascadas en el pasado que vale la pena repasar con el fin de quitarnos de encima más de un tic sin fundamento.

La demolición de la concepción de la música en valenciano como un género a guetizar, el levantamiento de sesión para los prejuicios en torno a según qué tipo de música, la desmitificación del complejo de inferioridad detrás del clásico atemporal “si este grupo no fuera de Valencia…”, el crédito a aquel que proclama la solidez de su criterio individual a la hora programar (o no) a mujeres que hacen música o la creencia firme de que una sala de conciertos no puede sobrevivir sin ceder en su línea de programación. Todos cuentan con un nombre del que empezar a tirar del hilo para deshacer la madeja en esta primera parte de 2017 en Valencia.

Gener, los sold outs y la normalización

A estas alturas acaricia lo absurdo negar que el arranque de 2017 ha sido, en Valencia y a nivel de bandas, para Gener. Es curioso porque, con el disco que publicaron a finales del año pasado, demostraron lo estúpido de las listas; por más que sigamos haciéndolas y esta pueda ser una prueba de ello. Los tiempos editoriales de Oh, Germanes! hicieron que el disco pasara desapercibido en las cribas cualitativas de lo que había que rescatar discográficamente de 2016. Sin embargo, pocos meses después, los frutos del disco trascendieron a la absurda linealidad temporal de la crítica y evidenciaron el buen trabajo de los valencianos con Paco Loco.


Sin duda, el hito que marca la adquisición simbólica de la primera mitad de 2017 por parte de Gener fue el concierto en la Rambleta. El concierto del 20 de enero, su presentación, para la que agotaron las entradas con solvencia, provocó que hubiera gente que se acercara al recinto y tuviera que volver a casa con el único concierto de su USB en el coche. Tras el recital, en el que se sobrepusieron a un sonido regular por momentos, han llegado más citas que avalan su candidatura: entre otras, las visitas a Barcelona -para llenar el Born o abrir para Els Amics de les Arts- y Madrid -para grabar su aparición en Los Conciertos de Radio 3-. La mejor forma de acabar con la absurda concepción de la música en valenciano como un género propio es así, naturalmente.

Mueveloreina y los prejuicios de género

Bien, entramos en territorio resbaladizo. No por nada en particular, sino porque hay a quien le parece que a lo mejor hay que pedir perdón por tender a según qué géneros; el machismo pasivo del indie y el rock sí, pero el del reguetón y el trap no, que es diferente y nos aturde.En este sentido, la labor (más o menos) involuntaria de Mueveloreina se antoja fundamental. El proyecto de Karma Cereza (Carmen Sirera) junto al uruguayo Joaco J Fox en Barcelona no sólo coloca una propuesta (medio) valenciana en la vanguardia de la tendencia -que ya es raro-, sino que además abre un camino digno de ser explorado por la riqueza de lo que podría albergar en su recorrido.


Con sólo cuatro canciones, el ascenso de Mueveloreina en 2017 es incuestionable. Cuatro canciones en medio año. No necesitan más; ni menos: cada canción, lanzada en compañía de un videoclip cuidado hasta el detalle, es en sí misma una microcampaña de la intensidad de un disco. De lo marginal e incluso la anécdota de un proyecto con apenas un año de vida han pasado a las portadas; de YouTube, a dar su primer concierto en Razzmatazz. Y que sigan: el sarcasmo de las letras, la difusión de las fronteras entre estilos y el ataque directo a los prejuicios adquiere carácter de imprescindible para dibujar un 2017 más coherente. Y las bases.

La Plata: el hype también puede ser valenciano

El caso de La Plata sublima el acto de encumbramiento diario que propicia la acuciante necesidad de encontrar lo siguiente antes de consumir por completo lo anterior y adelantarse a una competencia atomizada. Si Mueveloreina ha alcanzado un status impensable hace sólo un año con cuatro canciones en lo que va de curso, lo de La Plata apenas se queda un escalón por debajo. Su EP, ese que en total no llega ni a diez minutos, les ha granjeado una más que decente cuota de pantalla en revistas que, como VICE, se preguntaron quiénes eran los valencianos detrás de “la mejor canción de lo que va de año”. 


Esa canción es, efectivamente, ‘Un Atasco’. Entre el vídeo casero que su cantante, Diego Escriche, subió hace un año a YouTube y el que presentó Sonido Muchacho a finales de febrero una vez formalizado el lanzamiento del EP suman alrededor de 18.000 visualizaciones. En Spotify, ‘Un Atasco’ colecciona más de 20.000 reproducciones. La canción es fantástica, de hecho, y sí, entronca a la perfección la new wave y el sonido de los 80 sin necesidad de arraigarse en 2017 más allá de lo físico. El hype de La Plata es indiscutible, y el hecho de que haya surgido en Valencia da por fin la dimensión real de la falacia que suele emerger cada cierto tiempo: si fueran de Madrid…

El feminismo musical exige militancia (y la tiene)

El 8 de marzo fue el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Como todos los años desde que el tiempo es tiempo -en realidad no, aparentemente desde 1911-. El último 8 de marzo, un grupo de mujeres músicas aprovecharon la ocasión que se les brinda cada año para darle la vuelta y reaccionar a partir del negativo de la realidad. Un grupo de músicas valencianas decidieron que ya no quieren la parte por el todo, que ya está bien de sinécdoques existenciales, que prefieren el todo a la parte; es decir, preferían reivindicar su condición de mujeres que pueden subirse a un escenario y tocar y cantar más allá de los actos conmemorativos del Día de la Mujer.

“Para mí el 8 de marzo ha tomado realmente sentido, y todo por una decisión que tomé junto con mis hermanas y varias mujeres del ámbito musical: no hacer ningún bolo, hacer huelga”. Lo explicaba así entonces Vanessa Giner, parte del legendario grupo valenciano Carraixet. Junto a ella y sus hermanas, otros nombres como Neus Ferri, Olaya Alcázar o Monty Peiró secundaron una jornada de huelga musical femenina que, si bien volvió a evidenciar que la unidad en la respuesta todavía no existe -y quién sabe si existirá-, dejó claro que algo está modificándose en el panorama musical actual.

Loco Club y la supervivencia desde la trinchera propia

Sé fiel a ti mismo. Sólo sé tú mismo. Hollywood tiene una auténtica obsesión con la autenticidad personal de cada uno. Ya tiene narices la cosa. En cualquier caso, siempre se puede extraer algo edificante de toda la filosofía del American Dream: no hace falta que todos escribamos de lo mismo si vemos que un tema funciona, ni tampoco es necesario que todos los grupos suenen igual si determinado estilo funciona. Tampoco es perentorio, para la supervivencia de una sala  de conciertos, renunciar a la línea de programación si de verdad cree en ella para lanzarse a los lugares comunes.

El caso de Loco Club, especialmente en la segunda mitad del año pasado y hasta el ecuador de 2017, es bastante representativo. La lección final es que, si el americana, el bluegrass y el powerpop pueden ser pilares de una sala de conciertos en Valencia, todo es posible en esta ciudad con grandes dosis de trabajo (de público) detrás. El Loco, apoyado en alianzas estratégicas y en decisiones como el club de socios, se ha podido permitir el lujo de albergar conciertos de The Mastersons, The Cactus Blossoms, The Delta Saints, The Black Lillies, Whitney Rose, The Band of Heathens y, más recientemente, The Handsome Family -con una entrada envidiable-; combinado con conciertos locales, tributos, matinales y festivales como el Wáchina Wáchina, el Loco revienta cualquier mito alrededor de la decadencia de los clubes en 2017.


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