VIAJE POR LA TOSCANA VALENCIANA

Terres dels Alforins. Puro Mediterráneo

Aquellos que gustan de pasear por este espacio hedonista saben que cada cierto tiempo nos encanta ir de vinos por la Comunidad Valenciana. Esta es de esas semanas en las que llenamos las maletas de copas y nos dirigimos a uno de esos parajes que te acarician con la sabiduría de los años vividos

| 09/06/2017 | 3 min, 37 seg

Más de dos siglos de historia vitivinícola. Cultura que no se niega a la diversión de lo nuevo, porque lo cortés no quita lo valiente, y arrojo es lo que no falta en el grupo humano que hoy nos ocupa: Terres dels Alforins. Una serie de bodegueros que han decidido unirse para recuperar y relanzar su tierra con un ojo puesto en el pasado y otro en el futuro. Ni más ni menos, que dirían Los Chichos.

Gente joven en unos casos, familias enteras en otros. Ilusión siempre. Compromiso más. Once productores y tres municipios: Fontanars dels Alforins, La Font de la Figuera y Moixent. Un paisaje sin truenos. Seca brisa marina que cobija viñas con sabor al lugar del que proceden. Algunas uvas foráneas y cada vez más autóctonas, esas en las que han decidido poner ahora sus máximos esfuerzos. Recuperar la tradición sin renunciar a los cambios que, inevitablemente, nos esperan. Avanzar desde el respeto mediante elaboraciones naturales en las que se interviene lo mínimo. ¿El resultado? Una desnuda fotografía de espectaculares vistas que vamos a bebernos sorbo a sorbo.

Empezamos con el más rebelde, que se quita el disfraz de Calimero para gritar con humildad que sí, que en Levante se puede ser cisne. ¿Que cómo? Pues con la constante que nos encontraremos a lo largo de esta cata, mantener la cálida sensibilidad mediterránea sin agotar paladares. Así es Bala Perdida 2015 (Bodegas Arráez), un vino de la variedad alicante bouschet de viñas de 30 años situadas a 700 metros de altura. Inconformista frescura que tomamos apostando por la gastronomía local con la gachamiga, un plato de deliciosa sencillez a base de harina, aceite y cebolla o ajo.

De uno de nuestros productores de cabecera es este Vermell 2014 (Celler del Roure). Uvas monastrell, garnacha tintorera y mandó con crianza en tinajas de barro de las que resulta un arrebato de cerezas sutil y mineral. Sacamos los cuernos al sol comiéndonos unos caracoles guisados tomate, cebolla, guindilla y hierbabuena.

Más  formalito aparece el Clos de la Vall Autor 2012 (Clos de la Vall) de mandó y una pizca de monastrell. Ardorosa potencia de medido equilibrio. Nos plantamos el albornoz y salimos a la terraza para beberlo esta noche de primavera con un arroz con pencas, setas y nabos.

Hacemos ahora una excursión al monte más salvaje con Heretat del Belda 2009 (Daniel Belda). Tintorera y pinot noir de carácter sin cansancio. Esta vez vamos con un pinchito antes del almuerzo: figatells, ese invento local hecho a base de hígado de cerdo.

En El Vern 2013 (Heretat de Taberners) la variedad monastrell se alía con otras que vienen de fuera -cabernet sauvignon, merlot y tempranillo- obteniendo inmensos aromas a monte en días de verano.Nos ponemos las botas para rematar el agreste paseo con un arroz al horno con embutidos.

Rafael Cambra Uno 2014 (Rafa Cambra) nos suelta un abrazo de intensa fruta roja y agradables lácticos. Volumen y persistencia que nos hace pensar en una receta de carne, una olla churra de patatas y costillas.

Los Pinos 0% 2014 (Bodegas Los Pinos) es fiel a su nombre y nos hace soñar entre tomillo y romero. Frondosa energía con la que tomamos una comida que nos enloquece, un gazpacho de inspiración manchega de liebre y perdiz.

Terminamos bailoteando como abeja frente a una flor con La Danza de la Moma 2012 (Casa los Frailes). Una combinación de monastrell y marselán. Silvestre, mediterráneo y de potencia intermedia nos invita a disfrutar de una cazoleta de setas con ajo y perejil.

Hasta aquí hemos llegado. Con esa somnolencia de abotargado placer después de tan buen rato en torno a una mesa. Nos quedamos echando una siesta bajo las encinas mientras vamos pensando en cómo haremos el trasto la próxima vez.

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